El régimen de ocupación colonial y el apartheid son declarados ilegales en todos los organismos internacionales que dan tratamiento político al acontecer, añaden más los sitúan bajo el título de “crimen de guerra”. Y a semejante acusación acompaña una declaración igualmente universal: la lucha por la liberación nacional es considerada como una obligación moral y un derecho protegidos por los Tratados, Acuerdos y Pactos Internacionales, desde la Declaración de Bruselas de 1874, pasando por la Convención de Bruselas de 1907, o las 3ª y 4ª Convenciones de Ginebra. Por si sola la ocupación colonial y la creación de prisiones es la comisión de un delito, luego cualquier mirada a Palestina Prisionera solo puede hacerse desde el principio del delito cometido por el ente colonial. El silencio de los medios y gobiernos señala a éstos como encubridores y cómplices de los perpetradores.
El 3er Convenio de Ginebra en su artículo 118 indica que los prisioneros de guerra deben ser puestos en libertad inmediatamente, sin embargo el ente colonial decide burlarse del mandato internacional declarando que en caso de liberar a alguno será como “un gesto de buena voluntad”, y de forma contraria a la Ley Internacional aún divide a los prisioneros por su procedencia: de Jerusalén, de Cisjordania, de la Franja de Gaza, de 1948, árabes, “con sangre en las manos”, religión, organización a la que pertenece, …
Desde 1987 el que denominan “parlamento israelí” tiene aprobada la tortura a los Palestinos, es contrario a la Ley Internacional, y ese delito “legalizado” también es acompañado por EEUU. El grupo de dirección colonialista de “israel” decretó el uso en los interrogadores de “la presión física o interrogatorio mejorado”, como llaman a la tortura, y en 1999 la “corte suprema” aumentó su atentado a la Legalidad Internacional con la “resolución 94-5100” reafirmando el empleo de la “presión física” cuando los encargados de torturar lo consideren necesario por la “seguridad” de la colonia, después, en 2018 eliminaron esas trabas puestas en el lenguaje y dieron rienda suelta a la tortura como el resultado final de sus “leyes” racistas (hay 1.500), y es que el racismo, otro delito sin paliativos, es parte integrante del sistema y orden colonial con el nombre de “israel”.
Sobre la tortura las organizaciones humanitarias internacionales denuncian el empleo de descargas eléctricas, ataques con perros y palizas brutales, asfixias, ahogamientos hasta el último extremo, quemaduras, colgar al prisionero cabeza abajo, impedir que pueda dormirse, someterle a amenazas constantes a él y contra los miembros de su familia, descargarle ruidos atronadores, golpes en el estómago y la cabeza hasta causarle el desmayo, atacarle con perros rabiosos, atarle manos y pies a los bajos de un asiento, ponerle de espaldas en un taburete y atarle manos y pies al suelo, colgarle en una jaula a la interperie, frio, agua, sol, y tantos y tantos otros.
En los 6 meses que el ente colonial lleva ejecutando su, por el momento, último genocidio contra el Pueblo Palestino de Gaza se ha visto la degradación humana del ejército colonial, asesinan Niños, mujeres, hombres, familias enteras, fusilan y hacen fosas comunes, asesinan a quienes se refugian en hospitales, en escuelas, entre las ruinas, torturan y torturan y se dan prisa para implementar su proyecto final de acabar con el Pueblo de Palestina. Las organizaciones humanitarias y gobiernos humanitarios han denunciado y protestado en todo el mundo, lo que a los ejecutores del genocidio que desde hace 75 años masacran al Pueblo Palestino, les ha mostrado tal y como son, y junto con ellos se ha visto a los inductores imperialistas, se les ha puesto junto a los criminales y se ha escuchado a sionazis y encubridores justificar el genocidio, atribuyéndose ser victimas saltándose todo el Derecho Internacional, muy propio de los nazis. Pero su propósito más criminales es asesinar a los 2.300.000 habitantes de la cárcel al aire libre más grande del mundo, ¿tendremos que ver como asesinan a los 2.300.000 prisioneros de Gaza como si fuese normal?
Ni antes ni después de semejante crimen contra la Humanidad he podido olvidar a la familia Palestina, no se puede olvidar a Palestina en ninguno de sus espacios de vida luchadora por sus derechos, que son los de todos y cada uno de los pueblos del mundo.
Éste 17 de abril recuerde al Pueblo Palestino que sigue luchando desde las prisiones sionazis: Mujeres, Niños y Niñas, Hombres, tienen marcado en su adn la carga inmensa de las cadenas que el imperio inglés les puso en sus pies, cadenas para hacerlos prisioneros de los sionazis, ese ejército colonial con el que el imperio inglés iba a dar por completo el negocio colonialista. Así han transcurrido 75 años, 3 generaciones de Palestinos que solo conocen la vida destrozada que conlleva vivir bajo un ideario descendiente del nazismo y que en su aplicación al Pueblo originario del país de las tres religiones los criminales lo han afinado y han hecho aún más horrible.
El Día 17 de Abril, Día de los Prisioneros Palestinos, siempre tan queridos por el Pueblo, la presencia de éstos se notará en todas las calles, en todas las casas, en todos los corazones de Palestina, los Prisioneros tienen un lugar especial en la conciencia política, social, familiar e individual.
Los prisioneros son los Resistentes nuevos aquellos que mataron, ¡háganse los honores a los que los han continuado!
A nosotros solidarios nos empuja el gigante pasado y, como materia obligatoria, nos incrementó la voluntad y la mística volviéndonos nuevos, más fuertes convencidos, como fueron los que fueron antes, … de ellos venimos, y así, por eso, todos, prisioneros – solidarios, somos la memoria y la sentencia de hoy y de mañana, la memoria y la sentencia para la caída del ente sionazi y su protector imperio.
Palestina Prisionera, 17 de abril todos somos Prisioneros.
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Y, Palestina es Palestina. Presidente de AMANE, perteneciente a la Asociación Europea de Apoyo a los Detenidos Palestinos. Miembro de la Red en Defensa de la Humanidad e Integrante de la Red de Artistas, Intelectuales y Comunicadores Solidarios con Nicaragua y el FSLN.
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