Noel Manzanares Blanco – Cubainformación.- Unos 30 meses atrás, resalté nuestro ambiente de tranquilidad, orden interno e inexistencia de organizaciones criminales; amén de que es dificilísimo encontrar en nuestro país a una familia preocupada porque uno de sus infantes pueda ser secuestrado para fechoría alguna (1). En los finales de Enero pasado, destaqué logros que exhibimos con orgullo y que son anhelo para el grueso de las naciones del Sur y no pocas del Norte desarrollado a cuenta del subdesarrollo del Tercer Mundo (2). Hoy, sin embargo, debo referirme a un episodio que mancilla la inmensidad de la obra social de la Revolución.
Resulta que hace una semana se produjo un hecho inusual y lamentable en el Politécnico Olo Pantoja, del municipio habanero La Lisa, donde 4 personas ajenas al sistema de educación irrumpieron en el centro y causaron lesiones leves a 9 estudiantes, que fueron atendidos de inmediato y restituidos a sus hogares. En corto tiempo, las investigaciones permitieron dar captura a los malhechores, quienes se encuentran confesos y bajo investigación. Ese Politécnico mantiene sus actividades normales (3).
Este domingo 23 de Septiembre, apareció un amplio reportaje de Juventud Rebelde que comparte abundante información acerca del suceso. El Periódico finaliza con un testimonio ilustrativo de lo acontecido, a saber:
“Realmente fue muy triste, triste… Fue algo bien deplorable, para mí son unos sujetos inescrupulosos. Sé que la ley revolucionaria es lo más justa posible, pero pedimos de verdad que sean severos con ellos, no puede ser que personas así con esa conducta antisocial entren a nuestras escuelas y ocasionen daños.
“Los padres saben que sus hijos están en las escuelas seguros y esto no puede cambiar. No podemos permitir que un grupo de personas creen estas situaciones. He desmentido, hasta donde he podido, todas las bolas que hay en la calle. Me duele que haya sucedido esto” (4).
Desde que supe de esta noticia, sentí una mezcla de enorme amargura matizada con indignación. Ilustro lo que de inmediato albergué, con significar que a menudo en mis clases —al paso que subrayo las escasas posibilidades de barbaries de este signo en la Mayor de las Antillas— lamento sobremanera cómo en EEUU son frecuentes hechos de sangre en instituciones educacionales como el ocurrido en Abril último en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, en la Florida, ocasión en que fueron asesinados 17 estudiantes; episodio que me ha conllevado a subrayar más de una vez la actitud de la joven de origen cubano nombrada Emma González, “la voz de una nueva generación” contra las atrocidades (5).
No obstante, el suceso de marras ha provocado también que medite y vuelva a meditar en las que pudieran ser causas de ello. ¿Qué motivos acompañaban a quienes dañaron a esos estudiantes? ¿Actuaron por su cuenta y riesgo u obedecían a indicaciones de determinados sujetos? ¿Será disparatado sospechar que detrás de estos delincuentes comunes están bandidos contrarios a nuestro sistema ideo-político y socio-económico?
Concluyo: considero indispensable arremeter contundentemente contra los responsables directos e indirectos de la fechoría en cuestión de modo tal que quede amparada la menor intranquilidad en nuestros estudiantes y sus familiares al respecto. Mas, en cualquier escenario, me sobran razones para continuar apostando a la seguridad ciudadana en Cuba. ¡Enhorabuena!
Referencias:
1.- http://www.adelante.cu/index.php/es/opinion/6414-cuba-razones-para-la-fiesta-del-primero-de-mayo.
2.- http://kaosenlared.net/cuba-en-que-aspectos-se-refleja-su-riqueza/.
4.- http://www.juventudrebelde.cu/cuba/2018-09-23/asalto-a-la-paz-de-una-escuela.
5.- https://es.yahoo.com/vida-estilo/emma-gonz%C3%A1lez-voz-generaci%C3%B3n-5-080100720.html.
