Gerardo Moyá Noguera*.- En el año 59 el compañero el invicto comandante Fidel Castro dió un discurso en Santiago de Cuba que para mí es inolvidable y además muy certero visto desde el 2022, o sea, el siglo XXI, lo siguiente: "Celebramos hoy, primero de enero, el primer aniversario de la fiesta de liberación de un pueblo. liberación de un pueblo, porque aquel día terminó la noche de agonía y crimen, para dar el paso al esplendoroso día de la esperanza...." etc.etc.etc. Añadiendo: "la Revolución ahora, la Revolución no será una tarea fácil...". ¿Pero se puede tener más futurología? Me refiero, claro está, a intuir lo que puede y ocurre ahora mismo en el mundo entero respecto a la Revolución y no solo en Cuba.
Esperanza, gran palabra y mucho más deseo ahora mismo que no sabemos ciertamente lo que nos espera el mañana. Lo que nos ocurre hoy día, señores y señoras, o por lo menos es mi impresión, es que la esperanza sobre el futuro es algo muy incierto o mejor decir no sabemos nada. Quizás antes, en pasados tiempos unos días sucedían a otros y parecían días gemelos, ahora no, incluso lo que hoy es noticia, mañana ya no lo es, pasa a ser anti-noticia, si es que se puede decir así. Todo, incluso la vida, nos va demasiado aprisa, sin darnos, en algunas ocasiones, cuenta de su rapidez. Quizás sea esta rapidez del tiempo lo que nos hace más agresivos e incontrolables, porque el tiempo no se puede detener nunca, aunque apaguemos los relojes. El comandante Fidel, hombre fiel así mismo, al pueblo, a Martí, sigue entre nosotros, porque hombres como él no mueren jamás, permanecen siempre, no solo por lo que han hecho, no solo por lo que han dicho, sino por lo que son: hombres de verdad, hombres inolvidables, hombres imprescindibles, hombres que mueren sin morir del todo,en definitivamente, hombres que siempre están en nosotros.
*Presidente de la Casa de Amistad Baleares-Cuba