Antonio Maira.- Vasco Gonçalves fue el miembro de más graduación de la Revolución de los Claveles que rompe con el régimen fascista y colonialista de Marcelo Caetano, sucesor y continuador de Oliveira Salazar.
El régimen estaba apoyado por una cúpula militar vinculada con los grandes negocios y monopolios. Su sostén era una economía colonial de enormes dimensiones que incluía los llamados “territorios ultramarinos” de Mozambique, Angola y Guinea-Bissau. La explotación colonial de los grandes recursos: madera, diamantes, minerales y materias primas, es realizada por grandes compañías portuguesas apoyadas por enormes fondos públicos. El precio, por un lado, es el enorme sufrimiento y semiesclavitud, la pobreza y marginación de sus poblaciones originarias.
Del otro lado, en la metrópoli, la mayoría del pueblo portugués sufre también la Guerra Colonial por un progresivo reclutamiento forzoso particularmente de jóvenes campesinos, obreros que están privados de los menores derechos civiles, sindicales y políticos; y viven en la miseria. La guerra es una doble explotación: colonial y de clase.
Vasco Gonçalves, es enviado a todas las colonias excepto Guinea Bissau. Goa, Mozambique y Angola. En todas aprende sobre la terrible situación colonial y las represalias sobre los pueblos alzados en armas por la independencia. Es testigo de la ferocidad de la guerra colonial, del control político de las poblaciones, del racismo y del papel de los colonizadores.
Gonçalves, ingeniero militar, fue el primer coronel que se unió al Movimiento de los Capitanes. Ocupó en él puestos de gran relevancia en los órganos de elaboración del Programa del Movimiento de las Fuerzas Armadas y en los órganos ejecutivos: Consejo de Estado, Asamblea y Coordinadora del MFA y; más tarde, en el Consejo de la Revolución.
Asumió la Jefatura de los Gobiernos Transitorios, del II al V, y dirigió el proceso revolucionario que incluyó la devolución al pueblo portugués de todos los derechos civiles, políticos y sociales; y a los trabajadores y campesinos de los derechos laborales y sindicales, la participación en la gestión de las empresas, la nacionalización de las grandes empresas industriales y agrarias. Los latifundios fueron entregados a los campesinos en pequeñas parcelas, y a los jornaleros en empresas colectivas o en comunas.
Nacionalizó también la banca y las entidades de crédito para hacer posible mecanización del campo y los préstamos a las empresas colectivas o comunas agrarias. Aseguró el salario mínimo para hombres y mujeres, fijó el precio de los alquileres. Aseguró también la liberación de las colonias y derrotó los golpes contrarrevolucionarios de Palma Carlos y de “la mayoría silenciosa” ambos dirigidos por el general Spínola.
Vasco Gonçalves, el “compañero Vasco”, como le llamaban los trabajadores, interpretó la explosión popular del 25 de Abril y el cierre de carreteras contra el golpe de Spinola como el nacimiento y la confirmación de Alianza Pueblo-Fuerzas Armadas como expresión de la revolución popular y antiimperialista. Lo mismo ocurriría con la Unidad Pueblo Fuerzas Armadas en la Venezuela de Chávez y Maduro.