Gerardo Moyá Noguera*.- Eran las 13.30h del 31 de julio de 2020 cuando recibí la triste noticia de la desaparición física del ilustre doctor Eusebio Leal Spengler. Sentí y sigo sintiendo una gran tristeza y asfixia personal por su desaparición, pero también sé que es "ley de vida" nuestra partida. Pocas personas he conocido con tal ímpetu en su profesión de arquitecto en nuestra Cuba.
Digo bien, arquitecto, porque fue Eusebio quien ayudó a la construcción y remodelación de La Habana y más allá de La Habana. La joya de su tesoro sigue vivo entre todos los cubanos que en el mundo son. Eusebio creció profesionalmente entre la cultura adquirida de una forma íntegra y solidaria con la Revolución cubana siempre junto a los grandes como Fidel, Raúl, Pires y muchísimos más compañeros y amigos cubanos. Se convirtió, no cabe duda alguna, en un referente indiscutido e inevitable de la cultura arquitectónica de nuestra Cuba. Por esta razón y muchas más recibió numerosas condecoraciones a lo largo de toda su vida. Eusebio fue un hombre fiel a sus ideas y estas las llevó con dignidad toda su estancia en este mundo. Fue transparente y hasta piadoso con sus semejantes. Puedo decir sin ningún temor a equivocarme (porque lo conocí) un guerrero incansable y un hombre noble hasta las vísceras. Q.e.p.d. nunca te olvidaremos.
Presidente de la Casa de Amistad Baleares-Cuba
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