Noel Manzanares Blanco-Cubainformación.- Al margen del neoliberalismo, con resolución frente el 11/07, ponderando la solución de las contradicciones y estableciendo definiciones guía del actuar revolucionario
En los trabajos que antecedieron a esta versión del título, resalté que Miguel Díaz-Canel Bermúdez revitaliza el Proceso de Rectificación de los años ochenta del siglo XX (1); vigoriza la percepción martiana del deber ante la Patria para dinamizar la edificación/irreversibilidad de nuestro Socialismo (2); trabaja a tono con el legado de Fidel y las orientaciones de Raúl (3); encabeza la continuidad de nuestra obra liberadora (4); y deja su huella ante la Covid-19 (5) —entre otros aspectos.
Para despejar dudas acerca de este rótulo, advierto que en el propio camino de su realización el quehacer teórico-práctico de Díaz-Canel en función de elevar a planos superiores nuestra Patria, su Revolución y su Socialismo me ha servido de brújula. Y como tal quehacer ha sido/es una constante con enfoque sistémico, se explica el porqué luego de un año de la quinta versión decidí complementar con esta y otras probables versiones.
Puntualmente —siempre asumiendo los contenidos en sistema—, en esta ocasión me dispongo a significar asuntos destacados por el Primer Secretario del Partido Comunista y Presidente de la República en Cuba en los doce meses pasados, en general, y en particular algunas de sus apreciaciones desde el 11/07 último hasta el momento actual.
Así, traigo a capítulo la orientación de nuestro Líder partidista y estatal en el sentido de “acelerar el ritmo y las transformaciones profundas que nos debemos con innovación. Por eso insistimos tanto en el papel de nuestras universidades y centros científicos, que nos acompañan en los análisis y elaboración de las propuestas” (6); unido a una alerta: “Hemos vivido este año de pandemia quizás, el año más duro de la Revolución en las últimas décadas”. “Lo que se ha aplicado en Cuba [sin embargo] rompe los paradigmas del neoliberalismo [porque se asienta en la dignidad y la equidad]” (7).
Comparto asimismo otras de sus orientaciones, esta vez desde el 8vo. Congreso de nuestro Partido:
“Lo que recibimos hoy no son cargos y tareas. No es solo la conducción de un país. Lo que tenemos delante, desafiándonos continuamente, es una obra heroica, descomunal”. “Estará siempre presente [Raúl], bien al tanto de todo, combatiendo con energía, aportando ideas y propósitos a la causa revolucionaria, a través de sus consejos, su orientación y su alerta ante cualquier error o deficiencia, presto a enfrentar al imperialismo como el primero con su fusil en la vanguardia del combate”.
“Lo digo sin queja. En una Revolución auténtica la victoria es el aprendizaje. No marchamos sobre una ruta probada. Estamos desafiados a innovar constantemente, cambiando todo lo que deba ser cambiado, sin renunciar a nuestros más firmes principios. Sin apartarnos jamás del concepto Revolución que nos legó el líder invicto de esta proeza [Fidel], pero libres de ataduras rígidas y conscientes de los posibles equívocos que entraña hacer camino al andar” (8).
No obstante, subrayo parte del modo en que Díaz-Canel enfrentó los sucesos del 11/07 (9):
Primeramente, la pregunta: “¿Quién no se estremeció al saber que vándalos de la peor entraña apedrearon la sala infantil del hospital de Cárdenas, obligando a niños y madres a buscar refugio en los baños o bajo las camas de la institución?”.
Luego, el razonamiento: “Nada de esto que denunciamos hoy nos aparta de la necesaria autocrítica, de la rectificación pendiente, de la revisión profunda de nuestros métodos y estilos de trabajo que chocan con la voluntad de servicio al pueblo, por la burocracia, las trabas y la insensibilidad de algunos que tanto dañan”.
Y como colofón, la sentencia:
“La Revolución Cubana borró para siempre las semillas de la maldad, del odio, del deshonor y el crimen”. “¡Que viva Cuba soberana, independiente y socialista!”. “¡Cuba de todos los cubanos que, estén donde estén, trabajan por verla avanzar con sus propias piernas y sus propios brazos hacia un destino de prosperidad posible!”. “¡A Cuba ponle corazón! ¡Ponle corazón a la Patria, a la Revolución, al Socialismo!” (10).
Por demás, nuestro Primer Secretario y Presidente establece definiciones operacionales devenidas guía del actuar de hoy y mañana, a saber:
“Determinar las contradicciones, estudiarlas y profundizar en sus causas, tiene que ser un ejercicio participativo, con la población”. “Hacer política, requiere de la convicción de que tenemos que hacer un trabajo especial con la población y un trabajo especial con la juventud”. “[…] el concepto de poder que se utiliza en Cuba, en la Revolución cubana, es el concepto de Poder Popular, que está subordinado o se construye en el concepto de soberanía popular, y ¿cuándo hay soberanía popular?, cuando, como dice uno de los artículos de nuestra Constitución, todo está en función del soberano, y quién es el soberano: el pueblo”.
“Defender este concepto del Poder Popular, es defender la sostenibilidad y la viabilidad del socialismo en Cuba, es una manera de gobernar intrínseca a la revolución socialista cubana, no hay una experiencia en el mundo que sea igual que esta, la podremos perfeccionar pero esa es la nuestra, y es muy buena, porque genera un sistema democrático diferente al capitalismo, esa democracia que se nos trata de imponer y que es una mentira” (11).
Apenas añado que nuestro Líder partidista y estatal en su encuentro con intelectuales sobresalientes e integrantes de la dirección de la UNEAC retomó el tema de las contradicciones al acreditar: “Nosotros tenemos que ser fuertes para resistir el ataque; (…) y todo lo podemos lograr con debates, consensos, con conversación, con análisis, buscándole solución a las contradicciones” (12). Y al respecto, me permito acentuar que la contradicción “expresa en dialéctica la fuente interna de todo movimiento, la raíz de la vitalidad, el principio del desarrollo” (13).
Concluyo: como concatenación de su obrar en pro de Cuba y su Revolución, Díaz-Canel desarrolla una ardua labor al margen del neoliberalismo (14), con resolución frente a los sucesos del 11/07, ponderando la solución de las contradicciones y estableciendo definiciones operacionales —esencial: al rededor del Poder Popular— devenidas guía del actuar revolucionario de hoy y mañana. Se trata de una posición que enaltece al grueso de cubanas y cubanos, y nos convoca a trabajar en el perfeccionamiento de nuestro Socialismo. ¡Amén!
Referencias:
4.- https://cubainformacion.tv/la-columna/20200224/84812/84812-cuba-diaz-canel-revolucion-4.
5.- https://cubainformacion.tv/la-columna/20200825/87576/87576-cuba-diaz-canel-revolucion-5.
6.- http://www.cubadebate.cu/opinion/2020/10/28/siempre-sera-un-honor-estar-a-tu-servicio-patria-amada/.
11.- http://www.cubadebate.cu/noticias/2021/10/01/el-socialismo-cubano-es-una-obra-de-justicia-social/.
12.- http://www.cubadebate.cu/noticias/2021/10/01/que-el-arte-nos-reconcilie-con-lo-mejor-de-la-vida/.