Javier Francisco Domínguez - La Otra Versión / Cubainformación.- Esta es una interrogante que se vienen haciendo muchos cubanos tanto de la isla como aquellos que residen en Miami, sobre todo después de una campaña electoral donde el candidato demócrata criticó las más de 200 medidas de su antecesor contra la economía cubana.

Desde algunos meses antes de las elecciones norteamericanas ya se notaba que el ambiente extremista en Miami se agudizaba previendo una derrota trumpista. Era evidente que había que crear una atmósfera hostil entre ambas naciones para entorpecer el acercamiento que se pronosticaba con la llegada de un demócrata a la casa blanca.

La presión de Miami no basta.

Los extremistas de Miami han hecho su trabajo manteniendo vivo el viejo fantasma de la guerra fría. En los últimos años hemos visto escenas ridículas y fuera de época como cancelación de conciertos y amenazas a artistas solo por el hecho de no hacer declaraciones politizadas que digan lo que la mafia cubana quiere escuchar pero todo ese show no es suficiente.

Tren Mariel-Habana-Cárdenas. Descarrilado 25 de Mayo de 2019. Desde Miami se pagaron 1000 dólares por esta acción.

Tampoco las manifestaciones tanto en Miami como frente a la casa blanca pidiendo una intervención militar norteamericana en la isla bastaron para movilizar una decisión al más alto nivel imperial. La administración Biden se mantuvo inamovible y casi sin expresarse en relación al tema Cuba, quizás esperando que en medio de una pandemia con todas las trabas impuestas se pudiera provocar el estallido interno esperado durante décadas.

Por ahí va la respuesta a la interrogante inicial. EE.UU siempre necesita una justificación para sus actos más absurdos e inhumanos y ahí es donde entran a escena sus servidores dentro de Cuba. Aquellos que bajo una máscara de civismo e ingenuos reclamos van allanando el camino a la bota imperial.

La estrategia que primero se implementó de una manera un poco torpe ofreciendo dinero y recargas para que jóvenes cubanos ejecutaran actos terroristas como descarrilar trenes o lanzar piedras y cócteles Molotov a omnibus e instalaciones de salud dados a conocer a principio de 2020 por las autoridades cubanas luego tuvo su mayor expresión el 11 de julio de 2021 con actos violentos y de vandalismo en algunas localidades de provincias como La Habana, Matanzas, Villa Clara y Camagüey.

Mercedes Hernández Morgan sufrió una herida en el rostro a manos de los vándalos del 11 de julio en Cárdenas.

Justamente estos hechos y las detenciones y enjuiciamientos que lógicamente provocaron ya son la justificación que necesitaba la actual administración para mantener las medidas de cerco económico que aplicó Donald Trump en medio de una pandemia.

Precisamente lo anterior lo manifestó explícitamente este 7 de noviembre en una entrevista para CNN,Jake Sullivan asesor de seguridad nacional del presidente, Biden. “Las circunstancias cambiaron” expresó en referencia a los sucesos del 11 de julio. Sus declaraciones llegan solo horas después de que el presidente decidiera mantener el cierre de las remesas de residentes a sus parientes y amistades en la isla.

La estrategia inicialmente violenta ahora se perfecciona con una irónica convocatoria a manifestación pacífica que según los manuales de guerra no convencional son las que van creando las bases a las revoluciones de color aplicadas en no pocas naciones para derrocar gobiernos no afines a los intereses de Washington.

Curiosamente uno de los reclamos de esta supuesta manifestación cívica es pedir libertad para los condenados por los actos violentos de vandalismo del pasado 11 de julio, también solicitan el derrocamiento del sistema, algo que va contra la constitución cubana que declara irrevocable el sistema socialista.

Pero la vida es tan curiosa e irónica que el propio código penal, en aquella nación que pretende derrocar el sistema cubano, refleja en su párrafo 2385 penas de hasta 20 años para aquel que preconice el derrocamiento del gobierno o del orden establecido. Por tanto, cuando los servidores al gobierno norteamericano en Cuba logren la añorada visa y viajen a su paraíso allá no podrán hacer lo que hacen en Cuba porque tendrán que responder ante los tribunales y entonces no tendrán ni a un youtuber que les de cobertura a su caso.

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Javier Francisco Domínguez. Psicólogo, actor y locutor nacido en Cuba y comprometido con la verdad de los pueblos. Con aquellos que no tienen voz y cuyos intereses y necesidades rara vez se ven reflejados en los grandes medios de comunicación.