"Alrededor del Palacio Presidencial, una masa chavista nos recibe entusiasta, con aplausos y gritos entre un pasillo de pueblo. Avanzamos extrañados por este recibimiento más propio de jugadores de fútbol que de acompañantes internacionales y militantes de izquierda".

Cuando comenzamos a escribir estas líneas, los voceros mediáticos del imperio replican, fieles, el paso al frente de su amo: “EEUU reconoce a González como el ganador de las elecciones en Venezuela”, para continuar, obedientes, con la afirmación: "Hay pruebas irrefutables". Comenzó la orquesta internacional. El libreto es conocido. Secundará el toque de corneta la Unión Europea, leales seguidores del compás ajeno, con su soberanía entregada al director de la opereta.

Como en otras ciudades del mundo, estos días aterrizamos en Madrid una amplia delegación de acompañantes del proceso bolivariano, veedores y observadores internacionales durante las elecciones presidenciales que tienen patas arriba la mediática corporativa del planeta. En nuestras caras se adivinan intensas jornadas de encuentros, reuniones y días de tensión y brega. Si habláramos de un país cualquiera, la disputa se ceñiría meramente a la jornada electoral. Tratándose de la codiciada Venezuela, en guerra desde hace más de dos décadas, a la jornada electoral le preceden y le siguen días decisivos de combate y, por qué no decirlo, de recrudecimiento de la lucha de clases.

Noticias, videos, reportajes, post, twitts, memes y todas las formas y canales habidos de difusión de información vuelven a inundar el espacio hablando de Venezuela. Presidentes y autoridades toman partido, otros se esconden, instituciones supranacionales exigen transparencia, organizaciones que se dicen progresistas hacen comunicados pidiendo actas. De nuevo Venezuela nos ofrece un buen mapa. Uno, del olfato y enfoque popular de sectores dizque progresistas o revolucionarios. Dos, de los intereses en juego en el territorio nacional venezolano.

Trataremos a continuación de esbozar, desde la humildad y el respeto, una pequeña crónica de estas recientes jornadas de agresión imperialista y defensa soberana del proceso bolivariano. Combinaremos la mirada subjetiva de nuestra experiencia como acompañantes internacionales durante el proceso electoral en Venezuela con entrevistas, testimonios y fuentes hegemónicas e insurgentes.

SÁBADO 27 DE JULIO DE 2024. DÍA PRE

Cerrada la campaña electoral, y tras varios días de intensa agenda, comienzan las jornadas decisivas en torno al 28J. Nos desplazamos desde Caracas al Estado La Guaira una pequeña delegación de las tantas de internacionales que se distribuirán por distintos centros electorales.

Esta mañana sabatina y preelectoral, el autobús avanza por la costa subiendo lomas hacia el occidente rumbo a la parroquia más grande de América Latina: Carayaca, donde la comunidad campesina y comunera nos recibe con el abrazo musical a cargo de un grupo local de danzas de niñas, niños y adultos. Nos deleitan con la famosa Burriquita, expresión popular del sincretismo venezolano, mezcla entre culturas de los pueblos originarios y de los pueblos de España, que nació como burla y resistencia de los oprimidos frente al sistema colonial del Imperio español. Las vocerías nos muestran el trabajo productivo de sus circuitos económicos comunales, narran sus procesos y nos explican por qué mañana van a defender mediante el voto la trinchera de la revolución bolivariana.

“Carayaca cuenta con 16 comunas. Las comunas son una agregación de Consejos Comunales, y tenemos 167 consejos comunales, con una población de 49 mil habitantes”,

afirma Gustavo Mata, vocero de la comuna Indio Tarama.

“En la totalidad de todo el Estado La Guaira, hay 67 Consejos Campesinos, 5.232 productores. Eso es gracias a la Revolución, gracias al Poder Popular organizado. Hace 40 años nosotros éramos los `patas en el suelo´, no teníamos derecho a nada, éramos los que olíamos a cebollín, no éramos visibilizados. Gracias a nuestro trabajo y esfuerzo, hemos dado la cara en la crisis, en el bloqueo criminal genocida de 967 sanciones. Seguiremos luchando, seguiremos estando de pie y no nos doblegaremos”,

cuenta Mirna Sierra, representante de los Consejos Campesinos. Continúa refiriéndose al intento de invasión gringa de 2020:

“En estas costas del Estado La Guaira llegaron unos genocidas para ejecutar el magnicidio contra nuestro presidente obrero Nicolás Maduro Moros, llamada `Operación Gedeón´. Eso pasó en nuestras costas venezolanas, donde los campesinos activos y alerta detectaron a estos genocidas”.

Con el historial de lucha de estas tierras, no es de extrañar que Marisol León, parte del equipo político parroquial, afirme respecto al proceso electoral del día de mañana que “en cada uno de los centros electorales, la masa chavista, roja rojita, allí vamos a estar”. María del Mar Salcedo, vocera de educación, nos interpela:

“Mañana ustedes verán un ejemplo de fiesta electoral, en la que cada uno de nosotros ejerceremos nuestro derecho al voto para demostrar al mundo que queremos seguir viviendo en libertad, en paz y en armonía. Mañana demostraremos el legado de Simón Bolívar y de Chávez. Veedores internacionales, los invito a que vayan por el mundo hablando de que somos una tierra libre y soberana”.

El pueblo presente interpreta el himno nacional y otros cantos de batalla, que a unas horas de las elecciones, suenan a toque de tambores para preparar las almas para la movilización y la contienda sosegada del voto. Finalizado el acto, participaciones incluidas de delegados por países, los y las comuneras nos brindan los alimentos que producen y almorzamos en un ambiente festivo con la tregua del sol bajo unas generosas nubes.

En la tarde debemos regresar a Caracas. El Presidente ha convocado una reunión con toda la delegación de los más de 900 internacionales que acompañamos el proceso. Hoy su discurso tiene un tono bien distinto al de la campaña. Con verbo calmado, sentado en una butaca, comienza su plática por el principio: los pueblos originarios, “los 300 años de colonialismo y 200 de república colonial”, para pasar a las resistencias: la indígena, la del negro cimarrón Miguel de Buría, “la primera insurrección antiesclavista y anticolonial de la historia de Nuestra América”, la de Bolívar, Páez, Zamora, Cipriano Castro, Medina Angarita, Fabricio Ojeda y Chávez. Nicolas Maduro hace una síntesis de la historia de Venezuela hasta los días actuales de contienda electoral, sobre la cual rescatamos algunas de sus frases:

“Las Olimpiadas comenzarán el 29 de julio, porque hasta ahora solo se habla de Venezuela”. “Han convertido esta elección en una elección mundial”. “¿Por qué a Venezuela le piden lo que no hacen en sus países?”. “¿Por qué se meten en los asuntos internos de Venezuela?”. “¿Qué pasaría si mando a Arreaza y a Rander a EEUU diciendo que van a supervisar las elecciones?”. “¿En qué momento nos convertimos en colonia gringa?”.

Terminado el acto con el Presidente, regresamos a La Guaira. Toca reponer fuerzas para la decisiva jornada de mañana, que promete ser intensa.

DOMINGO 28 DE JULIO. EL DÍA

Amanece soleado en La Guaira. El mar tranquilo. Hoy es el día. No es poco lo que se dirime. Todos los focos alumbran este lugar del mundo. Tanto, que ayer un grupo de expresidentes y personajes de oscura ralea y condición se subieron en aviones para, sin credenciales algunas, llegar a Venezuela y hacer de observadores para “recuperar la libertad y la democracia”. Un acto de pura injerencia y provocación que acabó, como es lógico, con la expulsión de estos elementos celestiales de vuelta por las mismas nubes que llegaron. Una función más del circo internacional, que enciende las luces de emergencia copando hasta el último de los megáfonos.

Nos subimos al bus con cierta inquietud ante lo que hoy se dirime en este proceso del cual somos meros acompañantes, mas no decisores. El primer centro electoral que visitamos es la Unidad Educativa Vicente Lecuna, ubicado en el sector Mirabal de la parroquia Catia La Mar, un barrio de aliento chavista que nos recibe con nutridos carteles de la campaña de Nicolás, banderas, gente en las calles y puertas de las casas, cantos, música y una muchedumbre junto al centro electoral, donde se encuentra el Gobernador de La Guaira, José Alejandro Terán, quien “viene a ejercer su voto, porque él fue nacido allá, a 5 casas de aquí”, nos relata una vecina del barrio, representante de la mujer con discapacidad, quien nos regala su canto “Venezuela tiene futuro”. “Y también tengo una pal´imperio: Si el imperio quiere guerra, que se baje del avión, porque aquí en Venezuela manda la revolución”. A unos metros, larguísimas colas de personas ordenadas en dos filas esperan pacientemente para poder acceder al centro electoral y ejercer su voto.

