Por Hedelberto López Blanch*/Foto Virgilio Ponce.- Con el apoyo directo a Ucrania para que mantenga una prolongada guerra contra Rusia, Estados Unidos hasta ahora ha logrado dos de sus objetivos: que los países de Europa Occidental se conviertan en súbditos de su política, y a la par debilitar la economía de esos países al eliminar futuros contrincantes económicos que den al traste con su pretendido mundo unipolar.
La fuerte propaganda rusofóbica que lanzó Washington y sus presiones a los jefes de gobiernos europeos provocaron que el viejo continente siguieran las orientaciones de imponer numerosas “sanciones” contra Moscú y que renunciaran a los abastecimientos del gas ruso.
Varios especialistas indican que
La política de subordinación con respecto a Estados Unidos llevada a cabo por el canciller federal Olaf Scholz desde
La renuncia a utilizar los gasoductos Nort Stream 1 y Nort Stream 2, por donde pasa el combustible ruso con precios más barato y asequible, ha tenido un efecto bumerang para el desarrollo de la nación.
Por primera vez en tres décadas Alemania registró un déficit en la balanza comercial mensual pues la última vez que ocurrió fue en 1991 durante la reunificación con la desaparecida República Democrática de Alemania (RDA).
En mayo de este año sus exportaciones alcanzaron 125 800 millones de euros y las importaciones 126 700 para una pérdida de 1 700 millones, un mal acontecimiento cuando se conoce que su crecimiento depende principalmente de las exportaciones.
Claro que si la llamada “locomotora europea” se debilita, los temblores alcanzan a la zona euro, cuya moneda común cayó por debajo o en paridad con el dólar, su nivel más bajo en 20 años.
En agosto la inflación en ese bloque alcanzó un récord de 9,1 % cuyos componentes principales fueron, energía (38,3 %); alimentos, alcohol y tabaco (10,6 %); bienes industriales no energéticos (5 %) y servicios (3,8 %).
Hasta el momento el gran beneficiado ha sido Estados Unidos que al presionar a Europa para que desistiera de comprar el gas ruso, se ha introducido abiertamente en el mercado de esa región con abundantes exportaciones de ese combustible.
Datos de la compañía Gasindustrial, revelan que el precio del Gas Natural Licuado (GNL) que llega desde Estados Unidos a Europa se paga entre 40 y 50 % más caro que el que se recibe desde Rusia y cada vez Washington se aprovecha más debido a la paralización de los dos Nord Stream.
Ante ese lucrativo negocio, Estados Unidos aceleró las operaciones de sus principales infraestructuras de regasificación para incrementar los volúmenes de ventas.
Las más grandes industrias para la exportación en Estados Unidos son: Sabine Pass en Louisiana; Cove Point Liquefaction, en Maryland; Corpus Christi Liquefaction y Freeport LNG, en Texas; Cameron LNG y Calcasieu Pass en Louisiana; Elba Liquefaction en Georgia.
Ante los altos precios del gas, motivado por las extorsiones aplicadas contra Rusia, en Polonia, Francia, Alemania y otras naciones han comenzado a utilizar carbón y leña para calentar los hogares con las considerables afectaciones al medio ambiente y al cambio climático que cada vez afectan más a todas las regiones del mundo.
Otro país que no anda bien es Gran Bretaña donde muchas compañías se han declarado en estado de insolvencia tras los bloqueos al gas y al petróleo impuesto por
Un estudio de
Para demostrar la envergadura del problema, el informe agrega que solo en el segundo trimestre 2022, han colapsado o declarado insolventes un total de 5 629 empresas en Inglaterra y Gales.
Hasta ahora Washington ha logrado algunos de sus objetivos en su afán de mantenerse como potencia imperial: debilitar y poner bajo su égida (política y económica) a
Pero su principal plan, el de destruir y doblegar a Rusia no le ha sido posible y por el contrario, Moscú ha logrado evadir todas las ilegales “sanciones” a la vez que desvió sus exportaciones de petróleo, gas, fertilizantes y diversos productos hacia otros continentes.
En conclusiones, los dirigentes europeos se han puesto de rodillas ante Washington, a espaldas de sus pueblos cuyos habitantes están saliendo a las calles para rechazar esas políticas y reclamar sus legítimos derechos.
*Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano, especialista en política internacional.