Noel Manzanares Blanco – Cubainformación.- El 20 de Abril de 2018 inicié este rótulo y dejé consignado que era/es una pena que el vecino del Norte de EEUU se sumara al bochinche de los supuestos “ataques sónicos” a sedes diplomáticas en la Mayor de las Antillas, en contraposición con las históricas y cercanas relaciones sostenidas con nuestro país (1). En este instante le doy continuidad al asunto, de cara a una jugarreta similar ocurrida en las últimas horas.
Es noticia que Canadá retirará a la mitad de sus diplomáticos en la capital de la Isla después de que otro empleado mostrara “síntomas de salud inusuales”. Su Ministerio de Relaciones Exteriores declaró este el miércoles: “Hemos tenido una estrecha cooperación con las autoridades cubanas desde que surgieron las preocupaciones por la salud de nuestros empleados asignados a La Habana en la primavera de 2017”. “Canadá continuará teniendo una embajada en La Habana, Cuba, encabezada por un embajador”. “Los servicios consulares completos estarán disponibles para los canadienses en Cuba. Sin embargo, algunos otros programas pueden ajustarse en las próximas semanas” (2).
A modo de contrapeso, Josefina Vidal, titular de nuestra Embajada en esa nación, manifestó:
“Cuba comprende las obligaciones del gobierno de Canadá de proteger a su personal diplomático en cualquier parte del mundo, y de tratar de encontrar respuestas a los síntomas de salud reportados en Cuba, pero considera incomprensible la decisión hoy anunciada”. “La decisión contrasta con el nivel, el estatus y la presencia de personal diplomático canadiense en capitales de otras partes del mundo, donde no disfrutan del grado de seguridad, tranquilidad, salud y acogida que encuentran en Cuba”.
La Vidal, añadió en la misma ocasión:
“En los intercambios sostenidos, ha quedado claro que no hay pruebas que demuestren la existencia de daño cerebral, que explique los síntomas diversos reportados o que señalen que tales síntomas son resultado de la estancia en Cuba de los diplomáticos”. “Las decisiones tomadas por el gobierno de Canadá desafortunadamente alimentan las especulaciones y contrastan con los intercambios sostenidos por ambos gobiernos sobre el tema./ A pesar de la decisión del gobierno de Canadá, Cuba permanece comprometida con preservar el buen estado de las relaciones y ampliar sus vínculos con un país al que nos unen fuertes lazos de amistad y cooperación” (3).
Por mi parte ─sin obviar que la postura canadiense está insertada en la pretensión del jefe de la Casa “Oscura” de revitalizar el Título III de la ley Helms-Burton que afecta tanto a la familia cubana como a empresarios gringos y a actores de otras naciones (4)─, concluyo acreditando que la actitud de Ottawa contra La Habana es más repudiable por ser infundada y, sobre todo, por favorecer a Washington en un contexto latinoamericano convulso (5) y, por tanto, deviene lance a través del cual Canadá aviva la hostilidad de Trump ante Cuba ─posición que en nuestro caso está condenada a fracasar. ¡Amén!
Referencias:
