El 25 de noviembre de 1896 se publicó en La Habana un bando del Capital General Gobernador de Cuba, y General en Jefe del Ejército (español) Valeriano Weiler, que ordenaba: (…) Primero. Se fija un plazo hasta el 20 de diciembre próximo venidero para qu todo el maíz depositado en los caseríos sea trasladado por sus dueños al poblado más próximo que tenga destacamento o a la estación de vía férrea inmediata. (…) Tercero. Terminado el plazo marcado en el artículo primero será considerado como contrabando de guerra todo el maíz que se haya depositado en las sitierías, el cual será embargado y sus dueños sometidos al oportuno procedimiento criminal que habrá de incoarse. Una ley adicional ordenaría “que al término de ocho días se cierren en las provincias de Pinar, La Habana y Matanzas todas las tiendas de los poblados que no tengan recinto fortificado (ropas, víveres, medicinas y talabartería). Y que la medida se aplicará igualmente a los ingenios y fincas que tampoco tengan recinto fortificado”. Otras disposiciones ordenaban privar de raciones alimentarias a mujeres e hijos de insurrecto. Tras el decreto de octubre de 1896 las tropas españolas barren todo el territorio de Pinar del Río trasladando a cuantas personas encuentran en el campo a las ciudades controladas por los destacamentos militares.
Capítulo 6. Reconcentración y exterminio, del libro titulado Las Guerras de Artemisa. Autor el escritor solidario y amigo Andrés Sorel (1937 – 2019).
40 años antes de que los nazis crearán los campos de exterminio, el colonialismo español los había creado en Cuba. Ahora vemos cómo el imperio yanqui quiere convertir a Cuba entera en un campo de concentración, para lo cual amenaza a los gobiernos y empresas del mundo entero con diversas agresiones para que no se acerquen a la isla. Ese es el motivo por el que el pueblo de Cuba sufre en su vida diaria dificultades que no tendría si las puertas del comercio y la colaboración entre países, como es lógico, democrático y humano, no se las hubiese cerrado el imperio del terror, EEUU.
Las personas que no se rinden, los pueblos que no se rinden, las gentes que aún no han sido anuladas por disponer conciencia de humanidad, no inclinan la cabeza, saben lo que significa el bloqueo imperialista, y deben saber también que a semejante acto de agresión se le ha sumado el accidente de los tanqueros de petróleo, los diversos huracanes, la Covid, … y Nicaragua y Venezuela han arropado al pueblo cubano. Usted que es pueblo sabe de apreturas, y sabe que Cuba da lo que tiene a quien lo necesita, el ejemplo más conocido es el de sus médicos y sus vacunas.
No podemos olvidarnos de cuántas vidas han mejorado, han rehecho, han conseguido insuflarles salud. Olvidar a Cuba es perder sentido de humanidad, y nadie olvida, absolutamente nadie, ahí está cómo todo el mundo en Naciones Unidas, año tras año, vota para que el siniestro terrorista del mundo deje paso libre y el mundo pueda entrar en Cuba y Cuba pueda entrar en el mundo.
A lo expuesto se suma la continua agresión comunicacional, el imperio impide que Cuba disponga de acceso a los cables submarinos que conectan a su región, al continente americano y al mundo. Cuba, con mucho esfuerzo, dispone de un mínimo de medios de transmisión por las redes, y sin embargo, es agredida masivamente por el ejército mercenario montado desde los presupuestos de la Casa Blanca para bombardear la cabeza de la población, y las bombas son de falsedades para abrir grietas en la unidad, para debilitar su espíritu solidario y de comunidad, para destruir su cultura. ¿Le podemos llamar a eso libertad de expresión? EEUU para oprimir pone todos sus medios, y para tratar de igual a igual a los demás, sobre todo a los que se liberan de su dominio, lo que lanza a la arena son todas las fuerzas agresivas de que dispone. Su jaula es la presencia misma y la imagen atemorizante, miserable imperio.
Dos objetivos opuestos. ¿Son dos culturas? ¿Es cultura el propósito de asesinar, o es cultura el proyecto de salvar la vida?, ¿es cultura hacer desaparecer Palmira, o es cultura preservar Palmira? No, no puede emplearse el mismo concepto para planes que sirven a la vida y para planes que acaban con la vida https://diario-octubre.com/
Pero volvamos a las ruedas con las que se mueve el imperio, hablábamos de Cuba, pues veamos de cuándo viene el proyecto del hambre: Henry Kissinger tomaba los planes del globalista Rockefeller de controlar los alimentos y las semillas para dedicarse a la manipulación genética de éstas, el reconocido como genocida Kissinger sintetizó semejantes planes imperialistas en unas pocas palabras: Controla el petróleo y controlarás las naciones; controla los alimentos y controlarás a los pueblos. La modificación genética la estrenó Rockefeller y sus seguidores en la Argentina del neoliberal Menem y empleando a la población del país como animales de laboratorio por Monsanto y demás multinacionales que asaltaron el país comprando grandes extensiones de tierra para la tarea descrita. Al poco Soros compraría en Paraguay, Brasil, Colombia, México, Uruguay y Guatemala tierras para emplearlas en el cultivo y control de alimentos producidos genéticamente. El asesino sabe que el hambre es un arma de guerra, sabe que es muy poderosa, y por eso en lo que se refiere a Cuba se propuso aquél Eisenhower – Kennedy, y su consejero lo dio por escrito, que su conquista podría llegarle matando de hambre al pueblo soberano; no es casual que hasta sembrando la Covid en medio del bloqueo genocida, aún impusiese 243 agresiones bloqueadoras más.
Por eso usted, que es pueblo, sabe lo que es la solidaridad internacional y pone de su parte lo que está en su mano.
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Titular cuenta : Asociación Lázaro Cárdenas
* Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Presidente de AMANE. Miembro de la Asociación Europea de Apoyo a los Detenidos Palestinos. Miembro del Frente Antiimperialista Internacionalista e integrante de la Red de Artistas, Intelectuales y Comunicadores Solidarios con Nicaragua y el FSLN.
La Columna es un espacio libre de opinión personal de autoras y autores amigos de Cuba, que no representa necesariamente la línea editorial de Cubainformación.
