Flor de Paz - Cubaperiodistas / Cuba en Resumen / Cubainformación.- En otra jornada de intensos intercambios en Cuba, el Doctor Fernando Buen Abad pronunció en la mañana de este martes 5 de abril una conferencia magistral en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, donde alertó cómo la situación de guerra mediática que vive el mundo exige profundizar, ensanchar, enriquecer categorías; entre ellas, “algunas que se nos vienen quedando un poco esclerótica ante el análisis de lo que ocurre diariamente con una vorágine espeluznante.
“Es una situación de guerra híbrida, irrestricta, para destruir toda voluntad de justicia de la humanidad, los liderazgos y la capacidad para organizarnos y dar batallas unidos”.
Explicó que está predispuesto por todo el mundo —operando en sincronía las 24 horas del día— un arsenal de instrumentos teóricos, metodológicos, tecnológicos, de represión física y psicológica.
Ante esta realidad, señaló que deberíamos, pronto, “ser capaces de formular un gran mapa global que identifique dónde están los motores básicos de la ofensiva contra los pueblos con proyectos emancipadores”, y también “ser capaces de caracterizar cómo operan en términos de tiempos, de espacios, de problemáticas, de sensibilidades”. Y un gran mapa que tampoco tenemos —dijo— el de las subjetividades, del mundo y de América Latina.
Conferencia de el Dr. Fernando Buen Abad en el Aula Magna de la Universidad de La Habana. Foto: Maykel Espinosa/Cubaperiodistas.
Añadió que, de cara a esta situación de guerra “como la que estamos viendo y viviendo deberíamos ser capaces de desarrollar, como instrumento pedagógico y de combate semiótico, la gran enciclopedia de las grandes victorias comunicacionales de nuestros pueblos”.
En este sentido, citó el ejemplo de las cinco grandes civilizaciones mesoamericanas, donde hay unas 40 o 45 pirámides que llamó esplendores de comunicación de los pueblos originarios de la región, desconocido en una parte del continente.
“Hay centros comunicacionales en todos los que fueron capaces de construir centros ceremoniales como las grandes pirámides de Teotihuacán, en centros de expresión colectiva civilizatoria, donde hubo observación científica, astronómica, sobre los ciclos de la fertilidad. Y eso resolvió proyectos agronómicos, productivos”.
Asimismo, aludió el paradigma de los códices, “virtualmente desaparecidos de la faz de la tierra”, y su empleo en la enseñanza de la lectura y la escritura. “Hablaban en rojo, en amarillo, en azul; usaban los matices cromáticos para explicar los diálogos: unidades conceptuales de tránsito y de interrelación de lo que pensaban y significaban. En el sentido de ese contexto, dialogo significaba construir comunidad”.
Esas riquezas —acentuó— son un bastión importante para edificar una gran enciclopedia, incluyendo las grandes victorias comunicaciones que hubo en periodos independentistas del continente, en procesos como la revolución mexicana donde existieron bastiones extraordinarios de comunicación popular.
Entre las victorias comunicacionales cubanas, Buen Abad citó la Nueva trova, “un bastión que logró traspasar un montón de barreras para poder situarse en referencias de identidad del pueblo de la isla”.
Pero no hemos logrado —señaló— construir una gran enciclopedia con la cual tengamos a la vista el conjunto de las grandes victorias comunicacionales y semióticas de nuestros pueblos, que abarcan las artes plásticas, las audiovisuales, la literatura, etc., y cada una con sus respectivas propuestas a esa visión general de las luchas en este ámbito.
“Estos mapas de trabajo permitirían hacer visible una urgencia política en el campo de las ciencias, que es hacer el trabajo de describir con la mayor precisión posible el escenario donde se está dando la guerra comunicacional y el escenario donde se está dando otra guerra profunda, que es la disputa por el sentido, lo que yo defino como una guerra semiótica”.
Ponderó cómo en este terreno, día a día, minuto a minuto, “estamos luchando contra máquinas de operación psicológica, contra los grandes cinco laboratorios de guerra psicológica que hay ahora en el mundo”.
“El más conocido por ustedes está aquí en Miami desde donde se articulan y desarrollan fenómenos como el que este país ha debido soportar el año pasado”.
Dijo que en estas máquinas de guerra ideológica importa mucho el trabajo que ellos hacen de usurpación simbólica: “la tarea sistemática de robarse términos, valores, conceptos y tradiciones profundamente sociales y populares para luego tergiversarlas. Como la palabra libertad, con la que van por el mundo sembrando confusión. Porque la usurpación simbólica es el sueño de arrebatarnos nuestras banderas”.
Venimos lentos —acotó— en la capacidad de creación del componente teórico. “No hemos logrado consolidar una herramienta marxista-leninista. Y donde haya demora en la producción teórica-metodológica van a venir a aprovecharse.
“El trabajo de análisis requiere capacidad de lectura, acción y prescripción. Es urgente poner en tela de juicio la capacidad de narrar, porque es probable que las formas del discurso que hemos aprendido se hayan vuelto anacrónicas ¿Escribimos acaso con precisión? ¿Estamos siendo capaces de mostrar el drama de las personas? Todo aquello que está generando malestar tiene que entrar en la alquimia del discurso. Necesitamos una agenda semiótica para esta batalla que tenemos que dar, así como la reconstruccióm del sentido y de las acciones. El próximo escenario de la guerra es el cerebro de las personas”.
El Dr. Fernando Buen Abad recibe el Sello de la Universidad de La Habana de manos de su rectora, la Dra. Miriam Nicado, por su detacado desempeño intelectual y humanista. Foto: Maykel Espinosa/Cubaperiodistas.