Paco Azanza Telletxiki - Cubainformación - Baraguá.- Hoy hace 203 años, el 5 de mayo de 1818, nació un niño en la ciudad alemana de Tréveris al que sus padres pusieron el nombre de Karl. De apellido Marx, años después, junto a su camarada Friedrich Engels, sentó las bases teóricas para la transformación radical de la sociedad.
Fundador del socialismo científico, en su actividad como líder y precursor del movimiento obrero internacional, Karl Marx siempre fue un hombre teórico y práctico; de modo que, cuando las circunstancias así lo requerían, no tenía ningún inconveniente en abandonar su rincón de estudio para intervenir personalmente en las luchas políticas, fundiéndose con las masas y conduciendo a éstas en las grandes batallas por la liberación de la clase obrera.
De un tiempo ya amplio a ésta parte, dadas las visibles crisis del capitalismo en todo el mundo, Karl Marx ha vuelto a cobrar especial relevancia. Pero Marx nunca se fue del todo (en realidad siempre permaneció muy cerca) porque, a pesar de la distancia marcada por el hombre occidental respecto a las verdades científicas descubiertas por el autor de El capital, sus importantes descubrimientos siempre permanecieron en el subconsciente de las personas.
Las ideas de Marx son imperecederas para todos los tiempos porque él no se limitó únicamente al estudio de la economía, sino que, además, sus descubrimientos tienen fundamento filosófico y la cultura ética que expresan está fundamentada en la redención de la mujer y del hombre.
No sorprende que, desaparecido físicamente hace 138 años, Karl Marx continúe cumpliendo años y siga vivo. Hoy más que nunca, la clase obrera lo necesita.