Gerardo Moyá Noguera*.- Agosto de 1994 Fidel Castro Ruz, gran hombre entre los más hombres, se presentó ante los contrarrevolucionarios en La Habana, los cuales protestaban enérgicamente, entre otras cosas, rompiendo todo los que se encontraba en su camino; cristales, bares, etc. pero como muy bien dice la canción, " y llegó el comandante y mando a parar".
Todo esto sin pegar un solo tiro. Es más, la mayoría de manifestantes se unieron a él y todo finalizó con abrazos. ¿Qué quiero decir con esta actitud? Pues que en el mundo en el que sobrevivimos, falta, no uno, sino miles de fideles para parar esta vorágine en el que estamos inmersos. Qué pena y qué tristeza que se nos fuera a los 90 años de edad, pero su más grande pensamiento está en sus ideas y su ejemplo constante que mantuvo toda su vida. Fidel Castro Ruz ha habido sólo uno, pero permanece entre nosotros siempre. Como Che, Maceo, José Martí, Céspedes, etc.etc. etc. auténticos hombres de acción y palabra.
Hay tanto que decir y hacer en este mundo, que todos ellos, los mártires de la independencia cubana, lo supieron decir y hacer con el menor número de palabras y hechos. ¡Qué grande es la palabra cuando cabalga en la razón!
*Presidente de la Casa de Amistad Baleares-Cuba.
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