Noel Manzanares Blanco - Cubainformación.- Este 10 de Diciembre se ¿celebra? el Día de los DDHH, a tono con la fecha en que la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948 (1). A propósito, ese foro mundial ha declarado el comienzo de una campaña con la que pretende resaltar la trascendencia de este documento que proclamó los derechos propios e inherentes a todos los seres humanos, al calor de su venidero 70 aniversario (2); al tiempo que comparto unas ideas acerca de cómo ello se concreta en la Mayor de las Antillas.
Me permito pasar por alto lo que destaqué casi tres años atrás al comparar el tema de marras en los escenarios situados a ambos lados del Estrecho de la Florida (3); ratifico lo que signifiqué a posteriori: “Si el asunto es al estilo de mercenarios/as, vividores/as y/o aspirantes al dinero del contribuyente norteamericano/a, '¡Solavaya!'” (4); y, como hace seis meses, subrayo la falacia de Trump y sus compinches de Miami en el abordaje de los DDHH para justificar lo humanamente injustificable desde el punto de vista de la actitud civilizada (5).
En este minuto, además cuento con la ventaja de una reciente pregunta muy convincente para este asunto —entre otras de similar calibre: “¿Sabían que más de 4 millones de personas sin recursos de 34 países han sido operadas gratuitamente de la visión gracias al programa solidario cubano-venezolano 'Operación Milagro'?”. A seguida, aparece: “Pues si no han leído una palabra de todo esto en la prensa internacional, piensen, por un momento, por qué se lo están ocultando” (6).
Como complemento en esta trama, resalto que Cuba es emblema internacional, a juzgar por el dato que continúa: “Desde el 1ro de enero de este año nuestro país se desempeña por cuarta vez como uno de los ocho representantes de América Latina y del Caribe en el Consejo de Derechos Humanos, con más votos en su elección (160) que cualquier otro país en la región” lo que “constituye un símbolo del reconocimiento de la comunidad internacional a todo lo que la Isla hace por los derechos humanos de su pueblo y otros pueblos del mundo” (7).
No obstante, una vez más debo certificar la pulcritud en nuestra Democracia: por ejemplo, los electores/as cubanos/as el pasado 26 de Noviembre escogieron a sus Delegados/as que los representarán en las Asambleas Municipales del Poder Popular, con un registro trascendental: ¡de ellos/as sale alrededor del 50 por ciento de los integrantes a la Asamblea Nacional del Poder Popular, nuestro Parlamento! Ello se concretó con datos que evidencian que estos comicios fueron superiores a los precedentes (8).
Entretanto, me acompaña la convicción de que en perspectiva el quehacer se presenta con no pocos asuntos a mejorar. Ilustro: se debe meditar /responder a las propuestas de los Diputados/as jóvenes tendientes a pulir lo concernientes con nuestros legisladores/as —de la mano del Magisterio de Fidel Castro al respecto (9); al paso que, paralelamente, atrás quede la posibilidad de que alguien insertado en la vida política desconozca quién es/qué hace/cómo le rinde cuentas su representante elegido/a para integrar nuestra Asamblea Nacional (10).
Mas, sin lugar a duda alguna, cuando en Cuba hablemos de sus DDHH saltará a la vista como elementos tangibles que lo conquistado en todo el archipiélago nacional constituye sueño para las mayorías del Sur subdesarrollado y no pocos del Norte ¿civilizado? —amén de lo perfectible que sea la obra a realizar a la luz del denominado Concepto de Revolución de Nuestro Líder Eterno (11 y 12).
Referencias:
1.- http://www.un.org/es/universal-declaration-human-rights/.
2.- http://www.un.org/es/events/humanrightsday/.
4.- http://kaosenlared.net/cuba-derechos-humanos-made-in-usa-2/.
11.- http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/2000/esp/f010500e.html.
