Por Arthur González*/Martianos-Hermes-Cubainformación.- El actor cubano Yúnior García, instigador de una manifestación provocativa contra el gobierno cubano para el día 15 de noviembre 2021, partió raudo y veloz de Cuba sin cumplir con su decisión de marchar en solitario el día 14 y dejó embarcados a sus seguidores. Lo dramático del asunto es que previamente había obtenido un visado turístico para España, por tanto, su viaje estaba premeditado, algo que un verdadero “opositor” político no haría, prueba de su carencia de ideas y principios.


Realmente lo que se maneja entre bambalinas es que, dada su falta de conocimientos en el viejo oficio de “disidente”, su salida fue para recibir preparación en España y mostrarle como allá enfrentan las acciones de la oposición, algo que le resultará de gran importancia para su futuro.

Una de las primeras lecciones es la explicación detallada de la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana, más conocida como Ley Mordaza, puesta en vigor en julio del 2015 por el Gobierno de Mariano Rajoy, y su alcance, consistente en proporcionar a las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado, de una alta discrecionalidad​ a la hora de reprimir y sancionar las infracciones previstas en la misma.

En su adiestramiento, las autoridades españolas le explicarán que las fuerzas de Seguridad del Estado mantienen un poder inédito sobre los ciudadanos en “democracia” y poseen un carácter inmediatamente ejecutivo para sancionar y los recursos contra dicha sentencia deben encauzarse en última instancia por vía de la jurisdicción contencioso-administrativa, normalmente muy lenta y costosa.

 

Así podrá comprender que su proyectada manifestación provocativa, no autorizada por las leyes cubanas, en España tendría un tratamiento muy “democrático”, con una brutal represión, persecución o incluso condena por “terrorismo”. Ejemplos de esto son las sanciones a españoles por solo enviar twist, como fueron los casos de los tuiteros Cassandra y Arkaitz Terrón, o los titiriteros, periodistas y cantantes sancionados, entre los que se encuentran César Strawberry, La Insurgencia, Valtonik y el rapero catalán Pablo Hasel, a pesar de no haber ejecutado ni provocaciones callejeras ni actos violentos y menos cambiar el sistema.

A Yúnior le ejemplificarán la forma en que la policía española actúa contra los ciudadanos que se burlen de los agentes del orden, como el proceso seguido en Valencia contra un ciudadano de 69 año, sorprendido riéndose ante una foto en la que aparecía una bicicleta de la Policía local, en la que se podía leer “Policía loca”, por la falta de la letra L; o los intentos de la policía de confiscar documentos y equipos de la agencia española Europa Press y del periódico Diario de Mallorca, en 2018, cuando la Policía Judicial española por orden de un magistrado, requirió al periodista José Francisco Mestres, del Diario de Mallorca, entregar su teléfono móvil y sus claves de desbloqueo.

Yúnior tendrá que comprender por qué una comisión judicial en Palma de Mallorca, le incautó a Blanca Pou, reportera de Europa Press, su móvil, ordenadores y otros materiales de trabajo, algo que en Cuba jamás les ha sucedido a los periodistas “independientes”, que responden a la NED y la USAID.

Es mucho lo deberá aprender el actor cubano sobre la verdadera “libertad de expresión” y “de palabras”, para que después pueda regresar a Cuba y entender las leyes nacionales, aunque es posible que alargue su estancia por allá, pues son demasiados temas para asimilarlos en tres meses.

Una lección importante se la impartirán las fuerzas policiales, referente a la forma en que reprimen las protestas callejeras de los jóvenes, entre ellas las producidas ante el encarcelamiento y sanción del rapero catalán Pablo Hasel, quien solo expresó a través de la música, sus ideas sobre la corona española. Con ese caso Yúnior comprenderá rápidamente lo que en realidad es un estado represivo y policial, donde no hay derechos para la libertad de expresión, ni para reivindicar los derechos civiles y políticos, porque durante las protestas, cientos de jóvenes recibieron una salvaje carga de bastonazos, gases lacrimógenos y detenciones arbitrarias, por solo oponerse al apresamiento del cantante.

 

Hasel finalmente fue condenado a dos años de prisión, porque los jueces consideraron que “no es admisible en el ámbito de la libertad de expresión, incitar a la violencia, o realizar un discurso de odio como es la alabanza o justificación de acciones terroristas y el deseo de nuevas actuaciones de los grupos terroristas”.

¿Recordará Yúnior sus declaraciones y las de sus patrocinadores de Miami?  Sin embargo, en Cuba nadie lo llevó a los tribunales ni fue encarcelado, a pesar de que algunos tenían antecedentes de cometer actos terroristas causantes de muertos y heridos.

