Noel Manzanares Blanco – Cubainformación.- Es bueno, un Gobierno proveedor de bienestar; es mejor, con una vanguardia política recurrentemente autocrítica
Conduzco el Proyecto “Tendencia de la Izquierda en Latinoamérica y el Caribe en contraposición de la Derecha de la región y la Administración de EEUU entre Marzo de 2017-Diciembre de 2020. Su impacto en Cuba”, inscripto en el “Programa Nacional de Investigaciones Científicas sobre Relaciones Internacionales” con la rectoría del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) de La Habana, Cuba (1). Sus resultados, se introducen en la docencia de mi Universidad de Camagüey y se divulgan por diversas vías.
Por ejemplo, en la Revista CariCen —pertenece al Centro de Estudios Latinoamericanos, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México— hemos publicado “La política del presidente Trump contra Venezuela. ¿Contraste frente a Cuba?” (2) y “La 'Izquierda' en los países del Triángulo Norte de Centroamérica, principales retos” (3). En otro sitio, las series “Latinoamérica: Perspectiva desde la Izquierda” (4) y “Latinoamérica: Buenaventura en su Izquierda” (5).
El eje transversal de nuestro estudio se enmarca en la dialéctica Tendencia-Coyuntura del enfrentamiento Izquierda vs. Derecha al Sur del Río Bravo en la disyuntiva que continúa: o abrazamos el Consenso de Nuestra América o se le sirve en bandeja de Oro al “Norte revuelto y brutal” (6).
Certifico lo que un par de meses atrás expresó la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Alicia Bárcena: “La desigualdad conspira contra el crecimiento y recientemente ha dado lugar a conflictos por demandas sociales insatisfechas, como la insuficiente provisión de bienes públicos y la baja protección social” (7).
Sin embargo, también he encontrado evidencias de que no basta con satisfacer las necesidades materiales de los pueblos si no va acompañada de medidas que garanticen la defensa del proyecto progresista o revolucionario, además de pulsar la calidad de lo realizado, corregir desviaciones y, sobretodo, educar a las masas.
Ayuda a este razonamiento, las preguntas que siguen —entre otras:
¿Cómo se explica que procesos de bienestar social como el de Brasil haya desencadenado en la victoria del extremista Jair Bolsonaro? ¿Será intrascendente que la Bolivia con crecimiento económico y beneficio general no le dio a Evo Morales suficiente respaldo ni en las elecciones donde triunfó con menos del 50% ni luego del golpe Made in Trump/OEA? ¿Qué enseña la victoria de los Fernández en Argentina? ¿Por qué sobreviven las Revoluciones de Cuba y Venezuela, a pesar de tantos pesares?
Sucintamente, me acerco a las respuestas:
Significo que en Brasil y Bolivia hallo como denominador común que sus respectivos Gobiernos de Izquierda le entregaron al pueblo bienestar social. Mas, simultáneamente dejaron intacta a las fuerzas armadas y del orden interior, la autocrítica del quehacer no brilló por su presencia y faltó educación ideo-política en sus filas y en el grueso de sus ciudadanos/as.
Subrayo que en Argentina Macri fue derrotado por su quehacer antipopular y, marcadamente, porque desde el punto de vista subjetivo las fuerzas amantes del progreso prácticamente cerraron filas, dejaron atrás al sectarismo, orquestaron una adecuada campaña comunicacional vs. el falso positivo/fake news y lograron hacerles saber a las masas el fiasco que representa la apuesta al Neoliberalismo.
Y formulo la tesis que sigue, respecto a Cuba y Venezuela:
Si sus Revoluciones continúan verticales frente a una creciente agresión multilateral de EEUU (económica, ideológica, militar, mediática, diplomática —todo, en sistema) fundamentalmente se debe al esfuerzo/resultado en la satisfacción de las necesidades de las masas amparadas en la capacidad defensiva y de orden interior, en la educación institucionalizada al alcance de sus hijos/as y en la superación político-ideológico de sus Partidos dirigentes para sus militantes y para el pueblo en la perspectiva de la máxima martiana según la cual “Ser culto es el único modo de ser libre”. Todo, con un liderazgo que garantiza la estrecha vinculación de la vanguardia política y militar con la ciudadanía, en un espíritu de rectificar/perfeccionar la obra revolucionaria.
Estoy convencido que resultaría positivo que la Izquierda latinoamericana examine en su totalidad y creadoramente el acercamiento que acabo de realizar en estas respuestas —confieso, con absoluta humildad.
Entretanto, con el Profesor Emir Sader asumo probable que la década actual sea “de disputa cerrada en escala mundial, con la ascensión incontenible de China, en su alianza con Rusia, la recomposición de las fuerzas antineoliberales en América Latina […]. Latinoamérica ahora con un listado ampliado de países, seguirá siendo el epicentro de las luchas políticas en el mundo, donde se decide la disputa central de nuestro tiempo, entre neoliberalismo y antineoliberalismo” (8).
Pero, insisto, no es suficiente con la lucha que solo remonte el Neoliberalismo.
Concluyo: es bueno, un Gobierno proveedor de bienestar, capaz de defenderse y establecer orden en su interior; es mejor, si al propio Gobierno lo guía una vanguardia recurrentemente autocrítica y sembradora de ideología revolucionaria en su seno y en el grueso del pueblo. Así, la Izquierda podrá avanzar en Latinoamérica en contraposición de la Derecha regional y EEUU. ¡Amén!
Referencias:
1.- http://www.cipi.cu/cartera-de-proyectos.
2.- http://investigacion.politicas.unam.mx/caricen/wp-content/uploads/caricen15/cari[...].
3.- http://investigacion.politicas.unam.mx/caricen/wp-content/uploads/caricen17/cari[...].
4.- https://kaosenlared.net/latinoamerica-perspectiva-desde-la-izquierda-6-y-final/.
5.- https://kaosenlared.net/latinoamerica-buenaventura-en-su-izquierda-7-y-final/.
6.- http://kaosenlared.net/latinoamerica-va-bien-izquierda/.
7.- https://telesurtv.net/news/cepal-desigualdad-desarrollo-economia-america-latina-20200121-0037.html.
