Noel Manzanares Blanco – Cubainformación.- El centenario de su partida física, deviene momento de reflexión y aprehensión de su legado —más, acerca de la NEP
Ha trascendido la invitación “a conmemorar el centenario de la muerte de Lenin, el 21 de enero de 2024, con una Asamblea Internacional contra el Imperialismo. Animamos a todos los que consideren que se trata de una ocasión importante a que se unan a nosotros en la construcción de esta asamblea. Nuestra esperanza es dedicar esta ocasión a hacer avanzar la lucha contra el imperialismo y por la revolución” (1).
Además de saludar ese convite, también me hago eco de ello a solicitud de la dirección del Departamento de Marxismo Leninismo perteneciente al Instituto de Marxismo, Historia y Seguridad Nacional de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz, en la República de Cuba.
Justo porque no descarto lo que en alguna medida abordé acerca de este título (2, 3), me limito al tema que propongo; al tiempo que acentúo ideas que asumo como notables en lo que respecta al legado leninista.
Al calor de los aportes de Vladímir I. Lenin a la Teoría de Carlos Marx y Federico Engels, subrayo que Fidel Castro, en el centenario del natalicio del Líder del proletariado mundial —en el segmento de su discurso respecto a lo sucedido el 26 de julio de 1953 en Cuba—, recuerda que “un grupo de los que habíamos organizado aquel movimiento [que asaltó el Moncada el 26 mencionado] estábamos fuertemente impregnados del pensamiento marxista-leninista”; además de acotar:
“Y recordamos que en aquel instante no pudimos contener la indignación de ver allí aquella idiotez de sacar a relucir el libro de Lenin, y nosotros [que 'andábamos siempre con los libros de Marx y de Lenin'], con gran indignación [tras saber que libros de Lenin específicamente 'cayeron en manos de la policía'], nos levantamos y le dijimos: 'Sí, nosotros leemos a Lenin, y quien no lea a Lenin es un ignorante'. Puesto que prácticamente se tenía como un delito —¡un delito, señores!— estudiar a Lenin” (4).
En este contexto, significo que resultó natural que en el devenir del proceso revolucionario cubano —después del Triunfo de nuestra Revolución el 1 de enero de 1959, hace seis décadas y media— el pensamiento y obra de Lenin fueran estudiados sistemáticamente tanto por el liderazgo partidista y estatal del país como por docentes/investigadores y estudiantes en instituciones educativas civiles y militares.
No obstante, para explicar la esencia de la Cuba de hoy desde la perspectiva leninista, grosso modo me detengo en lo que respecta a la NEP (por sus siglas en inglés; en español, Nueva Política Económica) según el propio Lenin en su “Informe presentado al II congreso nacional de los comités de instrucción política, el 17 de octubre de 1921” (5).
El continuador/complementador/enriquecedor de las doctrinas de Marx y Engels, en ese Informe plantea que “nos equivocábamos al creer lo contrario de lo que antes habíamos escrito sobre la transición del capitalismo al socialismo” y que “hemos venido recalcando con toda precisión en nuestros escritos de teoría que se necesita un período complejo y prolongado de transición de la sociedad capitalista”.
Asimismo, que “Nos dijimos: 'Antes de que nos hagan trizas definitivamente, retrocedamos y rehagámoslo todo de nuevo, pero con mayor solidez'”; y que “La nueva política económica implica sustituir el sistema de contingentación por un impuesto, implica pasar en grado considerable, si bien no sabemos en qué grado concreto, al restablecimiento del capitalismo”.
Igualmente, que “Desde el punto de vista de la estrategia, el problema cardinal es el siguiente: ¿quién se beneficiará primero con la nueva situación?”; que “las condiciones de vida de la población han mejorado merced precisamente al cambio de nuestra política económica”; y que “No debemos pretender al tránsito inmediato al comunismo. Debemos construir, estimulando el interés personal del campesino [y también] estimular a todos los especialistas para que estén interesados en desarrollar la producción”.
En este orden de ideas, Lenin abunda en su “Informe pronunciado ante el IV Congreso de la Internacional Comunista el 13 de noviembre de 1922” (6). Allí, consta:
“[Optar por 'el capitalismo de Estado'] parecerá muy raro, y puede que hasta absurdo, pues nuestra república era ya entonces una república socialista; entonces adoptábamos cada día con el mayor apresuramiento —quizá con un apresuramiento excesivo—diversas medidas económicas nuevas, que no podían calificarse más que de medidas socialistas. Y, sin embargo, pensaba que el capitalismo de Estado suponía un paso adelante comparado con aquella situación económica de la República Soviética”.
“Esta crisis interna [manifestada con anterioridad] puso al desnudo el descontento no sólo de una parte considerable de los campesinos, sino también de los obreros”. “Considero que todos nosotros podemos dar, con la conciencia tranquila, una respuesta afirmativa a esta pregunta ['¿Nos ha proporcionado alguna utilidad este repliegue, y nos ha salvado en realidad, o se trata de un resultado confuso todavía?'], y precisamente en el sentido de que el año y medio transcurrido demuestra de manera positiva y absoluta que hemos salido airosos de esta prueba”.
