Noel Manzanares Blanco – Cubainformación.- La opción del tipo de sociedad a edificar y la denominación de nuestro Partido, han sido objeto de falso positivo


El aniversario 65 de la salida de Fidel y sus compañeros del Reclusorio Nacional para Hombres ubicado en la Isla de Pinos (hoy Isla de la Juventud) el 15 de Mayo de 1955 tras cumplir prisión por la Causa del Moncada dos años antes (1), me sirve de pretexto y me convoca a insistir una vez más en los presupuestos de nuestra lucha emancipadora que nos conllevaron a derrotar el viejo Estado y construir una nueva sociedad, incluyendo la conformación de su actual Vanguardia ideo-política (2, 3, 4).

Mi propósito es esclarecer determinadas interpretaciones que se alejan del escenario real que transcurrió en las inmediaciones del año 1959.

La primera interpretación, lleva la firma de un descendiente de un traidor de los primeros meses de nuestra Revolución (5, 6): con la impronta del padre, el hijo cita un artículo de “la revista 'Cuba Socialista' de Noviembre de 2005, editada por el Comité Central del Partido Comunista de Cuba [en su versión digital]” para inferir que “El autor describe a Fidel Castro como un marxista leninista en la Sierra Maestra en el año de 1957”, e inmediatamente cuestionar: “¿Era Castro comunista, o se abrazó al comunismo por la amenaza estadounidense, o lo hizo porque éste le brindaba la oportunidad de quedarse en el poder de por vida?” (7) —las negritas son mías.

La segunda interpretación, la encontré en “Cuba: ¿Por qué un único Partido?”, firmado por Michel E. Torres Corona, con un contenido donde prevalece un atinado razonamiento que apenas lo ensombrece un desliz, a saber: “[…] y, finalmente [en 1965, en lugar de Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba, se adopta por nombre] Partido Comunista de Cuba (en cuya denominación siempre es válido declarar la marcada influencia del campo socialista y del pensamiento soviético) […]” (8) —las negritas son mías.

Así, con postulados ideológicos diametralmente opuestos, ambas interpretaciones tienen como denominador común pecar cuando exaltan el influjo del factor externo: en la primera, porque adultera nuestro proceso revolucionario frente a las agresiones yanquis; en la segunda, puesto que sobredimensiona la ascendencia soviética cuando se optó por el apellido Comunista en nuestro Partido.

Es decir, estas interpretaciones clasifican como una especie de falso positivo: “un escenario de verdad que no termina siendo” (9), pues las dos alteran lo acontecido por tergiversación y por imprecisión —respectivamente. Me explico, desde un recuento histórico.

Está documentado que Fidel utilizaba epistolarmente desde su encarcelamiento la expresión “hombres del 26 de Julio” para referirse a quienes al principio pertenecían a lo que solo le llamaban Movimiento; que el 12 de Junio de 1955 él y un selecto grupo de revolucionarios se reunieron en La Habana y acuerda que el nombre de la organización en que militaban debía ser Movimiento Revolucionario 26 de Julio (MR 26-7) en honor a los acontecimientos de ese día de 1953 en Santiago de Cuba y Bayamo; y que el 7 de Julio del propio 1955 va a preparar la continuidad de su gesta liberadora en su exilio en México (10).

Con el surgimiento de esta agrupación revolucionaria, emergió el actor que tuvo una huella decisiva en el destino de Cuba: ahí está el Ejército Rebelde, el pueblo uniformado que con Fidel al frente y el apoyo de los combatientes clandestinos en las ciudades derrocó a la Dictadura de Fulgencio Bastita (1952-1958) y se convirtió en nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias —baluarte de la edificación posterior de la Revolución Cubana; ahí está, pues, aval suficiente para que el MR 26-7 constituyera el núcleo duro del proceso devenido Partido Comunista de Cuba (PCC).

No obstante —a los efectos de ilustrar que es intrínseco al pensamiento fidelista la identificación con la Formación Económico Social (FES) Comunista más allá del influjo del factor externo—, resalto una tesis que data de Marzo de 1956, es reiterada cinco años después y queda apostillada pasadas dos décadas:

Antes del Desembarco del Granma el 2 de Diciembre de ese año, Fidel escribió:

“El Movimiento 26 de Julio es la organización revolucionaria de los humildes, por los humildes y para los humildes./ El Movimiento 26 de Julio es la esperanza de redención para la clase obrera cubana, a la que nada pueden ofrecerle las camarillas políticas; es la esperanza de tierra para los campesinos que viven como parias en la patria que libertaron sus abuelos […]” (11).

