Por Sonia Salanueva.- En declaraciones de Donald Trump recién el paso del huracán María por Puerto Rico, declaraba que visitaría esa Isla el 4 de octubre, y ante las declaraciones de autoridades boricuas que acusaban al gobierno de Estados Unidos de haber dejado de un lado a Puerto Rico, el presidente norteamericano trató de justificar su falta de respuesta alegando que “al contrario de Texas o Florida, Puerto Rico es una isla en mitad de un océano muy grande", lo que dificultaba el envío de ayuda. Y la esencia está en que Puerto Rico es territorio de EE.UU. solo a los efectos expansionistas del Imperio, pero mientras tanto, es una Isla olvidada por el gobierno federal, a tal punto que el sistema eléctrico ha colapsado en un cien por ciento en ese país al paso del huracán María, pero ya estaba en pésimas condiciones desde hace mucho tiempo antes del fenómeno natural. La isla caribeña que se consideraba la vitrina de América Latina había caído en bancarrota antes del fenómeno natural.
Lo expresado por Trump cuando anunció su visita constituía algo ridículo como argumento para tratar de justificar su tardía respuesta de asistencia al pueblo portorriqueño, pero sus declaraciones durante su morosa y breve visita al territorio de la Isla resultó una burla, irrespeto y falta de sensibilidad humana hacia el pueblo boricua, cuando expresó: "Odio decirlo, Puerto Rico, pero ustedes han dejado nuestro presupuesto un poco fuera de control porque hemos gastado mucho dinero en Puerto Rico",.. "Y eso está bien, hemos salvado muchas vidas". Agregó que la respuesta federal al paso de María se considera favorable si se compara con una "verdadera catástrofe como Katrina", la tormenta del 2005 que inundó Luisiana y Misisipi y dejó más de 1.800 muertos…” "Cada muerte es un horror, pero si miramos una catástrofe real como Katrina y nos fijamos en los cientos y cientos de personas que murieron (en Nueva Orleans) y lo que pasó aquí con una tormenta que fue totalmente imponente... ¿Cuántos muertos tienen ustedes?" inquirió, para contestarse: "Dieciséis contra miles".
“Lo que ha sucedido en términos de recuperación (...) es mucho, pero si se compara con las miles de personas que murieron en otros huracanes, francamente no es tan grave", dijo Trump a periodistas fuera de una capilla en la que se distribuían alimentos y suministros.
Lo expresado por el mandatario estadounidense al tratar justificar la demora de asistencia por parte del gobierno federal, parecería que semejantes argumentos solo un “loco” o una persona muy insensible pudiera manifestarse así, y hasta parecería risible si no fuera por la gravedad de lo mucho que está sufriendo el pueblo boricua. ¿Mucho dinero?; ¿que Puerto Rico es una isla en mitad de un Océano muy grande?; ¿Qué lo sucedido en Puerto Rico con el paso del huracán María no es tan grave si se compara con lo provocado por Katrina en Louisiana y Missisipi?. Nos preguntamos, ¿es que cualquiera sea la cantidad de víctimas mortales tanto en Nueva Orleans cuando el Katrina como las ocurridas en Puerto Rico por el huracán María, no son vidas que se pudieron haber salvado si el gobierno federal le hubiera otorgado preventivamente el presupuesto requerido a fin de que estos territorios fueran menos vulnerables ante fenómenos naturales como estos?
Cuando el desastre en Nueva Orleans, un reportero citaba que sus habitantes fueron víctimas no de un desastre natural sino humano; el que generó el descuido a la hora de mantener el sistema de diques y que profundizó la negligencia inicial con la que se manejó la operación de rescate. Las víctimas de este territorio esperaban la atención que por varios días parecían estar negando las autoridades a los que estaban en esta ciudad. Ante las numerosas críticas el entonces presidente George W.Bush reconoció que su Gobierno no había actuado como debiera en el ejercicio de sus responsabilidades.
Nada diferente en la conducta del gobierno federal actual, presidido por Donald Trump, respecto a la situación precaria que afronta Puerto Rico. Una ciudad cuyo sistema eléctrico quedó colapsado y poco se ha podido restaurar, lo que trae consigo falta de agua, de alimentos, personas sin viviendas, situación que se irá revirtiendo gracias fundamentalmente a la solidaridad internacional, mientras que el señor Trump le echa en cara a las víctimas de este territorio que Puerto Rico le ha ocasionado mucho dinero al gobierno federal. Según información publicada por el diario portorriqueño “El Nuevo Dia” en mayo del presente año, Estados Unidos, el supuesto benefactor, continúa pisoteando y humillando al pueblo boricua, siendo el más reciente agravio, la negativa a conceder los fondos federales necesarios para salvar el sistema de salud del gobierno.
