Por Arthur González*/Martianos-Hermes-Cubainformación.-Sin el menor respeto por los derechos humanos y en demostración de hasta dónde son capaces de llegar quienes no admiten posiciones soberanas de otros países, se plasma en una carta del Ministerio de Relaciones Exteriores de Londres, Foreign Office, la cual revela planes subversivos para contrarrestar la llamada “desinformación y propaganda” de Rusia hacia su propio pueblo y de Europa, documento secreto divulgado por el grupo de hackers Anonymous, en estos días de febrero 2021.


Ese complot forjado por la inteligencia británica no es novedoso, pues nunca han dejado de atacar a Rusia, a la que consideran como su rival más temible y por eso destinan presupuestos millonarios para lograr ensuciar la imagen de Moscú y a su líder Vladimir Putin.

Los documentos filtrados por informáticos del grupo de Anonymous, ponen al descubierto planes secretos donde se comprueba la obstinación del Gobierno del Reino Unido por socavar la estabilidad interna de Rusia, específicamente en los casos de los fabricados envenenamientos de los Skripal y de Alexei Navalni, con el objetivo de satanizar a la administración Putin y preparar el escenario para incrementar las sanciones en su contra, por Estados Unidos y la Unión Europea, las que buscan crear malestar en la ciudadanía, especialmente los jóvenes y que estos salgan a las calles a derrocar al actual gobierno, mediante el llamado Golpe Suave.

Esas informaciones exponen que el tema del envenenamiento de Navalni es falso y solo fue el pretexto construido para atacar a Moscú y justificar más sanciones.

Los informes revelados afirman que compañías del Reino Unido, tras las que se esconden los servicios de inteligencia británicos, admiten que son responsables de las recientes protestas contra Moscú, organizadas a través de Telegram, prueba de lo que hacen aquellos que se dicen “preocupados por los derechos humanos”.

Una de las informaciones descubiertas por Anonymous, afirma que, los británicos dieron apoyo a la “prensa independiente” rusa, para elaborar campañas mediáticas que buscan influir también en los ciudadanos de Ucrania, Moldavia y Georgia, para lo cual esas “compañías” aprobaron casi 12 millones de dólares para tres años de trabajo, unido a cerca de ocho millones de dólares, por igual período, para predisponer a los países bálticos.

El método es similar al que aplican los yanquis contra Cuba, Venezuela, Nicaragua, Irán y Siria, con la utilización de la USAID y la NED como pantalla de la CIA, para sus acciones de subversión interna, que buscan cambiar esos gobiernos.

Anonymous denuncia que en uno de los documentos secretos se puede leer, que los británicos contrataron a la compañía Zinc Network, para brindar una segmentación de la audiencia y un soporte de focalización para dos de los principales medios de prensa rusos, calificados como “independientes”, nombrados Meduza y MediaZona,

Según esos informes, Meduza está ubicado en Letonia y recibe financiamiento desde Londres para la promoción de las políticas y valores europeos, propósitos que recuerdan la afirmación que hizo el exdirector de la CIA, Allen Dulles, cuando en una de sus intervenciones para explicar el estimado de inteligencia yanqui respecto a Moscú, dijo:

“Sembrando el caos en la Unión Soviética, sin que sea percibido, sustituiremos sus valores por otros falsos y les obligaremos a creer en ellos. Encontraremos a nuestros aliados y correligionarios en la propia Rusia. Episodio tras episodio se va a representar por sus proporciones una grandiosa tragedia, la de la muerte del más irreductible pueblo en la tierra, la tragedia de la definitiva e irreversible extinción de su autoconciencia”.

El Foreign Office no se ha pronunciado sobre dicha filtración, según asegura María Zajárova, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, pero no hace falta que lo haga para comprender que es la misma forma de actuar de los yanquis, demostrado en el caso de Cuba, cada vez que desclasifican operaciones encubiertas ejecutadas por la CIA, en sus fracasados sueños por destruir a la Revolución socialista.

¿Qué pudiera decir al respecto Antony Stokes, embajador del Reino Unido en Cuba, quien recientemente en su cuenta de Twitter, Dr Antony Stokes LVO (@embAntony), pidió al gobierno cubano que respete los derechos humanos?

Es usual que muchas personas vean la paja en el ojo ajeno, a pesar de tener muchas más en el propio.

Sin embargo, la embajadora de Cuba en Londres no ha solicitado al gobierno británico que respete los derechos humanos del periodista Julián Assange, espiado por los servicios de inteligencia británicos durante su permanencia en la embajada de Ecuador, ni por el tratamiento inhumano que recibe actualmente en una cárcel londinense de máxima seguridad, confinado a una celda en solitario, que incrementa su delicado estado de salud.

¿Por qué si tiene tantas preocupaciones por el respeto a los derechos humanos, el Dr. Stokes no le reclamó a Washington por las 242 sanciones contra la economía cubana, que afectan a los 11 millones de ciudadanos de la Isla?

Ese tipo de “preocupaciones” no pueden andar en paños menores. Si son sinceras deben ser ante todo justas y tocar la médula del asunto. Lo primero es condenar el millonario financiamiento y abastecimiento que reciben los llamados “disidentes” cubanos, fabricados al estilo yanqui, que no representan a la inmensa mayoría del valeroso y abnegado pueblo de la Isla, para divulgar noticias falsas y tergiversadas, como hace Londres contra Moscú, algo que parece no preocupar al señor embajador.

Razón tiene José Martí al afirmar:

“Todo prejuicio está casi siempre cerca de lo injusto”

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