En el preludio de la invasión yanqui por Playa Girón, el 16 de Abril de 1961, sentenció:

“Compañeros obreros y campesinos, esta es la Revolución socialista y democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes. Y por esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, estamos dispuestos a dar la vida./ Obreros y campesinos, hombres y mujeres humildes de la patria ¿juran defender hasta la última gota de sangre esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes? (Exclamaciones de: '¡Sí!')” (12).

Y en el aniversario 20 de Girón, adicionó:

“En Girón se proclamó el carácter socialista de nuestra Revolución, en Girón prácticamente se forjó nuestro Partido. Por aquella época trabajábamos precisamente en la tarea de unir las fuerzas revolucionarias en una sola organización, bajo una sola dirección. Podemos decir por ello que, coincidiendo con ese momento en que llevábamos adelante esta tarea, quedó forjado nuestro Partido. Por eso se considera el 16 de Abril, fecha de la proclamación del carácter socialista de nuestra Revolución, como la fecha de la fundación de nuestro Partido” (13).

En medio de este entramado a través del cual sostengo un enfoque histórico-lógico, resalto qué sobrevino tempranamente: resultó que el cuarto día del Triunfo de 1959 “Fidel auguró el Socialismo en Camagüey” al plantear para Cuba y el mundo en general: “[…] Patria es el lugar donde no se explotan a los ciudadanos, porque si se explota al ciudadano, si se le quitan lo que le pertenece, si se roban lo que tiene, no es Patria” (14) —las negritas son mías.

A tono con estas ideas fidelistas, formulo las siguientes preguntas —asumidas en sistema:

¿Acaso esa percepción reiterada acerca de “los humildes” con énfasis en obreros y campesinos no confirma su propio comentario: “Un día dije: 'En esta universidad [de La Habana] me hice revolucionario'; pero fue porque hice contacto con esos libros [de Marx, Engels, Lenin]” (15), complementado con la siguiente advertencia: “[…] Y no podía decirse que el Movimiento 26 de Julio era un movimiento comunista. Lo que sí podía decirse es que un grupo de los que habíamos organizado aquel movimiento estábamos fuertemente impregnados del pensamiento marxista-leninista” (16)?

¿Será incierto que a ese complemento le agregó en la misma ocasión: “Y puede decirse que la concepción que inspiró la estrategia revolucionaria que dio lugar al triunfo en 1959 fue precisamente la unión, la hibridación de una tradición, de una experiencia peculiar de nuestro país [cuya brújula estaba en la doctrina de José Martí] con las ideas esenciales del marxismo y del leninismo”?

¿Quién niega que la mención a “los humildes” era en correspondencia con su definición “Nosotros llamamos pueblo si de lucha se trata” contenida en La historia me absolverá que constituía el Programa del Moncada y que concluye del modo siguiente: “¡Ése es el pueblo, cuyos caminos de angustias [estaban] empedrados de engaños y falsas promesas; no le íbamos a decir: 'Te vamos a dar', sino: '¡Aquí tienes, lucha ahora con toda tus fuerzas para que sean tuyas la libertad y la felicidad!'” (17)?

¿Qué camino debía seguir en tal empeño, si estaba consciente de que “Entre la sociedad capitalista y la sociedad comunista media el período de la transformación revolucionaria de la primera en la segunda. A este período corresponde también un período político de transición, cuyo Estado no puede ser otro que la dictadura revolucionaria del proletariado” (18)?

¿Dejará de ser coherente con su pensamiento que haya manifestado en pleno proceso de edificación de lo devenido PCC: “[…] nosotros no estudiamos marxismo por simple curiosidad filosófica o histórica. No. Para nosotros es vital, es fundamental, es decisivo, estudiar marxismo y enseñar marxismo: para la Revolución es vital y es decisivo estudiar marxismo y enseñar marxismo” (19)?

¿Qué estaba insinuando Fidel con su citado planteamiento expuesto en Camagüey al cuarto día de la Victoria de 1959, si no que el porvenir debía estar divorciado del sistema capitalista y enmarcarse en la alternativa socialista camino al Comunismo reflejada con sumo cuidado por el eco de “los discursos de Batista [que] eran ferozmente anticomunistas” (20)?

Entretanto, mi pesquisa en este asunto también me permite certificar que entre 1960 y 1961 —con el preámbulo de la creación del Buró de Coordinación de Actividades Revolucionarias en todos los niveles, fruto de que el MR 26-7 orientó a sus integrantes cerrar fila con el Partido Socialista Popular (PSP, el primero Comunista) y el Directorio Revolucionario 13 de Marzo (DR 13-M) con vistas a un trabajo más coherente y sistemático entre las tres organizaciones en favor de la integración— surgieron las Organizaciones Revolucionarias Integradas (las ORI) que, después de un proceso de rectificación de posiciones sectarias entre los años 1962 y 1963, se transformaron en Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (el PURSC) cuya evolución y perfeccionamiento conllevó a que a principios de Octubre de 1965 optara por el nombre de Partido Comunista de Cuba.