¿Solidaridad? Claro que el señor Trump no conoce lo que es eso, quizá ni sepa el significado real de esta palabra. De lo que sí está muy bien instruido el actual presidente norteamericano, es de cómo favorecer a los que más tienen, como por ejemplo el reducir los impuestos a las empresas de un 35% a un 15%, mientras para los trabajadores en la práctica significaría reducir el tope máximo desde el 39,6% al 35%, y aumentaría el pago de impuestos para los hogares de 12.600 dólares a 24.000 dólares anuales de ingresos
Por qué el señor Trump no se cuestiona, lo que realmente está costando dinero a EE.UU, y que en gran medida procede de los impuestos a la población norteamericana? Cuánto dinero ha empleado el gobierno de EE.UU. en las guerras en el Medio Oriente, lugar que sí está bien distante del Continente Americano, para apoderarse de esos territorios y sus recursos naturales, guerra que según varios grupos de expertos solo en Irak y Afganistán han calculado el costo para la economía de Estados Unidos hasta febrero de 2016, en $6 billones de dólares, con un costo realmente doloroso desde el punto de vista humano. El programa “lucha contra el terrorismo” hasta esa misma fecha había costado 3 millones de vidas inocentes. Por supuesto, que el señor Trump no es diferente a los que le precedieron, es quizá peor, si es que se pudiera hacer comparaciones. En mayo del presente año Trump busca aumentar los gastos para las operaciones militares, con un estimado de un nuevo proyecto del presupuesto del Pentágono para el 2018 para la operación llevada a cabo por EE.UU. y sus aliados en Irak y Siria desde 2014, en un total de 13.000 millones de dólares, lo que supone un aumento de 1100 millones en comparación con el año en curso.
O sea que para su guerra expansionista y violando todos los preceptos de las Naciones Unidas, EE.UU. no repara en invertir 6 billones de dólares y que para 2018 supondría un incremento de 1100 millones, sin embargo no puede condonar la deuda pública de Puerto Rico de 72 mil millones y que seguirá incrementándose dado el saqueo y la explotación que ha representado el sistema colonial imperante para esa isla.
El medio ambiente está siendo agredido por las guerras y otras acciones del hombre, y lamentablemente aquí están las consecuencias. Algo que hace falta sea tomado en serio por los diferentes gobiernos y todos los seres humanos: la necesidad de no agredir más al medio ambiente, si se quiere evitar consecuencias mayores. Esto también sería un acto de solidaridad por la conservación del planeta en que vivimos y preservar la vida de quienes lo habitan. El protagonista y responsable principal del deterioro del medio ambiente y que ocasiona la pérdida de vidas humanas por las guerras, EE.UU., según decisión del actual presidente de esa nación no continuaría formando parte del Acuerdo Climático de Paris.
La alcaldesa de San Juan de Puerto Rico, Carmen Yulín Cruz, refutó las declaraciones del mandatario estadounidense al visitar la isla, dijo que los comentarios de Trump fueron "un insulto" contra el pueblo puertorriqueño y lo llamó "un mal comunicador en jefe"; "insultó al pueblo de Puerto Rico" al afirmar que la isla les había quitado el presupuesto, por todo el dinero que habían dejado en ese territorio. Además, la funcionaria consideró que Trump minimizó el sufrimiento de los puertorriqueños al decir que el paso de Katrina por Nueva Orléans en 2005 sí fue un verdadero desastre, mientras que en la antilla caribeña no murió mucha gente, así como las "terribles y abominables" imágenes de Trump al lanzar rollos de papel absorbente a una multitud de personas durante su visita a la isla.
Trump, como parte de su show mediáticotico, anunció que cancelaría la deuda pública de Puerto Rico, pero al día siguiente el director de la Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, afirmó que el gobierno federal va a ayudar a Puerto Rico a salir del atolladero en que le ha dejado el huracán María, pero que sus problemas financieros los deben resolver por sí mismos. Las expresiones de Mulvaney, hechas en CNN, buscaron suavizar las expresiones del presidente Donald Trump en el sentido de que la deuda pública de Puerto Rico debería ser borrada.
Puerto Rico tiene el derecho reclamado por su pueblo a ser libre y soberano, pero la bota yanqui trata de aplastar ese sentimiento patrio encarcelando a quienes que como Oscar López Rivera, sufrió años de encierro por defender este derecho.