Por Iroel Sánchez Espinosa - Blog "La pupila insomne".- Van ocho meses de que Washington decretó el fin del gobierno bolivariano en Venezuela. A los militares venezolanos se les advertía por el gobierno estadounidense, en tono de perdonavidas, era su última oportunidad para salvarse. “Todas las opciones están sobre la mesa”, repetían amenazantemente el Presidente y sus personeros desde la Casa Blanca, decretando un “encargado” nacido en La Guaira pero entrenado y votado en yanquilandia, que ahora sabemos está más cómodo y seguro entre los narcotraficantes y paramilitares colombianos que entre sus conciudadanos.
Ya basta de hacer sufrir un pueblo noble, acéptese lo que los hechos muestran: Estados Unidos no ha podido imponer su voluntad en Venezuela. Es hora de que se acepte el derecho de los venezolanos a decidir en paz su destino, que le dejen usar en su beneficio los recursos que un bloqueo imperial les roba para mostrar como fracaso lo que es alternativa.