La organización nos divide en dos grupos para visitar otros tres centros electorales cada uno. Llegamos, en la misma parroquia, a la Unidad Educativa Alfredo Machado, que presenta un ambiente menos festivo. Colas relativamente largas, no tanto como las anteriores, esperan bajo un sol cada vez más insistente. En la espera predomina la paz y la convivencia. Hacemos algunas entrevistas y vemos que los votantes aquí están más divididos entre el apoyo al gobierno y la oposición. “Aquí ejerciendo el derecho al voto, y sin perder las esperanzas de que las cosas cambien”, afirman dos mujeres sentadas afuera del aula de la mesa electoral nº2. “Tenemos problemas de salud y nos pasaron rápido”, continúan. Coinciden en que la jornada se desarrolla en un ambiente tranquilo y las colas están fluyendo. “Queremos que todo salga bien, en completa paz y que gane el pueblo y la voluntad de Dios”, relata otra mujer junto a un hombre de unos 70 años. Ambos votarán también “para que haya un cambio de gobierno y mejore la situación económica. Tiene que entregar la presidencia en enero, ósea, ya falta poco. Que gane el que tenga que ganar, pero que sea para mejorar al pueblo”, afirma. “Hasta ahora no ha habido ningún acontecimiento negativo, nada de violencia, por lo menos acá”, concluye.

A las puertas del colegio, Claudia, militante chavista, conversa sobre la mujer en Venezuela:

“a pesar de que estamos en el siglo XXI, todavía tenemos algunas mentes distorsionadas, con machismo. Y agradecemos mucho a este proceso revolucionario porque es el único que ha tomado en cuenta a la mujer. La mayoría de los liderazgos en las calles las asumen las mujeres. Yo tengo 28 años y soy dirigente de una UBCH, y aquí estamos rodilla en tierra para defender nuestro proceso. Nosotros garantizamos la paz para todos, incluso para los que quieren lo contrario. No es como dicen las redes sociales, nosotros queremos tener una Venezuela como la soñamos, a través del proyecto socialista que nos dejó nuestro Comandante Hugo Rafal Chávez Frías”.

Si las colas de los centros anteriores eran largas, la del centro de votación Narciso Gonell es sorprendente. Alrededor de 200 metros de fila bien ordenada buscando la sombra en el lateral de una calle en curva que parece no finalizar nunca, demuestra la voluntad mayoritaria de votar en horas de la mañana, a pesar de las largas filas y la espera. Este pueblo al que tantas veces han querido enfrentar y detonar en su interior la violencia, da una lección más de convivencia.

En la salida de la escuela, Cristina Hernández, miliciana afrodescendiente de 82 años asume responsabilidades de seguridad. La vemos tranquila sentada en una silla y conversamos con ella.

- Soy sargento de la milicia y estoy aquí trabajando para el proceso revolucionario. Para mí, si no hay revolución no hay nada.
- ¿Y qué significa para usted ser miliciana?
- Ser miliciana es seguir el legado de Simón Bolívar, y primeramente de Hugo Chávez, que es quien creó las milicias.
- ¿Cómo ha estado esta mañana la participación?
- Demasiado, desde la entrada del otro barrio, así ha estado todo el día, desde las 5:30 de la mañana que nosotros llegamos aquí y van a ser las 12 y sigue.

El último centro electoral que visitamos en La Guaira es la Casa Comuna Socialista del Urbanismo Hugo Chávez, en la parroquia Urimare. Estos bloques fueron construidos y entregados a la gente por la Misión Vivienda.

“Hoy, una vez más, Venezuela vive una fiesta electoral, ratificando su carácter democrático y participativo. No era así en esos tiempos de la IV República, donde la democracia era representativa. Ahora la democracia es participativa. Si algo nos caracteriza a los venezolanos y venezolanas es que nuestras diferencias las dirimimos en las urnas electorales. Así nos acostumbró el Comandante Chávez, a quien hoy, a 70 años de su natalicio queremos agradecer tanto amor al pueblo venezolano”,

relata Yubisay Córdova, responsable de las mujeres del Partido Socialista Unido de Venezuela en el Estado La Guaira.

