Por Lázaro Fariñas*- Cubainformación-Radio Miami.-Bueno, Trump y su tropa de choque, su cesto de deplorables o de «camisas sucias» como algunos le llaman, han logrado parte de su objetivo y es crear el caos y el terror en el estamento político de este país. Durante los últimos cuatro años, el Presidente Trump ha estado calentando los motores, le ha estado dando gasolina a los elementos más radicales, más racistas, más anti sistema, más supremacistas, más desarraigados, y más ultra derechistas país. En cada mitin político que ha realizado durante todos estos años, le ha alimentado el odio a estos elementos al máximo de los extremos.

Washington, en estos momentos, es una ciudad en estado de sitio, totalmente militarizada y atemorizada. ¿Por culpa de quién? Desde 1861, cuando la Guerra Civil, no se veía en la capital de la nación tantos militares juntos y listos para el combate. Soldados armados hasta los dientes custodian las principales avenidas, hay más en aquella ciudad que los que hay desplegados en Irak, Afganistán, Siria y Sudán juntos. ¿Por culpa de quién?

A la ceremonia de inauguración del nuevo Presidente, no irá el viejo, algo que muy pocas veces ha sucedido en la historia del país, y no va porque su ego y su odio no se lo permiten.

Trump se despide de la ciudad, pero deja en ella una sensación enorme de inseguridad y temor y deja en el país una división nunca antes vista desde el siglo IXX en la época del Presidente Lincoln.

Intenta hacer una fanfarria de despedida en la base militar desde la cual partirá hacia La Florida. Todavía en ese momento será Presidente de la Nación, así que bien puede montar tal tinglado.

Horas después de eso, cuando sea un ciudadano más, esperemos que los tribunales de justicia del país le hagan pagar en algo todo el daño que le ha hecho a los Estados Unidos y al resto del mundo.