Gerardo Moyá Noguera*.- El 10 de febrero del año 1878 y en el centro del país, Cuba, se firmaba el pacto de Zanjón el cual ponía fin a la guerra, pero eso sí, sin independencia ni la abolición de la esclavitud por lo que se había luchado durante los 10 años.
El mayor general Antonio Maceo Grajales no estuvo en nada de acuerdo en la firma de este pacto, ya que no confirmaba, como hemos dicho, ni la independencia de Cuba ni la abolición de la esclavitud, requisitos ambos expuestos por el mayor general Antonio Maceo. Según manifiesta Juventud Rebelde, periódico de Cuba, el mayor general Maceo por su sentido de la honra y la justicia que aprendió en su hogar, el recuerdo de la sangre generosa de sus compañeros, le impedían aceptar dicho acuerdo, que él consideraba una gran afrenta. Han transcurrido 144 años de aquel pacto pero todavía hoy nos acordamos siguiendo con la opinión del mayor general Antonio Maceo, que sin independencia un país no puede seguir hacía su destino, como lo es hoy Cuba, ni mucho menos siendo esclavo, como tampoco lo es hoy día. Más tarde se le sumaron al general Maceo los cubanos de bien en su lucha cerca del río Cauto, dejando muy clara su determinación. Es famosa la fase del mayor general Maceo: "No, no nos entendemos" al referirse a su rendición ante el pacto sin independencia y sin esclavitud, el 15 de marzo de 1878 bajo los mangos de Baraguá.