Es posible que su entrenamiento se extienda hasta Bruselas, la capital belga y a los Países Bajos, para que pueda tener más vivencias de como allá la policía enfrenta las manifestaciones y protestas, con el empleo de cañones de agua fría y gases lacrimógenos contra el pueblo, aunque las protestas sean para oponerse al confinamiento ante el rebrote de la pandemia de la Covid-19 y no por razones políticas para cambiar de régimen, como pretendía el actor cubano y su grupúsculo contrarrevolucionario Archipiélago.

Las protestas en Holanda del pasado 21 de noviembre 2021, dejaron varios heridos, algunos por disparos de la policía, método “muy persuasivo” que Yúnior desconoce, pero que le convendría comprobar, si tuviera el coraje de participar con los que reclamaban sus derechos civiles.

Una vez concluido su adiestramiento en Europa, Yúnior sabrá lo que es realmente una dictadura de burócratas que gobiernan de espaldas al pueblo, los que ejecutan constantes desahucios a quienes no pueden pagar la renta de su vivienda y los lanzan a las calles como limosneros, sin ayuda oficial a pesar del frío.

Los “demócratas” europeos y especialmente los de España, aseguran que la Ley Mordaza “respeta los derechos fundamentales y tiene como misión proteger a los ciudadanos y a su seguridad”, pero para quienes reprimen a los trabajadores no hay condenas del Parlamento Europeo, ni de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, porque las aves de igual plumaje vuelan en el mismo bando.

Es muy importante que Yúnior estudie en detalles la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana, y las sanciones que esta impone a quienes la violan, como es fotografiar a lospolicías y/o miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.Perturbar la seguridad ciudadana en actos públicos, espectáculos deportivos o culturales, solemnidades y oficios religiosos u otras reuniones a las que asistan numerosas personas. Alteración grave de la seguridad ciudadana en manifestaciones frente al Congreso, el Senado y asambleas autonómicas, aunque no estuvieran reunidas.  Causar desórdenes en las calles u obstaculizarlas con barricadas.  Impedir a cualquier autoridad el ejercicio legítimo de sus funciones en el cumplimiento de resoluciones administrativas o judiciales, como, por ejemplo, la ejecución de los desahucios.

 

También contempla la desobediencia o la resistencia a la autoridad, así como la negativa a identificarse a requerimiento de la autoridad o de sus agentes y negarse a las inspecciones en fábricas, locales, establecimientos, embarcaciones y aeronaves.

Las anteriores se consideran Faltas Graves, sancionadas con multa entre 601 y 30 mil euros.

Otras violaciones consideradas Faltas Muy Graves, son sancionadas con multas entre los 30 mil 001 y 600 mil euros. Entre estas están:

Manifestaciones no comunicadas o prohibidas ante infraestructuras críticas. Fabricar, almacenar o usar armas o explosivos incumpliendo la normativa o careciendo de la autorización necesaria o excediendo los límites autorizados. Celebrar espectáculos públicos quebrantando la prohibición ordenada por la autoridad correspondiente, por razones de seguridad pública.

Igualmente, la carencia de los registros previstos en esa ley para las actividades con trascendencia para la seguridad ciudadana o la omisión de comunicaciones obligatorias y dar datos falsos para la obtención de las documentaciones previstas en la Ley.

Las Faltas Leves, son sancionadas con multa entre los 100 euros y los 600 euros, siendo estas:

Las manifestaciones no comunicadas a las autoridades, cuya responsabilidad corresponderá a los organizadores. Incumplir las restricciones de circulación peatonal o itinerario con ocasión de un acto público cuando provoquen alteraciones menores en el normal desarrollo. Las faltas de respeto y consideración a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en el ejercicio de sus funciones de protección de la seguridad. No poseer la documentación personal legalmente exigida o no denunciar su robo o pérdida. Causar daños a bienes muebles o inmuebles de uso público o privados que estén en la vía pública. Escalar edificios o monumentos sin autorización cuando haya riesgo de que se ocasionen daños.

Yúnior sabrá que, si regresa a la Isla, deberá cumplir con las leyes cubanas, sin hacer campañas a favor de los enemigos del país, tal y como le enseñarán sus profesores españoles expertos en “libertad y democracia”.

Por eso José Martí puntualizó:

“Todo esfuerzo por difundir la instrucción es vano, cuando no se acomoda la enseñanza a las necesidades, naturaleza y porvenir del que la recibe”.

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