Específicamente, significo acerca del falso positivo de marras:

Por un lado, fue un hecho la hostilidad del “Norte revuelto y brutal” antes del 1ro. de Enero de 1959. Como muestra, traigo a colación que Fidel le escribió a Celia Sánchez el 5 de Junio de 1958: “[…] Al ver los cohetes que tiraron en casa de Mario, me he jurado que los americanos [los imperialistas estadounidenses] van a pagar bien caro lo que están haciendo. Cuando esta guerra se acabe, empezará para mí una guerra mucho más larga y grande: la guerra que voy a echar contra ellos. Me doy cuenta que ese va a ser mi destino verdadero” (21). Esa hostilidad, se intensificó de manera multilateral en la medida que avanzaba nuestra Revolución; al tiempo que contribuyó de facto a elevar la conciencia antimperialista popular.

Pero lo que determinó que abrazáramos la FES Comunista a la luz de Marx, Engels y Lenin con postulados martianos fue exactamente —sin obviar la repercusión del cumplimiento del Programa del Moncada: la solución de los problemas cardinales de obreros, campesinos…— la concepción del mundo y el liderazgo de Fidel con su capacidad de aglutinar y persuadir en torno a la Revolución a pesar del anticomunismo. O sea, el proceso revolucionario cubano encabezado por nuestro Líder estaba llamado a aprehender la alternativa genuinamente anticapitalista en aras de que nuestro pueblo fuera adquiriendo paulatinamente “la libertad y la felicidad” posibles.

Por otra parte, es innegable que nuestra aproximación al socialismo con epicentro en Moscú se tradujo en relaciones importantes —más, si meditamos en la envergadura de las tantas agresiones yanquis. Con justicia nuestro Comandante en Jefe expuso en el segmento “Análisis histórico de la Revolución” de su Informe Central al Primer Congreso del PCC efectuado en Diciembre de 1975: “La deuda de gratitud contraída con el glorioso Partido de la Unión Soviética y su heroico pueblo no se borrará jamás de nuestros corazones […]” (22).

Empero, significo que el apelativo de Comunista en nuestro Partido es resultado de la concepción de Fidel anteriormente resaltada unida a su convencimiento acerca de la pertinencia de consultar/hacerse acompañar por las masas ante cualquier lance de anchura. A modo de ejemplo, traigo a capítulo la comunicación que él sostuvo con los reunidos en el mencionado Octubre de 1965:

“[…] y puesto que es necesario que el nombre de nuestro Partido diga no lo que fuimos ayer, sino lo que somos hoy y lo que seremos mañana, ¿cuál es, a juicio de ustedes, el nombre que debe tener nuestro Partido? (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: '¡Comunista!') ¿Cuál es, compañero? ¡Un compañero de aquí! (EXCLAMACIONES DE: '¡Comunista!') ¡Los compañeros de acá! (EXCLAMACIONES DE: '¡Comunista!') ¡Los compañeros de allá! (EXCLAMACIONES DE: '¡Comunista!') ¡Los compañeros de allá! (EXCLAMACIONES DE: '¡Comunista!') ¡Partido Comunista de Cuba! (EXCLAMACIONES DE: '¡Comunista, Comunista!')” —las negritas son mías (23).

Hago un paréntesis para dar un detalle trascendental de lo que ocurrió en medio de ese discurso de Octubre de 1965: la oportunidad fue propicia para que Fidel leyera/diera a conocer la carta de despedida de su entrañable Compañero Che Guevara y así acallar intrigas facturadas por el enemigo.

Y retomando el tema, vale hacer un par de acotaciones: una, ello resultó en armonía con su propio proyecto martiano, marxista y leninista que lo conduce a alertar: “[…] Tenemos que llegar al más cabal desarrollo de la idea del papel del partido, y al desarrollo de instituciones que garanticen la más estrecha ligazón entre las masas y su partido de vanguardia” (24); dos, desde su condición de Primer Secretario del Partido, para ingresar en esa organización selectiva era indispensable “Poseer el visto bueno de las masas” (25) —un aporte cubano al Movimiento Comunista Internacional.

Por demás, asevero que no ocurrió abrazo “al comunismo por la amenaza estadounidense” ni en la denominación que adquirió la actual Vanguardia ideo-política cubana hubo “marcada influencia del campo socialista y del pensamiento soviético”, por las razones que a continuación anoto sucintamente:

Primera, parecería que con tan solo asistir a otra política Made in USA la probabilidad de la caída de nuestra Revolución sería un hecho. Sin embargo, es realidad que la actitud del Presidente Barack Obama en su segundo mandato ¿dejó atrás? “la amenaza estadounidense” y nuestro rumbo esencialmente siguió el mismo camino —a tono con mi examen de Diciembre de 2014 (26).

