El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, tiene prevista su visita a Cuba los días 25, 26 y 27 de mayo 2023, pero ya varias organizaciones creadas y financiadas por Estados Unidos, iniciaron sus presiones y chantajes para que actúe como desean los yanquis, en su desesperado intento de estrangular a la Revolución y ver cumplidos sus trasnochados sueños de derrocarla.
Las sanciones sostenidas e incrementadas por Washington contra la Isla, han puesto a Cuba en una de las más críticas situaciones económicas de los últimos 64 años y al igual que en otras ocasiones, los más recientes estimados de la CIA afirman que “de esta no escapa el socialismo cubano”.
Por esa razón, se niegan a escuchar los reclamos de la Asamblea General de la ONU para que elimine la guerra económica, comercial y financiera, y retire a La Habana de la lista de Países Patrocinadores del Terrorismo, ya que esto garantiza el impedimento de las inversiones extranjeras, las transacciones bancarias, la compra de productos imprescindibles para el desarrollo del país, presiona a las agencias turoperadoras de turismo y por supuesto incrementa el descontento popular, debido al sostenido agobio por la falta de alimentos, medicinas, problemas con el petróleo, el transporte, la generación eléctrica, en fin, la vida cotidiana del pueblo.
Unido a estas acciones de presión, a las que no han sometido a ningún otro país del mundo durante casi tres cuartos de siglo, se suma la guerra mediática, creada y dirigida por la CIA desde 1959 según sus documentos, para hacerle creer a los cubanos y al mundo que el socialismo es un fracaso.
En este escenario Borrell llegará a la Isla y desde ya lo presionan para que exija la liberación inmediata de los llamados prisioneros “políticos y de conciencia”, como Estados Unidos califica a quienes reciben su dinero y orientaciones para crear desórdenes que afecten la estabilidad cubana, algo que no admiten en su territorio ni en el de sus aliados, donde son calificados de terroristas y delincuentes.
Otro punto en el que emplean el chantaje contra el Alto Representante de Política Exterior de la UE, es la revisión del Acuerdo de Diálogo Político que Estados Unidos nunca vio con buenos ojos, pues rompía la llamada Posición Común europea, impuesta en 1997 con apoyo de su peón José María Aznar y que no logró los objetivos trazados de ahogar a Cuba.
Por eso, el llamado Observatorio Cubano de Derechos Humanos, radicado en Madrid, España, financiado anualmente con parte del presupuesto millonario de la USAID para la subversión contra Cuba, le advirtió a Borrell que su visita a Cuba la evaluarán en la medida en que logre cumplir los puntos exigidos por ellos, como si fueran sus jefes y responsables de pagar su salario.
Además de esas exigencias injerencistas en los asuntos internos de Cuba, le sumaron otras en las que Borrell deberá mostrarse “duro” con la parte cubana, como es la derogación de todos los artículos del Código Penal, que, según ellos, persiguen el ejercicio de los derechos humanos, los veinticuatro artículos que establecen la Pena de Muerte como sanción y oponerse al proyecto de Ley de Comunicación Social.
¿Pensarán esos desmemoriados que Cuba es aún colonia de España?
¿Por qué no le exigen a Estados Unidos que elimine la pena de muerte, aplicada incluso a menores de edad que encarcelan en prisiones para adultos?
Al parecer olvidaron que España aprobó en 2015 la llamada Ley Mordaza, que, según Amnistía Internacional: “Es una amenaza real contra la libertad de expresión y los derechos de reunión pacífica y de información, que se emplea contra cientos de periodistas mientras intentan documentar abusos, miles de activistas que defienden el derecho a la vivienda o al medioambiente y decenas de miles de personas que han sido sancionadas por manifestarse o realizar actos de protesta pacíficos”.
Yaxis Cires, director de Estrategia de OCDH, no recuerda que, por la Ley Mordaza de España, quienes participen en manifestaciones no comunicadas, pueden ser sancionados hasta con 600,000 euros y aquellos que se manifiesten frente a edificios de instituciones como el Congreso o el Senado, hospitales, escuelas o universidades, sin haberlo comunicado previamente, son sancionados, pero ojo, no son considerados presos políticos o de conciencia.
Los detenidos el 11 de julio 2021 fueron penalizados por actos violentos contra las autoridades, edificios públicos y centros comerciales y por tanto no son presos políticos como ahora quieren llamarlos desde Estados Unidos.
La Ley Mordaza española, de la cual el OCDH no habla, sanciona las faltas de respeto y consideración a miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad españoles. Lo mismo hacen con quienes tomen fotos a los agentes enplena operación policial y a los que usen imágenes, datos personales o profesionales de autoridades y miembros de las fuerzas de seguridad, sin autorización.
Cuba sí tiene que soportar que desde el exterior se estimulen y financien acciones semejantes, para satanizar a la Revolución.
Estos aspectos se le pueden recordar al español Joseph Borrell, si osara cumplir las exigencias de la embajada yanqui y las organizaciones contrarrevolucionarias, pues en España su Ley de Seguridad castiga a quienes causan desórdenes en las calles y/o las obstaculicen con barricadas; perturben la seguridad ciudadana en actos públicos, espectáculos deportivos o culturales, solemnidades y oficios religiosos y otras reuniones a las que asistan numerosas personas, como hicieron en el concierto del dúo Buena Fe, pero a los responsables no le aplicaron esa Ley.
Igualmente, son sancionados quienes se nieguen a disolver reuniones y manifestaciones en lugares de tránsito público, cuando lo ordenen las autoridades competentes y los que ocasionen alteraciones del orden público, con peligro para personas o bienes.
Cuando son las autoridades cubanas las que actúan ante similares hechos, entonces la guerra mediática se dispara para decir que se “violan los derechos humanos, la libertad de expresión” y los detenidos son “presos de conciencia”.
La contrarrevolución siempre ha violado las leyes cubanas con acciones delictivas y las autoridades muchas veces no actúan, como sí sucede en países latinoamericanos y europeos, donde reprimen con salvajismo y brutalidad, tal como ocurre hoy en Perú, Estados Unidos y Francia.
Estados Unidos juega al gato y al ratón con Cuba, no cede a los reclamos mundiales de eliminar la guerra económica, comercial y financiera, porque la CIA pronostica que existe una oportunidad mejor que nunca, para que el gobierno caiga en pocos años.
En sus estimados de inteligencia de los últimos años, afirman:
“…los nuevos líderes cubanos estarán pobremente preparados para tratar con los extraordinarios problemas económicos y sociales que enfrentarán” …. “Cuando las condiciones en la isla se deterioren más, es más probable que los incidentes violentos se extiendan por la creciente frustración sobre los cortes en la electricidad, del transporte y los alimentos…” “Hay una directa relación entre graves privaciones económicas y la inestabilidad política”.
La historia se encarga de demostrar los errores de cálculo de los yanquis prepotentes e inhumanos, porque el pueblo cubano sabe que está en juego su soberanía y libertad.
La triste realidad de lo que han sufrido aquellos que no tuvieron la resistencia para soportar los embates imperiales, confirma que frente a los imperialistas no se puede claudicar y por eso afirmó José Martí:
“No hay hombres más dignos de respeto que los que no se avergüenzan de haber defendido la patria con honor”.
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