José A. Amesty R.- Recordemos que, la presidenta electa el 28 de noviembre 2021 pasado, Xiomara Castro en Honduras, ganó con diez puntos de ventaja sobre su principal contrincante, Nasry Asfura del Partido Nacional.
Los Hechos y sus actores
Para poder vencer Castro, hubo de recurrir a un pacto formal, llamado el “Pacto del Bicentenario”, ¿con quién?: su partido izquierdista Partido Libertad y Refundación (Libre), con el Partido Salvador de Honduras (dirigido por Salvador Nasralla), con el Partido Unidad e Innovación Democrática, y sectores del Partido Liberal, vinculados al excandidato presidencial Luis Zelaya, entre otros.
El acuerdo principal del “Pacto Bicentenario” es que, al ganar la coalición de Partidos mencionada, sería nombrar presidente del Congreso Nacional hondureño, al diputado Luis Redondo del Partido Salvador de Honduras.
¿Quién es Luis Redondo?, es un diputado que en los últimos años se ha destacado, por realizar una labor constante de lucha contra la corrupción y arbitrariedad dentro del Congreso Nacional. En este sentido Redondo, como Presidente del Congreso Nacional hondureño, podría sin duda, suponer un cambio en el corrupto y arbitrario funcionamiento del Poder Legislativo, con importantes restricciones para el acceso a fondos públicos por parte de los diputados.
Este pacto, por supuesto, buscaba vencer al Partido Nacional y su candidato, (y Partido del actual Presidente de la República de Honduras Juan Orlando Hernández), cosa que se logró, pero a través de estrategias fraudulentas, el PN obtuvo 43 diputados de 128, frente a 50 del partido Libre de Xiomara Castro.
Todo iba por buen camino, aunque algunos/as sentían inquietud y asombro, porque parecía que el Partido Nacional estaba dispuesto a entregar en paz el poder, pero a una semana de la toma de la presidencia por parte de Xiomara Castro, se produce una crisis al interior del Partido Libre.
Al convocar, el pasado 20 de enero 2022, Castro a los diputados/as electos de su partido, para honrar el Pacto de nombrar a Luis Redondo como presidente del Congreso. A esta reunión, entonces, faltan 20 de los 50 diputados triunfantes y electos. Estos diputados faltantes y disidentes, liderizados por Jorge Calix y Beatriz Valle, se reunieron con diputados del Partido Nacional para tratar de que elijan al propio Jorge Càlix, como Presidente del Congreso de la República.
¿Quién es Jorge Calix y Beatriz Valle?, Calix, es un diputado, hasta ahora, vinculado a Libre, muy activo durante su desempeño parlamentario, participando en múltiples iniciativas contra el gobierno nacionalista, de clase acomodada; siendo histórico, el rechazo que sienten por él buena parte de las bases de su partido. En las elecciones primarias del partido, ha sido acusado repetidamente de fraude por sus propios compañeros. Beatriz Valle, llevó al Congreso a Càlix, y es otra representante de la élite económica vinculada a Libre.
También se les unió Yahve Sabillòn, diputado que, en el pasado, había dado apoyo a iniciativas de la lucha contra la corrupción, pero que, al unirse a los “torcidos” de Càlix, deja en claro que forma parte del problema que decía combatir.
Esta acción traidora generó un repudio por parte de la Presidenta Xiomara Castro, y por parte de la alianza Pacto del Bicentenario y sus bases, pero ya estaba producida la crisis., ya que, si se suman los 20 diputados disidentes a la bancada del Partido Nacional, suman en total 63 diputados, por lo que tan solo, con pactar con un puñado de diputados liberales o de otros partidos pequeños, el Partido Nacional controlaría el Poder Legislativo, disminuyendo drásticamente las posibilidades de actuar al nuevo gobierno de Xiomara Castro.
A su vez, si los disidentes de Libre, liderados por Càlix, logra consolidar sus pactos con el Partido Nacional y el Partido Liberal, la presidencia de Xiomara, tendrá las manos atadas para realizar la renovación de instituciones claves, como la Corte Suprema de Justicia, y no podrá llevar adelante las necesarias reformas dirigidas a desmontar la estructura de poder corrupta creada por el nacionalismo. El desgaste para el gobierno sería tremendo, y supondría una oportunidad de oro, para que las fuerzas oscuras que han gobernado Honduras, desde el golpe de estado de 2009, se reorganicen para retomar el poder en 2022.
