Gerardo Moyá Noguera*.- Todos o casi todos los periodistas en Cuba escriben sus artículos rememorando el pasado de los próceres cubanos e incluso las efemérides que se celebran cada año, por ejemplo como el natalicio de José Martí; de Maceo; de Che; de Fidel; etc.etc.etc. El extraño puede escribir los nombres de Céspedes y Agramonte sin temblar, o el pedante, o el ambicioso: el buen cubano, no.
Lo que hace lógicamente que los cubanos no olviden su pasado, porque quien olvida es un mal ciudadano. En nuestro continente, o sea, en Europa especialmente se tiene la mala costumbre de, no digo de olvidar, sino de no celebrar algunos de nuestros enigmáticos acontecimientos y claro, con el tiempo se olvidan. Tiempo y olvido van juntos, desgraciadamente. El saber lo que ha ocurrido en el pasado hace que en el presente y también en el futuro seamos más sensatos de no repetir los errores que han podido cometer nuestros antepasados colegas y no olvidarnos nunca de celebrar los acontecimientos, como muy bien hacen los cubanos buenos, que son muchos. Céspedes es como el volcán, que viene de las entrañas de la tierra; Agramonte es como el espacio azul que lo corona. Así son, no lo olvidemos y celebremos sus natalicios siempre, como siempre hacemos.
Presidente de la Casa de Amistad Baleares-Cuba