Gerardo Moyá Noguera*.- La mujer cubana, Vilma Espín, esposa del general Raúl Castro Ruz, ya nos abandonó físicamente, fue una cubana con una corpórea dulzura, inteligente natural de recta conducta, sentido cabal de la justicia y el deber, con una sensibilidad probada, etc. etc.
Al preguntarle a Fidel Castro cuál era su opinión sobre la mujer cubana, respondió: "La mujer es una revolución dentro de una revolución", así de clarito y sencillo, como Vilma Espín, quién empuñó la Revolución mientras estaba en su apogeo más natural. Era una mujer titánica como otras cubanas que son y han sido en el mundo y sobre todo, emprendedora y consciente de la Revolución cubana. Sigo creyendo y afirmando rotundamente que todas las mujeres cubanas llevan dentro de sí a Vilma Espín. Luchadoras y defensoras de su pueblo, el pueblo cubano. Vilma fue un ejemplo para todas y todos, porque no decirlo, siendo la precursora de la Federación de Mujeres Cubanas. El que manda, manda y se equivoca, vuelve a mandar, pero en Cuba no es así ni lo será nunca. Vilma Espín, se retiró de la vida social a tiempo, dejando paso a otras mujeres cubanas a las que legó un futuro esperanzador y realista. Así era Vilma Espín, por haber sido así siempre es merecedora de mi respeto, el nuestro.
Presidente de la Casa de Amistad Baleares-Cuba
La Columna es un espacio libre de opinión personal de autoras y autores amigos de Cuba, que no representa necesariamente la línea editorial de Cubainformación.