Y segunda razón, podía pensarse que tras el derrumbe del socialismo soviético entre las próximas víctimas tendría que estar el supuesto satélite ubicado en La Habana. Pero, la Historia registra con crece que nuestro Partido Comunista con el liderazgo indiscutible del mismo Fidel que vivirá por siempre (27) supo ser fiel a su propia naturaleza tanto en el plano interno como en el quehacer externo —incluso, confirmado con nuestra proeza en el Período Especial (28).

Concluyo: acredito que en la perspectiva de Fidel estuvo comenzar a construir el Socialismo como “período de la transformación revolucionaria” hacia la edificación del Comunismo en Cuba, en el marco de la coherencia en su pensamiento, su quehacer en torno al MR 26-7 y su dinámica unitaria que condujo al actual PCC; todo, desde la doctrina martiana y la teoría de Marx, Engels y Lenin. En tanto, la opción por la FES Comunista y por el nombre/denominación que en su momento escogió nuestro Partido, han sido, pues, objeto de una especie de falso positivo. El desafío es que las presentes y futuras generaciones de cubanos/as continuemos honrando tamaño legado fidelista. ¡Amén!

Nota: el autor es Presidente de la Cátedra Honorífica de Estudio del Pensamiento y Obra de Fidel Castro Ruz en la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz, Cuba.

Referencias:

1.- http://www.cubainformacion.tv/index.php/historia/51241-ipor-que-cuba-celebra-el-26-de-julio.

2.- http://banderaroja.blogspot.com/2007/07/apuntes-sobre-la-formacin-del-partido.html o Manzanares, N. (2007). Apuntes sobre la formación del Partido Comunista de Cuba. Cuba Socialista. Revista Teórica y Política editada por el Comité Central del Partido Comunista de Cuba. No. 42, La Habana.

3.- http://www.cubainformacion.tv/index.php/la-columna/249-noel-manzanares-blanco/80072-fidel-aposto-en-la-habana-por-el-partido-unico.

4.- https://www.cubainformacion.tv/la-columna/20200128/84518/84518-jose-marti-en-fidel-castro”.

5.- http://tvcamaguey.blogspot.com/2009/10/camino-de-una-contrarrevolucion-en.html.

6.- http://tvcamaguey.blogspot.com/2009/10/desenlace-de-una-contrarrevolucion-en.html.

7.- http://www.cubanalisis.com/ART%C3%8DCULOS/HUBER%20Jr%20-%20EL%20COMUNISMO%20FIDELIANO%20I.htm.

8.- http://www.granma.cu/cuba/2020-04-10/cuba-por-que-un-unico-partido-10-04-2020-01-04-34.

9.- https://www.definicionabc.com/general/falso-positivo.php.

10.- http://www.fidelcastro.cu/es/articulos/el-movimiento-revolucionario-26-de-julio-genesis-y-significado.

11.- http://bohemia.cu/historia/2016/07/el-movimiento-26-de-julio/.

12.- http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1961/esp/f160461e.html.

13.- http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1981/esp/f190481e.html.

14.- http://www.fidelcastro.cu/es/articulos/fidel-auguro-el-socialismo-en-camaguey.

15.- http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/2005/esp/f171105e.html.

16.- http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1970/esp/f220470e.html

17.- http://www.cubadebate.cu/libros-libres/2007/05/25/la-historia-me-absolvera-fidel-castro-pdf/#.WgXh7CyN7IV.

18.- https://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/gotha/gothai.htm.

19.- http://www.fidelcastro.cu/es/discursos/discurso-resumen-de-la-reunion-con-los-directores-de-escuelas-de-instruccion.

20.- http://www.cubadebate.cu/opinion/2013/10/19/50-verdades-sobre-la-dictadura-de-fulgencio-batista-en-cubas/#.XrlWA7TlQW4.

21.- http://www.fidelcastro.cu/es/correspondencia/de-fidel-celia-1958-fragmentos.

22.- http://www.granma.cu/file/pdf/PCC/1congreso/Informe-Central-I-Congreso-del-PCC.pdf.

23.- http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1965/esp/f031065e.html.

24.- http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1965/esp/f020165e.html.

25.- Malmierca, I. (1964). El método de las tres vías y los tres principios para el crecimiento normal del Partido. Revista Cuba Socialista, No 35, La Habana.

26.- http://2014.kaosenlared.net/kaos-tv/102404-cuba-eeuu-extraordinario-avance-enorme-desaf%C3%ADo.

27.- http://cubainformacion.tv/index.php/la-columna/249-noel-manzanares-blanco/72004-ifidel-vivira-por-siempre.

28.- http://www.cubainformacion.tv/index.php/la-columna/249-noel-manzanares-blanco/59469-cuba-25-anos-despues-presente.

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