Andrés Marí - Cubainformación / Fundació Vivint.- Ni más ni menos, ayer pasó en EEUU lo que EEUU promueve y ejecuta desde hace muchos años en cualquier país del mundo que no le agrade a sus mercados. Lo logró en Afganistán, Túnez, Irak y Libia, sobre todo en estos dos últimos asesinando a sus principales líderes con Francia, Reino Unido y casi todo Occidente de cómplices en la aventura y con la ‘demócrata’ Clinton sonriendo mientras miraba la película en contacto con el general egipcio que debía luego quitarle la presidencia de Egipto a un musulmán votado en las urnas, y también lo logró en Ucrania con el golpe a un aliado de Rusia, en Brasil quitando a Dilma, encarcelando a Lula y amañando “las elecciones”.
Ay, esas famosas lides entre intereses y dineros de los mismos con los que alcanzó Trump la presidencia y a él nadie podía quitársela, está demostrado, a no ser por el fraude de que acusa a ‘los demócratas’, casi igual al que estos acusaron a los ‘republicanos’ de Bush. Ahora llega la venganza ‘del burro’ o, mejor dicho, el sacar del juego con los mismos intereses y dineros a quien, cumplido un plan, no podía echar a perder otros.
Finalmente, nada sucedió ayer en Washington, salvo los 4 muertos y los numerosos heridos que fueron filmados para un próximo Oscar y se vuelva a salvar la hegemonía de EEUU en el gran espectáculo de la Democracia Mundial con un Biden recapitulando algunas cosillas, nada convenientes por ahora, del America First: el verdadero EEUU que se suicida cada día por seguir imperando con los mismos intereses, dineros y según convenga hacer de bestia a un burro o a otro elefante, que eso nunca se sabe...
¡Y que China aguante y que Rusia olvide sus nostalgias! Todavía falta algo por hacer antes de meterle la mano definitiva a una y a la otra. Entonces, sigamos con los ‘buenos hechos’ en la era de un triste elefante: lo logró en Ecuador infiltrándole un traidor a Correa, en Bolivia quitando a Evo por el litio con un ejército y una policía formados en EEUU, en el Reino Unido con un Johnson y el Brexit para seguir dividiendo a Europa y a esta chantajeándola con el comunismo si no la apoya con el presidente designado en Venezuela y para que no condene el Estado de Derecho ‘existente’ en Polonia y Hungría, en Israel con un Netanyahu adquiriendo más tierra palestina, reuniendo a su gobierno en los Altos del Golán sirio, y sobre todo como su gendarme con los pueblos árabes desde Marruecos hasta los Emiratos del Golfo. ¡Y que se cuiden Corea del Norte, Irán, Cuba, Maduro y Bielorrusia! Están en el tapete no cumplido por Trump y hay prisa por cumplirlo antes que llegue una rara noticia: que igual a como EEUU decide si en unas elecciones hubo fraude o no enviando a sus asesores a cualquier país del mundo, también el mundo envíe los suyos a EEUU. De todas maneras, aun con ciertas diferencias, los intereses y los dineros que los elijen y los pagan son los mismos.
Mientras los burros y los elefantes del America First hablen, el problema no son los animales, sino de los ladrones de sus palabras. Por ello el éxito sobre estos solo depende de que toda la vida enamorada lo quiera -algo que solo podría encontrarse cuando se compartan naturalmente todas las riquezas del planeta entre todos-, y decidamos inaugurar zoológicos en nuestras comunidades con los intereses y los dineros que crean animales desnaturalizados. Solamente cuando toda la belleza del Universo sea nuestra se salvarán la espléndida Naturaleza, las creaciones humanas y la esperanza para vivirlas. Ello sucederá, claro está, cuando los del America First acepten ser los últimos.
* Andrés Marí es escritor, profesor y actor cubano residente en Catalunya.
