¡Qué palabas más entrañables y sencillas las del poeta Nicolás Guillén: "Che comandante, amigo". Fue un acto sencillo y sin júbilo en la Plaza de la Revolución de La Habana.  El homenaje a Che comenzó el 17 de octubre e 1967, como todos recordarán y nunca olvidaremos. Sus restos fueron encontrados mucho tiempo después, pero en aquellos precisos momentos fue imposible localizarlo entre la maleza, piedras en la Quebrada del Yuro.  Ah!!! pero sí su pensamiento y sus enseñanzas que siempre estarán con nosotros. "Che está en todas partes, vivo como no te querían.." Palabras del gran Nicolás Guillén. Los 17 guerrilleros comandados por Che verdaderamente desconocían que 3.000 o más efectivos militares del ejército colombiano les estaban rodeando en la Quebrada del Yuro, pero a pesar de estar acorralado Che seguía disparando hasta su posterior captura.  La decisión de asesinar a Che salió de Washington que el presidente de entonces de Bolivia, René Barrientos,   cumplió estrictamente  con su deber de esbirro de  Washington y la CIA y demás mercenarios-asesinos. El asesino de Che, Mario Terán, sargento para más señas, tuvo que emborracharse y le asestó una ráfaga del pecho para abajo, tal como le habían ordenado sus "superiores". Pueden matarlo mil veces, pero Che sobrevive y sobrevivirá siempre entre todos aquellos que seguimos sus enseñanzas plasmadas en su diario cotidiano. "Su ejemplo vive".