“La guardia nacional y sus orejas perseguía a quien nombrase a Sandino, y el pueblo protegía en su memoria al héroe cuando oía disparos en la noche diciendo: “hallá lo están matando””, escuché al artista de artes plásticas Roger Pérez de la Rocha, pintor del retrato de Sandino que se encuentra en el Palacio Nacional, fue en una celebración que apuntaba al 45/19 en el Centro Cultural de Masaya, acto público de refresco histórico, repaso biográfico del Padre de la Patria, Sandino, lectura de poemas, y retratos de estilos distintos. Hoy en Nicaragua es celebrado con cantos y banderas, aquí esta el recuerdo que traigo de aquel encuentro. Ahora voy a tratar de guardar en pocas palabras otro igualmente grato, emocionante, resultado de la salida de las calles de Managua para acercarnos a Jinotepe, creía que era una caminata por el 45/19, y como andamos mal no las tenía todas conmigo, y resultó distinto y un tanto delicado.


Salíamos de Managua por una carretera magnífica, tráfico abundante, un día soleado, mientras la capital va invitando a subir a El Crucero, pequeña ciudad refrescada desde la que se ven paisajes montañosos encendidos en verde, en la calle central, en los lados, quedan tiendas, cafés, puestos preparados ofreciendo, caballos conduciendo a los amos, algún perro contemplando sentado a la espera de amo, hablamos de los colores vivos de las casas, algunas de ellas pendientes de hacer arreglos, y gentes laboriosas atando su cargamento, y ofreciendo medios para el acarreo, y hay banderas de celebración. Es un vistazo rápido y seguimos carretera adelante que pide que cumplamos con la hora, sin quitar conversación.

Una vez en campo abierto recuperamos la palabra con el compañero que conduce, familia muy numerosa en escalas de hijos y nietos, trabajos, aspiraciones, la creencia, modos de vida, el 2018, la disciplina, la consideración hacia el Comandante Daniel y la Compañera Rosario, los retos presentes, Nicaragua y los cambios en el mundo, se iba desgranando la mazorca política desde lo propio, familia, pueblo, Revolución, y el mundo que se cae, que no nos gusta, imperialistas ustedes no nos gustan, y celebramos el que viene naciendo. Así nos fuimos a recordar el 19 J del 79, punto de partida de la Revolución: el Estatuto que puso las bases del proceso, el principio Sandinista que era restaurar la paz y levantar un Gobierno de profundas raíces populares, su ordenamiento jurídico de igual origen, los procesos electorales del país, 30 en total, 8 para el gobierno con la participación de 7 partidos, 8 elecciones municipales, 8 elecciones regionales, y 6 elecciones para el Parlamento Centroamericano, … y la Revolución llevando en alto las palabras del General Sandino: “Yo no me vendo ni me rindo”.

La conversación había sido tan animada que cuando nos quisimos dar cuenta entrábamos en la ciudad de Diriamba, llena de gente y comercios a los lados de la carretera, y en la ciudad encontramos figuras de güegüenses recordando la tradición resistente al colonialismo, y tiendas con nombres como “El gordo y la flaca”, “Farmacia sana sana”, y la “Estación de Bomberos Unidos de Jinotepe”. Un poco más adelante Jinotepe nos metió en el centro de un parque de árboles crecidos, plantas tropicales, y accesos cuidados del Instituto Nacional Juan José Rodríguez. La sorpresa a la que me condujo la compañera Brenda Castillo, siempre tan atenta y tan incisiva, me superó al entrar en un aula espaciosa donde se sentaban un buen número de alumnas y alumnos y los responsables del centro, y en uno de sus laterales habían expuesto tres banderas grandes, la del Pueblo Mapuche, la de Chile, y la del Pueblo Palestino en homenaje a los que nos sentábamos frente al alumnado. El más importante de nosotros sin duda era el director del centro, persona admirable, un Sandinista de corazón, hombre de palabra sencilla, pedagógica, nos hizo saber que el mismo día que la Revolución triunfó, el Frente Sandinista proclamó la EDUCACIÓN GRATUITA. El director, Don Ricardo Baltodano, informó que el nombre del Instituto pertenece a quien fuera un niño pobre que a base de mucho esfuerzo llegó a ser maestro, y más tarde fundó el Instituto Nacional. Ya en 1971 un grupo de estudiantes comenzó la construcción del centro en el que estábamos, un centro escolar en el que estudiaron combatientes históricos, numerosos luchadores que dieron su vida para que nosotros vivamos en libertad. Un ejemplo admirable el de aquél maestro Juan José Rodríguez, sobre el que el FSLN forjó día a día trabajo y conciencia para cubrir las necesidades y producir las buenas nuevas lecciones.

Acompañé en la mesa a la poeta exiliada chilena, radicada en Francia, Ximena Gautier Grave, que hizo una lectura emotiva de sus poemas sobre el Pueblo Mapuche, manifestación de su gran humanidad escrita, y llegó de modo contundente a los que asistíamos con sus observaciones sobre lo que habrán de enfrentar los jóvenes hoy y aquí. A continuación intervino el poeta chileno Severino Dinamarca, hombre sencillo, con pasado que hace mirar profundo, Severino también vive en el exilio, y nos dedicó una lectura poética militante. Yo escuchaba con ojos de muy lejos, sabiendo su procedencia, me venía la bruma del tiempo pasado, de aquellos años lejanísimos y aún presentes como un hierro encendido. Por lo que respecta a mi persona solo pude mostrar mi sorpresa al encontrarme con alumnos que nos iban a deleitar en una muestra de interpretaciones magníficas de poemas del Principe de las Letras Castellanas, Rubén Darío, que las acompañaron con una jugosa manifestación de la cultura popular nicaragüense, expresión de resistencia anticolonial, bailes como la marimba, vestidos tradicionales, güegüenses en pleno humor de denuncia y burla de los invasores españoles, fuente que deja clara la mejor enseñanza: Ante el enemigo defensa férrea.

El 45/19 se mueve en todas partes, como el acto aquí resumido se llevan a cabo una multitud en toda Nicaragua, banderas con las letras FSLN, puestos en las calles que celebran al Comandante Daniel y a la Compañera Rosario, caminatas de homenaje a los héroes y mártires, muestras de colectividad, de pueblo orgulloso, pacífico, soberano, avances de celebración de los comunes por los buenos días de victorias y más allá, eso que va a hacer vibrar el 19 de Julio.

 

Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Y, Palestina es Palestina. Presidente de AMANE, perteneciente a la Asociación Europea de Apoyo a los Detenidos Palestinos. Miembro de la Red en Defensa de la Humanidad e Integrante de la Red de Artistas, Intelectuales y Comunicadores Solidarios con Nicaragua y el FSLN.

 

 

 

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