Paco Azanza Telletxiki - Cubainformación - Baraguá.- No es la primera vez que lo hace, nada que pueda sorprender a quién conozca que el diario pro OTAN, llamado Público, acostumbra a mentir. Y es que todo lo que sabe a revolución socialista se le atraganta.
Los dueños del mencionado diario (antes Mediapro, después Mediapubli y ahora Display Connectors —las tres empresas con carácter privado y ánimo de lucro—) sólo son capaces de digerir socialdemocracia, esa que nunca cuestiona el capitalismo ni la fase superior de éste: el imperialismo. No hay más que recordar cómo informó sobre la guerra de la OTAN en Libia, o ahora sobre la de Ucrania, para darse cuenta de ello.
Pero vayamos al tema que nos ocupa. Firmado por Marisa Kohan, el diario Público tuvo el pasado jueves la desfachatez de publicar un texto, absolutamente calumnioso, titulado “Cuba cuela en la ley de las Familias la explotación reproductiva de las mujeres con el eufemismo de gestación solidaria”.
Esta individua miente desde la primera línea (desde el titulo), por la sencilla razón de que para que se de la explotación debe de haber coacción o dinero por medio. Y en este caso está absolutamente prohibido y penalizado para quien ose incurrir en el delito; lo dice muy claro el artículo 130 del nuevo Código de las Familias; un niño de parvulito lo entendería a la primera.
Por otra parte, Marisa Kohan sabe que la llamada “gestación solidaria” sólo puede darse “entre personas unidas por vínculos familiares o afectivamente cercanos”, pero, según sus palabras, insiste en que el Código “no prevé en su articulado ningún impedimento para el turismo reproductivo: parejas que viajen a Cuba para que una mujer geste sus hijos”. Un poco difícil que se pueda dar el caso, por no decir imposible, si la gestación solidaria sólo se permite, como se conoce, “entre personas unidas por vínculos familiares o afectivamente cercanos”. Además, “en todos los casos posibles se requiere autorización judicial”.
La Federación de Mujeres Cubanas (FMC) lo recordó de esta manera: habrá “estrictos controles legales, médicos y judiciales para autorizar la gestación solidaria, que solo tendrá lugar entre parientes consanguíneos y entre personas afectivamente cercanas, con prohibición expresa de obtener remuneración, dádiva o beneficio alguno”.
Ahora voy a añadir unos datos que considero muy importantes y la autora del texto y el diario Público obvian por completo (también muchos/as detractores/as del Código provenientes de la derecha y hasta de la izquierda).
El Código de las Familias tuvo 25 versiones antes de ser aprobado, prueba evidente de que fue consultado y debatido de manera bastante exhaustiva. Y, como no podía ser de otra manera, tratándose de Cuba revolucionaria, en las consultas y debates mencionados participó prácticamente todo el pueblo. Lo hizo a través de más de 79.000 reuniones o asambleas en la totalidad del territorio nacional. Conseguida la última versión del texto, como resultado de la participación ciudadana, éste fue aprobado por la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento) y, finalmente, la aprobación corrió a cargo de la población con el 66,87% de los votos favorables.
Se esté o no de acuerdo con la “gestación solidaria”, cuando un día después del referéndum el Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado, Esteban Lazo, y el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, firmaron y refrendaron el nuevo Código de las Familias, no estaban haciendo otra cosa que validar, inequívocamente, la decisión de la mayoría del pueblo.
¡Y eso no es imposición, sino democracia!, aunque Marisa Kohan y Público lo pasen por alto. De modo que, quienes descalifican al Gobierno cubano por el motivo que nos ocupa, están descalificando realmente a una parte muy significativa del pueblo.
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