Sus palabras las inició afirmando: “Hoy estoy ante la Asamblea General de las Naciones Unidas para compartir los progresos extraordinarios que hemos logrado. En menos de dos años, mi administración ha conseguido más que cualquier otra en la historia de nuestro país”.
Por su puesto que la risa que desató fue general en todo el salón y él se creyó que era por simpatía, no percatándose del ridículo que estaba haciendo, porque todos saben que es lo contrario.
Otros conceptos siguieron la misma línea, como:
“La economía de EEUU está floreciente como nunca antes y tenemos el desempleo más bajo de los últimos 50 años”…“El desempleo de los latinos y negros y otros grupos ha disminuido”…
Nadie quedó excento de sus ataques, ni el Consejo de Derechos Humanos, ni la Corte Penal Internacional (CPI), ni los organismos encargados de los derechos de los migrantes, todos fueron tildados de espacios “burocráticos” administrados por la ONU.
En un arranque de falsedades afirmó que Estados Unidos solo pide que “respeten nuestra soberanía”, olvidándose que son ellos quienes más guerras provocan en el mundo, por tanto no son víctimas de nadie, por el contrario, son los victimarios.
Demostrando su estado mental afirmó: “Creemos que cuando las naciones respetan los derechos de sus vecinos y defienden los intereses de sus pueblos pueden trabajar en conjunto para lograr la prosperidad y paz”. ¿Pensará que los altos representantes de las naciones son estúpidos?
Quien no respeta los derechos de sus vecinos ni de sus aliados, es precisamente Estados Unidos y para rematar su falta de respeto a los presentes expuso: “he forjado estrechos vínculos y amistades con líderes de todo el mundo”. Qué le pregunte a Angela Merkel o a la premier Británica para que escuche una buena respuesta.
Al terminar sus palabras quedó la sensación de haber escuchado al famoso cómico mexicano Cantinflas, pues su discurso fue como decir, “ni lo uno ni lo otro, todo lo contrario”.
Recordamos a José Martí cuando aseguró:
“Negación de la palabra, negación del pensamiento…”
*Arthur González, cubano, especialista en relaciones Cuba-EE.UU., editor del Blog El Heraldo Cubano.