Los yanquis del “estado profundo”, Black Rock, Wall Street, polígono industrial militar, siguen la tradición filibustera de la aristocracia inglesa, de ahí les viene. Los burgueses europeos les guardan las espaldas dedicando su vida a engañar y guerrear para aquellos. A éstos les gustaría ser la aristocracia que se decía elegida de dios, y en su búsqueda de a quien asaltar también discursean como si hubiesen metido su cabeza en la de aquella gente que se perfumaba, se echaba polvos de talco, llevaba puntillas, pelucas, y exigía un jardín siempre podado, ¡fuera la chusma!, la reina francesa recortada llegó a decir que si el pueblo protestaba porque no tenía pan que comiese croissant. La burla precipitó su cabeza al cesto. Hoy la burguesía europea resultante de diversas revoluciones es el servicio de guardeses que con arrogante violencia protege la encomienda de su señor. Muestra su doblez perversa al que cree débil, pero también descree de la unión que la ha mantenido.
La burguesía europea hoy, una pequeña parte a su pesar y la otra creyéndose igual al amo, es lacaya de los yanquis y sus congéneres, y a toda ella le salen grietas, le crecen diferencias, y da cuerda a su fuerza para desordenar la vida de los países que también se quiere apropiar, los que fueron sus colonias o ha intentado que lo sean, en Oriente Medio, África, Asia, América Latina, y ahora les suman Rusia y China: materias primas, esclavos, obediencia comercial de las regiones que les harían volver a ser potencias explotadoras con futuro asegurado. Por su carácter de clase tanto éstos ansiosos de la aristocracia como los filibusteros estadounidenses hacen su guerra con el principio de que la propiedad del capitalista está por encima del derecho de los pueblos a la vida. Pero los cambios en el mundo les están diciendo que no, que los otros gobiernos y los pueblos ya conocen su crisis, el punto débil del poder imperial, y se disponen a trabajar por la unidad en el derecho a la vida. El tiempo ya no es el de antes, el de la conquista, territorios sin defensas, humanos de condición humana, con Historia propia, a los que los conquistadores, filibusteros, ladrones y robafortunas destruían para esclavizar, asesinar y quedarse y llevarse lo que diese la vida. Nunca han dejado el oficio del crimen, siempre han encontrado resistencias, pero hoy su desgaste es profundo y aquello mismo tiene enfrente pueblos crecidos organizados y resistentes. Y mientras esto ocurre los voceros en sus medios de propaganda como The American Conservative, encabezan sus páginas diciendo “Washington debería hacer estallar el último globo de prueba de Zelensky y hacer de la paz la prioridad”. “Estados Unidos es la nación más poderosa del mundo. También es miembro de más alianzas militares y tiene más aliados que cualquier otro país.” Pero a la vez señala que “en el mes de julio hay reunión de la OTAN y sus miembros aparecen divididos, EEUU y Alemania rechazan las demandas de acción inmediata de los pequeños nórdicos y quieren los medios para ello antes de julio.” También el secretario otanista, Jens Stoltenberg, ha declarado que “hay que ayudar a Ucrania a avanzar hacia la membresía de la OTAN y acordar un programa de varios años, en el que trabajaremos sobre cómo ayudar a Ucrania en la transición de los estándares de la era soviética a doctrinas y equipos de la OTAN".
Ahí se ven revolviéndose las tripas del monstruo, yanquis del “estado profundo”, Black Rock, Wall Street, polígono industrial militar, aristocracia y burguesía inglesa, burguesía europea, mostrando diferencias de intereses que son más grandes de lo que hablan. El resto del mundo que hasta hace poco dominaban desconfía, no les sigue como ellos quisieran, y es que sus injerencias, sus chantajes, sus mal llamadas sanciones, sus bloqueos, sus robos, se les han cronificado, no caen en saco roto, los gobiernos cuando han comprobado que el monstruo que forman los imperios de un lado y otro del Atlántico decae entienden que el tiempo va a cambiar. El mundo nuevo es consecuencia de su crisis económica que va convirtiéndose en cáncer político: su sistema explotador de producción no les da plusvalía, y su burbuja financiera, que sigue tirando papeles verdes, puede estallar en cualquier momento, ¿cómo van a sujetar su contradicción principal?, explotadores y explotados. Si vemos que la principal ocupa todo el escenario, nos avisa de su próximo fin. Heinrich Heine declaró a la vista de su tiempo cambiante: “Toda época es una esfinge que se precipita en el abismo en cuanto se ha resuelto su enigma”.
El imperio de EEUU – Inglaterra – Europa tiene alianzas que se le deshacen poco a poco, y digan lo que digan no son las más grandes ni convencen. Los últimos acontecimientos de geoestratégia muestran cambios enórmemente profundos que abren camino a la multipolaridad basada en los Derechos acordados en la Ley Internacional: respeto, igualdad, libertad de comercio y consenso y trabajo común para hacer crecer la paz y todo lo que acompañe.
Los pueblos y los gobiernos asaltados y los que se ven advertidos de que lo van a ser, toman posición política y unos y otros, siguiendo a los primeros resistentes, se unen para impedir que el imperio, el “estado profundo”, ... les robe, los esclavice, los divida y los enfrente en su provecho. Ni riquezas, ni razas, ni religiones les divide, son el 85% del mundo y dicen No a las reglas de EEUU y los suyos. Y dicen Sí al Derecho Internacional; Sí a la solidaridad; Sí al respeto mutuo; Sí al derecho de los Pueblos a su camino. El camino es el centro de operaciones y el camino tiene su destino.
En el período de discontinuidad por pérdidas en el hueso, en el tiempo de cambio, a mucha gente del pueblo dominado por el imperio dentro de esos territorios en que se enraíza, le tiemblan los pies, vuelve a no dormir, es comida por la desolación, por el ahogo, por el deseo sin fruto, por el amargo fuego interior, la incapacidad, la locura de no poder, la campanada sola que no sabe si es la última, todo le es anticipación, esa gente quiere abrir boca a la crítica y se ahoga, y da vuelta a su ahogo preguntando ¿cuándo va a terminar ésto? Cuando el derecho de la propiedad capitalista pierda ante el derecho a la vida. Si esa gente se sumase al combate del 85%, por los Derechos que ofrece el tiempo nuevo, reconocería de una sola vez que el futuro tiene en su triunfo sus deseos como el logro. Si usted se encuentra en ese restante15%, sepa que, en el campo de las mayores alianzas, frente al imperio será bien recibido.
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Y, Palestina es Palestina. Presidente de AMANE, perteneciente a la Asociación Europea de Apoyo a los Detenidos Palestinos. Miembro de la Red en Defensa de la Humanidad e Integrante de la Red de Artistas, Intelectuales y Comunicadores Solidarios con Nicaragua y el FSLN.
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