Flor de Paz - Cubaperiodistas / Cubainformación.- Aunque es probable que ninguna de las vacunas en proceso contra el nuevo coronavirus llegará a tiempo para solucionar la actual crisis mundial que ha provocado el SARS-CoV-2 —pues requieren de un tiempo imprescindible para su validación en humanos y posterior producción a gran escala—, son esperanzadoras las noticias que anuncian que al menos una veintena de grupos de investigación y farmacéuticas en todo el orbe buscan la manera de desarrollar nuevos preparados o antivirales que ayuden a eliminar la pandemia.


Porque, a la larga, este es un virus que ha emergido y que, incluso cuando deje de causar tanto daño, como todos ellos quedará agazapado hasta asestar un nuevo golpe en el momento que menos sea esperado.

En el caso de que se llegara a contar, en breve tiempo, con una vacuna eficaz, se da por sentado que serían acelerados los trámites requeridos para que se licencie y comercialice, de manera que pueda extenderse su uso. Habrá que tener entonces ojo crítico para que no se superpongan a sus propósitos científicos y humanos intereses de otro tipo.

De cualquier modo, de lo que se trata ahora, es de seguir las recomendaciones que, fundamentalmente, hagan los epidemiólogos, los gobiernos y las instituciones de salud, ante la falta de terapéuticas determinadas contra el nuevo coronavirus y, mucho menos vacunas.

Mientras los enfermos están en manos de los médicos y estos acuden a los recursos que tienen a su alcance para paliar las neumonías graves que provoca en una parte de los pacientes, la prevención es responsabilidad de cada persona. Y en esto tiene una gran importancia la fuente de información a la que se le otorgue crédito para seguir conductas. Hay que asegurarse de su origen científico. Especialmente, cuando se trata de un virus nuevo, al que todas las personas son susceptibles.

En el trabajo epidemiológico hay muchas etapas, en dependencia del número de casos detectados y su procedencia (por supuesto, si se da por sentado que existen buenos métodos de detección y que son bien aplicados). La cuestión estará entonces en determinar cuándo transitar de fase a la otra.

El riguroso seguimiento de contactos, como se está aplicando en Cuba, es fundamental. Hasta este momento en el país todos los casos son importados y la situación es muy diferente a la que tuvo China, e incluso a la que sufren ahora Italia o España, sin contar a Estados Unidos, que es una incógnita peligrosa. De comenzar la trasmisión comunitaria, o sea entre casos no importados, será entonces el momento de tomar otras medidas. 

Flor de Paz

19/03/2020

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