Gerardo Moyá Noguera*.- Han pasado 55 años desde que el Che fuera asesinado por los esbirros bolivianos (algunos) e incluso el matador que le asestó el tiro temblaba al ver aquella imagen de dignidad y decoro. Nuestro pensamiento diario, sí diario está con Che y sus enseñanzas nunca olvidadas. Che nace todos los días en nuestras conciencias y corazones lo que quiero manifestar aquí y ahora es que che sigue vivo y para siempre.
El Che, siempre vestido de verde olivo, trabajando en la zafra incluso cuando ostentaba el cargo de presidente del Banco Nacional de Cuba, cuando era ministro de industria y un largo etc. su ejemplo es para todos nosotros un modo o manera de vivir cotidianamente. Visité en varias ocasiones el mausoleo de Santa Clara donde reposan sus restos y de los combatientes que le acompañaron hasta el final de su vida terrenal y dicho sea, estremece estar en el mausoleo. Además te vienen a la mente multitud de pensamientos que de una forma u otra los transmites y en tu interior, sin el menor ruido, en silencio absoluto le dices: queremos ser como tú, Che, aunque sepamos que esto es prácticamente imposible porque Che solo hay uno. Esté donde esté ahora y siempre estaremos con él luchando por un mundo mejor, que era su objetivo principal y por el cual lo asesinaron vilmente. Che, te decimos todos los buenos de esta tierra, que sí se puede. Como dice un buen hermano mío, si luchas puedes ganar o perder, pero si no luchas siempre pierdes. Che, vós nos enseñaste el camino que debemos tomar que no abandonaremos nunca jamás. En palabras de Gaitán: "Si os traiciono matadme; si avanzo seguidme; si muero recordadme".
*Presidente de la Casa de Amistad Baleares-Cuba
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