Gerardo Moyá Noguera*.- Cuba, siempre Cuba, a ver cuándo se dejará de hablar en sentido catastrófico de la isla de Cuba o mejor decir, el archipiélago de Cuba, porque la isla del Caribe está conformada por multitud de cayos e islas pequeñas. ¿Cuándo no se hablará más? y ¿Por qué no se habla de otros países como China, Rusia, Venezuela, etc. ? Al final llego a la siguiente conclusión: No se habla de estos otros países que por cierto están en la honda del socialismo porque su población es inmensa y además están muy, muy lejos de los EEUU o sea, del imperio, quien tiene siempre en el punto de mira a la isla caribeña que está solo a 90 millas de Miami, el mayor foco terrorista que existe en aquellas latitudes.
No me cabe la menor duda de que el mundo hoy en día esta dividido, no en derechas e izquierdas, sino entre ciudadanos buenos y malos. Digo esto porque en el país donde vivo, España, no hay distinción entre la derecha y la mal llamada izquierda, sino entre buenos y malos. ¡¡¡Ojo!!! Al decir malos da la impresión de que estamos utilizando el término tan visto en las películas del oeste americano, buenos y malos. No, no se trata de esto, se trata única y exclusivamente de ciudadanos que cumplen estrictamente con sus deberes en todos los sentidos; y los otros, los malos, aquellos que todo el tiempo están conspirando como pueden destruir, desestabilizar, borrar de la faz de la tierra, etc.etc. A todos aquellos ciudadanos que no piensan o viven en paz, que no piensan como ellos, y así quieren seguir existiendo. Cuba, nuestra Cuba, país con la mayor dignidad posible en la que los ciudadanos nacidos antes del 59 y que hay muchos todavía, siguen aferrados a la Revolución, tal como debe ser, porque la Revolución cubano-socialista les dio la gran oportunidad de realizarse como personas estudiando, cosa que no podían hacer en tiempos de la dictadura, y morir por unos ideales, como aquellos en la que los próceres ( antepasados ) les enseñaron y que además murieron en la defensa de estos. Tengan todos presente lo siguiente: "Saberse sacrificar es el precio del éxito durable en todo y los cubanos son un buen ejemplo de ello".
Gerardo Moyá Noguera
*Presidende de la Casa de Amistad Baleares-Cuba