Noel Manzanares Blanco - Cubainformación.- En la mañana de este 15/8, amanecimos con una triste información: la desaparición física de Antonio Moltó, Presidente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC). La notica conmovió al gremio, sobre todo a quienes aspiramos a acercarnos cotidianamente a sus conocimientos y prácticas en el ejercicio de Prensa en la Revolución Cubana. Aquí, dejo constancia de mi percepción/agradecimiento por su fructífera existencia.
La UPEC, al hacerse eco de la partida de Moltó (1), resalta que en el año 1967 ingresa a la Unión de Periodistas de Cuba, donde llegó a ocupar el cargo de secretario general de la delegación provincial de Oriente Sur; que junto a compañeros del periódico Sierra Maestra y de la Facultad de Humanidades trabajó en la preparación y arrancada de los estudios de Periodismo en la Universidad de Oriente, al tiempo que desde el ICR impulsaba la primera escuela provincial de periodismo radial en aquel territorio; además de que por sus extraordinarias cualidades como ser humano, como revolucionario y como profesional con más de cincuenta años de trabajo en el periodismo le permitieron ganarse la simpatía, el respeto y el cariño de sus colegas.
Su síntesis biográfica consigna que fue Director del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, que mereció el Premio Nacional de Periodismo José Martí y el Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez, además de ser fundador del espacio Hablando Claro y fungir al frente del programa Haciendo Radio, ambos de Radio Rebelde (2). Precisamente, estas actividades constituyen el primer referente que me acompaña de Antonio Moltó Martorell.
No obstante, me impactó sobremanera unas notas recogidas en el título “Cuando Moltó habla, habla claro” (3) a propósito de un encuentro en Camagüey a principios de 2014 en medio de los preparativos con vistas al IX Congreso de nuestra organización que lo eligió como su Presidente (4). Entonces, compartí el rótulo “Cuba: claves para sus Periodistas” y este resumen extraído de sus propias palabras: “Tenemos que decirle al público dónde están los sinvergüenzas, y los jefes de los sinvergüenzas”. “No debemos hacerle el juego a la mediocridad, ni perder tiempo en boberías” (5).
Sin duda, Moltó encarnó la clarinada periodística emanada de las enseñanzas del Héroe Nacional de Cuba, José Martí, y el Eterno Comandante en Jefe, Fidel Castro. Sin duda, nadie le regaló la categoría de Discípulo —así, con mayúscula— de los dos más grandes Hombres de nuestra Historia Patria.
Entonces, de cara al PERIODISTA nombrado Antonio Demetrio Moltó Martorell —justamente por entregar sus mejores energías en aras de que los medios de comunicación masiva estuvieran en función de la dignidad y prosperidad de nuestro pueblo—, me sobran razones para alzar mi voz y exclamar a los cuatro vientos: ¡Donde quiera que se encuentre, su sabiduría iluminará el quehacer mediático en la Mayor de las Antillas a favor de cubanas y cubanos! ¡Amén!
Referencias:
1.- http://www.cubaperiodistas.cu/index.php/2017/08/hasta-siempre-molto/.
2.- https://www.ecured.cu/Antonio_Molt%C3%B3.
3.- https://arnaldobal.wordpress.com/2014/02/26/cuando-molto-habla-habla-claro/.
4.- http://www.2014.kaosenlared.net/america-latina/63169-cuba-br%C3%Bajula-en-congreso-de-periodistas.
5.- http://ftp.kaosenlared.net/kaos-tv/81956-cuba-claves-para-sus-periodistas.
