Noel Manzanares Blanco - Cubainformación.- Sigue sin ser avalado el cuento de los “ataques sónicos”. A pesar de la 191, NO hay manera de arrodillar a nuestro pueblo
Hace menos de un semestre, tuve a bien resaltar que la escalada en línea con el cuento de los “ataques sónicos” no solo parará en el Infierno estigmatizada por la investigación de la Universidad de Canadá que valida la postura de la Isla, sino también por nuestra capacidad de sobrepasar obstáculos y de enrumbarnos en el plano internacional; y que colman razones para insistir en que las fechorías de Trump vs. Cuba están destinadas al fracaso (1). Hoy tengo más razones para sostener idéntica postura.
Es notica que neurólogos y psiquiatras de Universidades de Halifax (Canadá), Edinburgh (Reino Unido), Los Ángeles y San Diego (Estados Unidos) y Nueva Zelanda, en unión con el Centro de Neurociencias de Cuba (Cneuro), “uno de los más importantes núcleos de investigación del polo científico de la isla”, se reunieron en las últimas horas para analizar lo concerniente al cacareado “ataque” sufrido por diplomáticos de EEUU y Canadá en La Habana bajo la denominación de “Síndrome de La Habana”.
En un amplio reporte, Cubadebate se hace eco de lo expresado por el profesor Robert Bartholomew, del Departamento de Medicina Psicológica de la Universidad de Auckland, de Nueva Zelanda: “Creo que el llamado 'Síndrome de La Habana' será enseñado por décadas a los estudiantes de medicina como una muestra de lo que pasa cuando la política se mezcla con la ciencia, cómo se entorpece la búsqueda de la verdad o la evidencia científica” (2).
Con AP trascendió que Mitchell Valdés-Sosa, miembro de Cneuro, dijo a periodistas en la capital cubana: “Estamos debatiendo cómo debe hacer la ciencia de una forma crítica, respetuosa, y nosotros pensamos que con el paso del tiempo la verdad va a salir”. “Evidentemente, nosotros no coincidimos con la idea de que los diplomáticos fueron atacados [el tema es de] ciencia ficción” (3).
La Agencia de Prensa estadounidense asimismo destaca que Mark Cohen, psiquiatra y especialista en física biomédica de la Universidad de Los Ángeles, dijo:
“Estoy aquí porque estoy extremadamente interesado en la fuente y la naturaleza de las enfermedades que informaron los diplomáticos estadounidenses”. “[Es] difícil para mí imaginar que hay un dispositivo que se puede dirigir de forma remota a través de las paredes, a través del cráneo, que podría producir tal daño”. “Francamente, llamar a algo síndrome no es particularmente significativo, pero hay un grupo de informes de personas que sufren sinceramente y si la causa es algún tipo de arma de rayos mágicos o algún tipo de exposición química o es puramente psicógena... No lo sabemos”.
Se comprende, pues, que nuestro Presidente Díaz-Canel denunciara en horas recientes la manipulación del Gobierno de EEUU de los supuestos incidentes de salud que afectaron a diplomáticos de esa nación norteña, ocurridos en La Habana en el año 2017. Puntualmente, manifestó: “Quedan al desnudo las mentiras imperiales. La manipulación de EEUU para dañar relaciones con Cuba fracasa ante evidencias científicas” (4).
El suceso que abordo me conlleva a que signifique la incapacidad demostrada por el “odiador en jefe” (5) para hacer claudicar al grueso de cubanos/as que queremos nuestro proyecto emancipador (6). Apenas traigo a colación su manía de hacer cualquier cosa que nos obstaculice y una muestra de nuestra capacidad de resistir creadoramente.
Debo subrayar que de cara a la “Medida 191: nuevo engendro de la inútil guerra sicológica” consistente en cancelar el envío de remesas a través de la Western Union desde países que no sean los Estados Unidos —acaso reflejo de un viejo modus operandi típico de lo diseñado en los manuales de la CIA cuyo objetivo es provocar que las personas caigan en un estado de regresión y de miedo, que no puedan pensar racionalmente—, nuestro pueblo está advertido de que existen otras posibilidades para que nos lleguen el envío de dinero desde el exterior o sea, que no “está cerrado el dominó” (7).
Y significo que ante tantas zancadillas, estamos lejos, muy lejos de cruzarnos de brazos. Nada de eso. Ahí está, por ejemplo, cómo la aeronáutica civil de Cuba se centra en las soluciones a sus problemas Made in USA.
Es un hecho que en el 2019 el sistema de la aviación en la Mayor de las Antillas se vio afectado por el recrudecimiento de las medidas restrictivas del Gobierno de EE.UU. contra Cuba al provocar la cancelación de las operaciones de vuelos de líneas aéreas regulares a las provincias cuyas consecuencias se miden no solo en daños económicos sino también en la insatisfacción de los pasajeros.
Sin embargo, la institución aérea está concentrada en solucionar las dificultades propias. No por casualidad Jorge Luis Tapia Fonseca, Viceprimer Ministro del país, durante el balance anual del sector precisó: “Si bien es cierto que el bloqueo tiene un efecto real en la aeronáutica, los problemas internos tienen que tener soluciones, es el momento de resolverlos en el menor tiempo posible para convertirse en un referente de modelo en la eficiencia” (8).
Concluyo: la reunión de neurólogos y psiquiatras de diversas Universidades internacionales con nuestro Centro de Neurociencias se traduce en que sigue sin ser avalado el cuento de los “ataques sónicos”. Y a pesar de tantas agresiones que llegan a 191 —muchas inéditas: “Cuba se ve obligada a comprar un barco para obtener su combustible y esquivar las sanciones de EE.UU.” (9)—, NO hay manera de arrodillar a nuestro pueblo. Cuba constituye, pues, revelación de que la trama devenida “Síndrome de Trump” es un lance ¡Fallido! cuyo paradero será el basurero de la Historia. ¡Amén!
Referencias:
5.- https://www.nytimes.com/es/2017/10/10/polariza-y-conquista-por-que-trump-ataca-a-todos/.
9.- https://actualidad.rt.com/actualidad/344296-cuba-compra-barco-combustible-sanciones-eeuu.