Noel Manzanares Blanco – Cubainformación.- La desesperación de Washington y secuaces es a causa de nuestra recuperación de la Covid-19 y de la economía, y lo que ello implica
Cada vez que se aborde las relaciones entre ambos lados del Estrecho de la Florida, vale recordar el añejo “Memorando del Subsecretario de Estado Adjunto para Asuntos Interamericanos (Mallory) al Subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos (Rubottom)” donde se aboga por hacer “los mayores avances en negar dinero y suministros a Cuba, para disminuir los gastos monetarios y económicos, salarios reales, para provocar hambre, desesperación y derrocamiento del gobierno” (1).
Asimismo, vale recordar el “matrimonio” Trump-Biden en la política contraria al bienestar del grueso del pueblo cubano: sobre la hostilidad del primero, resalté las más de 240 medidas incrementadas en medio de la Covid-19 y coronada la víspera de su salida de la Oficina Oval con la “Inclusión de Cuba en la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo./ Inclusión de Cuba en lista de Adversarios Extranjeros del Departamento de Comercio, en virtud de orden ejecutiva firmada por Trump” (2).
Y acerca de la hostilidad del segundo, destaqué lo harto evidente: en esencia, no se aparta de su antecesor en la Casa “Oscura”; así como la posición de nuestro Canciller Bruno Rodríguez: “Es una lástima que el presidente Biden no pueda implementar su propia política hacia Cuba”. “Es un terrible error seguir implementando este tipo de sanciones crueles, incluso sanciones durante una pandemia” (3). Pero allí no se detiene el asunto.
A pesar de que hace unas semanas el Departamento de Estado de EEUU ¿descubrió? lo denunciado/sostenido por Cuba sobre los inexistentes “ataques sónicos” a sus diplomáticos —“Creemos que los sonidos grabados son de origen mecánico o biológico, más que electrónico. La fuente más probable es el grillo de cola corta de las Indias”, se lee en un informe (4)—, el mismísimo Biden no se da por enterado y rosa la ignominia, a saber:
Trascendió: “Biden firma una ley en apoyo de las víctimas del 'síndrome de La Habana'”. “La legislación, bautizada 'Ley de La Habana', establece que el Gobierno de EE.UU. tiene la obligación de ayudar a quienes han sufrido esos 'ataques' cuyo origen se desconoce y que provocan síntomas similares a los de lesiones cerebrales, mareos, dolores de cabeza y falta de capacidad de concentración” (5).
Si la propia fuente del trascendido refleja que “Más de 200 diplomáticos estadounidenses destinados a diferentes países han padecido [esos] síntomas” y que “Un informe interno dado a conocer a principios de este año reveló que Trump acusó a La Habana sin pruebas”; entonces, es lícito preguntarse: ¿A qué viene, si no a más hostilidad, que el hombre proa del régimen yanqui haya firmado lo que puede ser un gesto de buena voluntad hacia sus conciudadanos, pero que constituye una injuria denominarlo “Ley de La Habana”?
Como complemento, el propio régimen ideo-político estadounidense que por más de sesenta años mantiene una Guerra Multilateral contra la mayoría de cubanos/as —usted podrá notar que no aludo a que “Expertos de la ONU acusan a EEUU de violar los DDHH con sus declaraciones de emergencia hacia otros países” (6)— en este momento “condena decisión de Gobierno cubano de no respetar derechos al prohibir la protesta del 15 de noviembre” (7).
Se trata del propio régimen ideo-político que amamanta a la delincuencia política con epicentro en Miami, a juzgar apenas por su dejar hacer ante el siguiente lance neofascista:
“El autodenominado Ultrack, un youtuber de Miami bien activo en las campañas anticubanas, ya no solo pide guerra e intervención militar contra la nación cubana, no solo pide violencia contra los cubanos, ahora arremete directamente contra el presentador del programa Con Filo, alienta que lo agredan y pide el asesinato de periodistas y funcionarios de la isla, entre una larga lista de actos terroristas que las autoridades gringas le permiten” (8).
A la sazón, los mercenarios/as Made in USA cumplen al pie de la letra las orientaciones de sus pagadores. Ahí está el caso del individuo cuyo nombre e identificación del sitio para el que escribe no me honran mencionar —subrayé días atrás (9): con una ¿civilidad? manipuladora, justifica la intención de armar desórdenes públicos, en franca violación de artículos de nuestra Constitución —como los que siguen, entre otros:
“4. La defensa de la patria socialista es el más grande honor y el deber supremo de cada cubano. La traición a la patria es el más grave de los crímenes, quien la comete está sujeto a las más severas sanciones. El sistema socialista que refrenda esta Constitución, es irrevocable” y “45. El ejercicio de los derechos de las personas solo está limitado por los derechos de los demás, la seguridad colectiva, el bienestar general, el respeto al orden público, a la Constitución y a las leyes” (10).