Cuando nos estamos casi retirando del lugar, nos saluda un vecino del urbanismo interesado por nuestra visión, platicamos con él y ante su predisposición a conversar conectamos el micro y luego la cámara. Rescatamos su testimonio desde el momento en que tenemos registro:

“… un proyecto que pone al ser humano y a las necesidades del ser humano por encima de los capitales, por encima de los intereses de las grandes transnacionales. Porque ni siquiera es María Corina y Edmundo, un señor al que prácticamente le han dirigido la campaña, es lo que está detrás de ellos. Nosotros ya lo vivimos, nosotros venimos de la aplicación de un paquete neoliberal en la segunda mitad del siglo XX que provocó un estallido social sin precedentes en América Latina [El Caracazo], con una mortandad terrible. Con la llegada del Comandante, torpedeado, atacado, asediado, sin embargo se avanzó muchísimo. Muestra de la efectividad de esa política es que este es un urbanismo de la gran Misión Vivienda Venezuela, creado por Chávez, y la continuidad de la política del Presidente Nicolás. Yo no milito en el PSUV, yo soy de un partido aliado, un partido pequeño, de cuadros, con un perfil de emprendedores, microempresarios y empresarios, pero nos vemos reconocidos en una política que nos dio apertura y la posibilidad de desarrollarnos en nuestras actividades, pero además aportar a que este tipo de cosas sigan sucediendo. Reconocemos el talante democrático del Presidente, de nuestras instituciones, y la apertura que se ha dado, la transparencia. No tenemos miedo de que nadie venga a ver, pero eso sí, con un profundo sentido de soberanía y de defensa del principio de autodeterminación de los pueblos”.

Unos metros adelante, no nos resistimos a tomar el testimonio de un vendedor de chupetas y panecillos.

- Ya ejercí mi derecho al voto. Desde las 5 de la mañana que me paré, a las 7 de la mañana ya estaba votando. Gracias a Dios todo fue rápido. Mi voto es para mi Gallo Pinto, para que siga dando lo mejor de él para nosotros. Para que todos los que vivimos aquí en Venezuela podamos seguir adelante.
- ¿Qué piensa que ha hecho el chavismo para los humildes?
- Yo, con la edad que tengo, no quiero seguir viviendo lo que yo viví años atrás. María Corina es una asesina. Se cansó de matar gente aquí en la autopista Caracas-La Guaira. Acribilló gente, degolló gente. Yo por lo menos no quiero vivir eso otra vez.

Antes de subir al bus, una mujer vendedora de helados, con su carrito, nos relata alegre que regresó hace un año desde Ecuador en un vuelo humanitario del gobierno, en el plan Vuelve a la Patria, a raíz de la violencia vivida en Ecuador.

- Nos trataron como si fuéramos reyes, nos recibieron de la mejor manera, con aplausos, con música, y estuvimos espectacularmente atendidos.
- ¿Y cómo está viendo el proceso electoral hoy?
- Mira, la verdad que demasiado rápido, yo pensé que íbamos a tardar más porque en otras elecciones ha sido más estresante la cuestión, pero ahorita está todo organizadito, lo tienen todo arreglado. Hay bastante receptividad de los venezolanos, porque estamos unidos.

Finalizada la jornada mañanera, nos trasladamos a Caracas. En el camino vamos siguiendo los detalles y las noticias. Pasado el mediodía aparecen las primeras encuestas, que dan ganador a Nicolás. Desconfiamos de su veracidad porque son momentos de alza de la guerra psicológica. La pauta ahora es corroborar todo. No fiarse de nada. Ser prudentes en la difusión de información. “Estar pilas”, se dice acá en Venezuela. Parece que la jornada hasta ahora se desarrolla en paz.

