Gerardo Moyá Noguera*.- No sé cómo calificar esta noticia publicada hoy en el diario digital Rebelión: "Más de la mitad de los niños argentinos son pobres". Este es un dato que nos remite el Instituto Nacional de Estadística y Censos. Esta pobreza creció más en la franja de menores de 6 años.
Mientras, entre los jóvenes entre 15 y 29 años, el nivel de pobreza fue superior al promedio con 44.2%. Es algo terrible, inaudito, impresentable, terrorífico, etc.etc. Pueden añadir todos los calificativos posibles y el mundo, mundo sigue dando vueltas y más vueltas y no se hace casi nada para paliar esta terrible amenaza de la pobreza. No solo en Argentina, sino que se ha extendido a África, territorios ocupados en Palestina y un larguísimo etc. Creemos que la explicación hay que buscarla en el profundo deterioro de los ingresos de los trabajadores asalariados, mientras nuestros sindicatos de clase, UGT y CCOO no dicen absolutamente nada, porque esta situación tan deteriorada no se arregla más que por la unidad en la lucha, no final, sino constante y verídica. Según explica Rebelión, el informe de pobreza se conoce el mismo día en el que miles de trabajadores desocupados buscan acampar en las puertas del ministerio de desarrollo social para reclamar un aumento de sus nóminas.
*Presidente de la Casa de Amistad Baleares-Cuba