Noel Manzanares Blanco - Cubainformación.- Este 25/9 circula un cable de Prensa Latina (PL) con el rótulo “Comienza en Francia huelga de transportistas contra reforma laboral” cuyo contenido refleja que en París las secciones de los sindicatos CGT y FO le dieron inicio a una huelga general que podría extenderse toda la semana para mostrar el rechazo a esa reforma impulsada por el gobierno del presidente Emmanuel Macron. Con este paro, se procura un impacto muy concreto en la economía nacional para hacer retroceder al Ejecutivo (1).
PL agrega que la semana pasada los representantes sindicales de los transportistas sostuvieron reuniones en el ministerio del ramo para intentar llegar a un acuerdo, pero que “fue un total fracaso, por eso salimos más determinados que nunca” toda vez que “no obtuvimos ninguna respuesta concreta para las inquietudes de nuestros afiliados, así que llamamos a una movilización masiva en todos los sectores de la actividad” —según manifestó a la prensa el líder del grupo de la CGT, Jérôme Vérité.
Hace unos días Telesurtv divulgó que la reforma del código laboral es una parte fundamental de la agenda de Macron y el primer paso de una revisión más general del modelo social de Francia, que incluirá otros cambios mayores en las prestaciones de desempleo y las pensiones; que la misma tiene como objetivo que cada empresa negocie la jornada laboral, para eliminar los convenios colectivos, lo que es criticado por darle todo el poder a los empresarios; y que para imponer sus cambios, ese mandatario optó por el método acelerado de ordenanzas, que impide el debate sobre el contenido y apenas da margen para votar a favor o en contra (2).
Por estos días también trascendió que con la referida huelga en Francia se exhibe el primer pulso sindical contra la gran reforma de Macron; que ello se desarrolla en pleno desplome de su popularidad, pues a tres meses de su victoria, ha perdido la confianza del 60% de los franceses; y que el paro asimismo está marcado por la división sindical, a pesar de que Macron tachó a los sindicatos de “vagos, cínicos y extremistas” (3).
En este contexto, al paso que recuerdo que en el quinto mes de este año circuló un análisis pronosticando que la implementación por Macron de medidas económicas de corte neoliberal podrían tener como efecto colateral la reedición del Mayo del 68 (4), insisto en la pertinencia del examen que realicé año y medio atrás en “Cuba: 'valía' de las ¿bondades? que nos proponen” —todavía más ante los datos que compartió nuestro Canciller Bruno Rodríguez en la ONU (5 y 6).
No obstante, de modo puntual a mi mente llegó las veces que he explicado en mis clases, conversaciones personales y la prensa —para el contenido de la primera versión de este título (7)— que en el tema de Cuba y la contratación de sus profesionales es de probado mérito continuar con nuestra agencia empleadora frente a una empresa foránea. Si no, preguntémonos: ¿En qué condiciones quedaría un trabajador/a si tiene que vérselas con un empresario directamente, carente de respaldo oficial? ¿Cuánto le pagaría el dueño del negocio en medio de un tú a tú? ¿Acaso es un cuento que en este ambiente gravita las consecuencias del Bloqueo yanqui contra el pueblo cubano incrementado por Mr. Trump —sandeces incluidas (8)?
Por tanto, considero que la mencionada huelga en Francia deviene confirmación del tino cubano al no dejar a libre albedrío un convenio entre trabajadores/as y compañías extranjeras.
Referencias:
7.- http://kaosenlared.net/cuba-y-la-contratacion-de-sus-profesionales/.