“[…] soy del parecer de que la práctica es más importante que todas las discusiones teóricas del mundo. La práctica demuestra que, en este terreno, hemos logrado resultados decisivos: hemos comenzado a hacer avanzar nuestra economía hacia la estabilización del rublo, lo que tiene extraordinaria importancia para el comercio, para la libre circulación de mercancías, para los campesinos y para la inmensa masa de pequeños productores”.
El examen de estas tesis leninistas respecto a la Nueva Política Económica —o “capitalismo de Estado”, según el propio Lenin— puesta en práctica como mecanismo de erradicación de errores anteriores me conduce a sustentar —si focalizo el asunto desde la situación actual de nuestra nación— que es correcto pronunciarnos en Cuba por otro Proceso de Rectificación con el compromiso de revitalizar sistemáticamente el legado de Fidel —más, el Ejemplo en los directivos (7).
En paralelo, las mismas tesis leninistas me conducen a sustentar asimismo que —ante la difícil situación que vivimos el grueso de cubanas y cubanos, que nos ha de conducir a no obviar sus causas ni a negar los beneficios de nuestra Revolución— en 2024 la promesa en Cuba es luchar por dejar atrás esta coyuntura (8), tanto más con las precisiones del Compañero Miguel Díaz-Canel, a saber:
“[Las medidas que se aplicarán —ya tergiversadas por la contrarrevolución] van a tener un tratamiento diferenciado para los vulnerables. Y lo que les pedimos es que ustedes estén muy atentos a lo que se explica./ Nosotros, estamos siguiendo todas las dudas que hay, todo lo que la población va opinando, para seguir explicando y explicando. Y nada ha cambiado porque todavía ninguna (medida) se ha aplicado; hasta que no estén todas las condiciones no se irán aplicando” (9).
En este escenario, el mismo Díaz-Canel precisa cuatro prioridades para esta etapa de trabajo: el fortalecimiento de la unidad nacional, a partir de los elementos planteados por el General de Ejército Raúl Castro Ruz en su discurso con motivo del aniversario 65 del triunfo de la Revolución, en Santiago de Cuba; el fortalecimiento de la labor ideológica; el aseguramiento político a las medidas aprobadas en la Asamblea Nacional del Poder Popular; y la discusión sistemática sobre tendencias negativas en nuestra sociedad (10).
Y para coronar los desafíos que se le plantean al Socialismo cubano hoy día, acredito que es indispensable honrar una y otra vez el Código de Ética de los Cuadros de la Revolución cubana con sus “Valores y Principios”, muy en especial el que sigue:
“Austeridad. Mantener un estilo de vida que le haga acreedor del respeto y la confianza de los demás; asumir la autoridad otorgada como un honor y un compromiso, nunca como una ventaja personal; rechazar los privilegios y el acomodamiento, consciente de que el ejercicio de la dirección no confiere ningún derecho o preferencia sobre los demás; ser ejemplo y promover la honradez, sencillez y modestia, tanto en el ámbito laboral y social como en la vida personal, en el espacio físico y digital; motivar y exigir igual comportamiento de su familia y compañeros de trabajo” (11).
¡Así obramos de acuerdo con lo establecido en nuestra Constitución —puntualmente, el “Título II/ Fundamentos Económicos”! (12). ¡Así se vigoriza en Cuba el leninismo vs. el neoliberalismo! (13).
Concluyo: el centenario de la partida física de Vladímir I. Lenin, deviene momento de reflexión y aprehensión de su legado a la luz de la actitud de Fidel respecto al rector de la Revolución de Octubre de 1917, particularmente lo que concierne a la NEP. Ello, en la perspectiva de nuestro Socialismo con justicia social y soberanía ciudadana legitimado por mandato constitucional. ¡Amén!
Referencias:
1.- https://www.workers.org/2023/07/72322/.
2.- https://archivo.kaosenlared.net/rusia-frutos-y-retroceso-en-la-revolucion-de-lenin/.
3.- https://archivo.kaosenlared.net/lenin-en-la-hora-actual-de-cuba/.
4.- http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1970/esp/f220470e.html.
5.- https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/oe12/lenin-obrasescogidas12-12.pdf .
6.- https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1922/noviembre/13.htm.
8.- https://www.cubainformacion.tv/la-columna/20240103/106885/106885-cuba-en-2024-la-promesa-es-luchar.
11.- https://www.gacetaoficial.gob.cu/sites/default/files/goc-2024-o4_0.pdf.
12.- http://www.granma.cu/cuba/2019-01-05/en-pdf-nueva-constitucion-de-la-republica-de-cuba.
13.- https://admin.cubainformacion.tv/la-columna/20211004/93506/93506-cuba-diaz-canel-revolucion-6.