Hasta el momento de la redacción de este artículo, las cosas se van sucediendo así, producto de esta crisis al interior de Libre, la presidenta electa y el Partido Libre, anunciaron la expulsión de los traidores, quienes responden a los nombres de Jorge Cálix, Beatriz Valle, Denis Chirinos, Francis Cabrera, Mario Enrique Cálix, Mario Portillo, Samuel Madrid, Ronald Panchame, Ramón Soto, Marco Tinoco, Edgardo Castro, Juan Ramón Flores, Sergio Castellanos, Germán Altamirano, Yahvé Sabillón, Marco Eliud Girón, Wilmer Cruz y Margarita Dabdoub Sikaffi. Y quienes, quieren entregar el Poder Legislativo de Honduras, al presidente saliente Juan Orlando Hernández.
Este grupo de diputados/as, por un lado, pretenden mantener el deficiente funcionamiento del Poder Legislativo, en el que su presidente, goza de una autoridad faraónica y un alto nivel de discrecionalidad para permitir o bloquear la aprobación de leyes y contratos públicos. Así mismo, el presidente del Congreso, puede actuar como un auténtico poder fáctico, por lo cual múltiples actores políticos y económicos buscan relacionarse con él. Las oportunidades de enriquecimiento y de crecimiento político son enormes. Además, el paso por la presidencia del Legislativo es visto, en el sistema político hondureño, como un paso previo hacia la candidatura presidencial.
A su vez, algunos diputados/as, esperaban beneficiarse de la piñata de fondos públicos que actualmente ocurre en el Congreso Nacional, y podría explicar el éxito de la jugada de Jorge Càlix, que ha sumado a algo menos de la mitad de los diputados de su partido a su causa. Los diputados/as son señalados por pactar con el Partido Nacional.
Los acontecimientos en pleno desarrollo, han continuado y ahora, tenemos en Honduras, dos Directivas del Congreso Nacional paralelas y juramentadas. Hecho no inédito, copiado en parte de la oposición venezolana, cuando en el año 2015, Juan Guaidò se autoproclamó presidente encargado de Venezuela, convocándose a la ratificación de la vieja Asamblea Nacional opositora y paralela, con apoyo de USA, aliados internacionales y con reconocimiento de por lo menos, medio centenar de países latinoamericanos y globales.
Este 23 de enero 2022, 18 diputados disidentes del partido de Xiomara Castro, Libertad y Refundación (Libre), con apoyo de formaciones de derecha, eligieron a Jorge Cálix, como presidente del Congreso hondureño, en un club social, sesión celebrada en Bosques de Zambrano, a las afueras de Tegucigalpa.
En paralelo, parlamentarios de Libre, leales a Castro, nombraron al diputado del Partido Salvador de Honduras (PSH), Luis Redondo, en el edificio del Congreso.
La Presidenta electa Xiomara Castro, señalo: “Reconozco la Presidencia del Congreso, encabezada por el Diputado Luis Redondo, le invito a mi Juramentación, junto al Pueblo el 27 de enero. Felicito a diputadas (os) que rechazan 12 años de redes de corrupción de “Joh”. Camino a saludarles en el CN ¡Ganamos!”.
Inmediatamente, en las redes sociales, muchos ciudadanos expresaron su preocupación ante lo que está ocurriendo. “Tenemos dos Congresos. Declaramos inaugurada la crisis constitucional de 2022”, tuiteó el abogado Dennis Emilio Hércules, quien recomienda tener “mucho cuidado, pues la situación actual puede llevar al rompimiento del orden constitucional”.
“Se viene una crisis de altas dimensiones, peligra que ni tome posesión Xiomara Castro”, afirmó a la AFP, el analista y profesor de Sociología de la Universidad Nacional, Eugenio Sosa. “También hay peligro de un nuevo golpe de Estado”, alertó.
Ojalá, no se le ocurra a la oposición hondureña, montar un presidente o presidenta, paralela a la electa presidenta Xiomara Castro.
Los acontecimientos están en pleno desarrollo.