Por cierto, un consorte de causa de ese individuo fue recientemente caracterizado por alguien que le conoce desde hace una década del modo que continúa:
“[Se] define a sí mismo como 'demócrata de izquierdas', asistió en 2019, concretamente del 12 al 14 de septiembre, a uno de los talleres del proyecto 'Diálogos sobre Cuba'. Ese taller fue parte del programa de formación de liderazgo que organiza la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés), una organización estadounidense que, junto a la USAID, se encarga de la parte legal de las operaciones ilegales de la CIA” (11).
Para precisar el contexto en el que se desarrolla esta componenda, vuelvo a sugerir la consulta de “Cuba y la cuestión de los derechos humanos: De la representación mediática a la realidad factual/ Un análisis comparativo de cuatro países según los informes de Amnistía Internacional: Cuba, Estados Unidos, Francia y España” donde se demuestra que la Isla es recién nacida en el tema de violaciones de DDHH en comparación con la adultez que en ello exhiben esos países desarrollados (12).
Y vuelvo a sugerir igualmente tener en cuenta que “los mercenarios o las actividades relacionadas con ellos, cualquiera que sea la forma en que sean utilizados o la que adopten para darse una apariencia de legitimidad, son una amenaza para la paz, la seguridad y la libre determinación de los pueblos y un obstáculo para el goce de los derechos humanos por los pueblos” —según la Oficina del Alto Comisionado de DDHH de la ONU (13).
Entretanto, si bien un reporte de EFE de dos meses atrás acredita que “Cuba enfrenta el actual rebrote de la pandemia —reflejado en un promedio de 8.000 casos y 70 muertos diarios— con falta de oxígeno, medicinas y médicos, hospitales sobresaturados y servicios funerarios colapsados” (14), sin mencionar cómo el Bloqueo de EEUU repercute en ello; la situación mejora: “Cuba registra otros 2.354 casos de covid-19 y sigue la tendencia a la baja” (15) —título reciente de la misma EFE.
Y otro reporte de un medio occidental daba cuenta el mes pasado que “Cuba es el primer país del mundo en vacunar a menores desde los dos años de edad” (16) —aunque la CNN nos quieren robar el mérito, ¿casualmente? (17)—; mientras que un despacho desde nuestra Cancillería hace constar:
“El avance de la vacunación masiva antiCovid-19 en Cuba favorece hoy la disminución de casos positivos diarios, las hospitalizaciones y los fallecidos, tendencia que según expertos se mantendrá en los próximos meses./ Según el Ministerio de Salud Pública (Minsap), diariamente se administran entre 200 mil y 300 mil dosis de inmunógenos propios, que ya alcanzan al 60,3 por ciento de la población (seis millones 748 mil 348 personas) con el esquema completo al cierre del 16 de octubre” (18).
Por su parte, en nuestra economía asoma la “fase gradual de recuperación”. Considera Alejandro Gil Fernández, viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación:
“Poco a poco iremos recuperando los niveles de actividad perdidos en el transcurso de los últimos dos años, así como los niveles de oferta a la población de determinados productos que han escaseado desde mediados del 2019”. “[Porque] la recuperación de la economía va en la dirección de contener la inflación”. “Si no hay un nivel de oferta es muy difícil establecer controles efectivos con medidas administrativas”.
“Es verdad que, si pudiéramos vender dólares en bancos y Cadecas, era una manera de combatir el 'mercado negro', pero en este minuto no podemos hacerlo, por la escasez de divisas que tiene el país y las prioridades definidas, porque el dinero que disponemos lo tenemos que utilizar para importar arroz, frijoles, los medicamentos del cuadro básico, combustibles, para darle sostenibilidad al sistema electroenergético” (19).
Se puede comprender, pues, el porqué de la rabieta del “Norte revuelto y brutal” de cara al desenvolvimiento de la Mayor de las Antillas —a pesar del sinfín de pesares.
Concluyo: el pulso de Cuba devela la desesperación de Washington y secuaces a causa de nuestra recuperación de la Covid-19 y de la economía. Así, hago mío el “Editorial: La razón es nuestro escudo/ La dignidad, la resistencia y la unidad son nuestras fuerzas más poderosas frente a la deshonrosa y canalla acción anexionista que sirve al enemigo histórico de la nación cubana en su plan de fracturarnos y dividirnos para vencernos” (20). Con estos presupuestos, auguro paulatina mejoría para nuestro pueblo. ¡Amén!
Referencias:
1.- https://history.state.gov/historicaldocuments/frus1958-60v06/d499.
2.- http://www.cubadebate.cu/noticias/2021/01/20/las-mas-de-240-medidas-de-trump-contra-cuba/.
10.- http://www.granma.cu/file/pdf/gaceta/Nueva%20Constituci%C3%B3n%20240%20KB-1.pdf.
12.- https://journals.openedition.org/etudescaribeennes/21485.
13.- https://www.ohchr.org/Documents/Publications/FactSheet28sp.pdf.
14.- https://www.efe.com/efe/america/sociedad/la-pandemia-asfixia-salud-en-cuba/20000013-4612258.
18.- http://www.minrex.gob.cu/es/masiva-vacunacion-en-cuba-favorece-disminucion-de-casos-de-covid-19.
20.- https://www.granma.cu/pensar-en-qr/2021-10-13/la-razon-es-nuestro-escudo-13-10-2021-00-10-13.