Llegados a nuestro alojamiento en Caracas, nos quedamos inquietos. El cuerpo nos pide seguir registrando lo que ocurre en la calle y en los colegios electorales. Pedimos permiso a la organización y nos desplazamos por nuestra cuenta hasta el centro de votación con el mayor censo electoral de Caracas, el Liceo Andrés Bello, junto al Parque Carabobo. Son las 5:20 de la tarde y alrededor de una zona acordonada, frente al liceo, se agolpan grupos de gente. Dentro de la cinta de seguridad, periodistas y cámaras de distintos medios, la mayoría de prensa hegemónica, otros afines al proceso. Conversamos con un compañero de Telesur y nos informa de lo que está pasando. Las alrededor de 60 personas esparcidas detrás de nosotros son opositores que esperan a las 6 de la tarde para presionar que cierren los centros. Accedemos al liceo, conversamos con la responsable del CNE y tomamos imágenes de las mesas electorales desde fuera de las aulas, como nos indican. La hora no es la mejor para hacer entrevistas. Volvemos afuera y el ambiente comienza a tensarse. No son las 6 pm. y ya se escuchan gritos pidiendo el cierre. La ley electoral de Venezuela estipula que los centros de votación deben permanecer abiertos hasta que el CNE anuncie el cierre de las mesas. Sin embargo, una vez anunciado el cierre, si hay electores haciendo cola el centro no puede cerrar hasta que vote el último de la fila. En el liceo Andrés Bello las puertas se cierran apenas pasadas las 6 pm. pero aun así la oposición monta su espectáculo. Se agolpan a las puertas del colegio, gritan ¡libertad para Venezuela! y tratan de generar tensión. Piden entrar para la fase de “verificación ciudadana”, cosa que ocurrirá. Emitido el acta de escrutinio, proceso automatizado, llega la verificación, donde se realiza una auditoría del 50% de las mesas escrutadas para verificar que todo está correcto. Durante todo el proceso electoral hay testigos acreditados de los diferentes candidatos. En cada mesa, los testigos están presentes desde el día de la instalación hasta el momento de auditoría de cierre. Cada testigo se queda con una copia de las actas. Las famosas actas que estarán en la mira mundial los próximos días.

Llamamos a Giovanni, un buen amigo militante de base, con responsabilidades de movilización del voto chavista, presente en el centro electoral de la Plaza Capuchinos desde la 5 de la mañana.

- ¿Sigue abierto el Centro de ustedes?
- Sí, sigue abierto, todo está tranquilo por acá.
- Estamos relativamente cerca, ¿te parece que les caigamos por allá?
- Claro, vengan.

Cuando llegamos a la Escuela San Juan Bautista son las 6:45 pm. y se ha hecho la noche en Caracas. Hay nerviosismo. La familia de Giovanni nos cuenta que hace apenas unos minutos, grupos de la oposición han avanzado hasta las puertas presionado para su cierre, tratando de provocar enfrentamientos con el chavismo, que insiste en que se respete al árbitro electoral y la voluntad de quienes todavía quedan por votar. Giovanni se retira durante un rato para colaborar en la calma de la situación. No se pasa de enfrentamientos verbales pero se viven momentos de tensión ante la agresividad de los opositores, ahora replegados junto a la plaza apenas a unos metros de la escuela, con gritos esporádicos exigiendo el cierre.

¿Por qué el interés en cerrar los centros electorales? La oposición encabezada por María Corina hizo un llamado masivo a sus bases para que votaran a primerísima hora de la mañana. Tanto así, que hicieron vigilia toda la noche junto a los centros, como demostración de fuerza. A primera hora del día, más allá del goteo posterior, había votado la gran mayoría de la fuerza electoral opositora. El chavismo sin embargo convoca a sus bases más comprometidas y militantes a primera hora, pero a lo largo del día tiene otros picos fuertes de convocatoria, y entre las 4 y las 6 pm. llega lo que llaman “el plan remate”, cuando los electores del chavismo que todavía no han votado dan un último impulso a la jornada. Pero este es solo un motivo del interés de la oposición de cerrar los centros electorales lo antes posible. El otro, quizá el principal a estas horas en que los candidatos ya tienen una estimación de cómo va el proceso, es que necesita ir calentando los motores de la protesta y el malestar de sus bases para lo que se viene. Según su versión, es desde las 6 pm. cuando el gobierno estará gestando el fraude.

Las puertas del colegio se cierran en Capuchinos y salimos de allí tratando de tomar medidas de seguridad entre un ambiente cargado. Este escenario que presenciamos en dos colegios de Caracas tomados al azar, se repite a esta hora en múltiples centros electorales a lo largo del país, y adelanta el tono de violencia que regirá la jornada de mañana.

De vuelta en el hotel, Marcos Roitman nos llama desde Madrid preocupado porque el canal 24 horas de Radio Televisión Española está emitiendo un reportaje de María Corina Machado, y dando por ganador a Edmundo cuando aquí en Venezuela no conocemos los resultados. La televisión pública española replica fiel la partitura. La sinfonía de la orquesta hegemónica. En momentos clave como este, la internacional capitalista de la comunicación afina bien sus instrumentos.

Se nos convoca al Palacio de Miraflores. Los buses parten a eso de las 10:00 pm. Alrededor del Palacio Presidencial, una masa chavista nos recibe entusiasta, con aplausos y gritos entre un pasillo de pueblo. Avanzamos extrañados por este recibimiento más propio de jugadores de fútbol que de acompañantes internacionales y militantes de izquierda. Pasados los controles de seguridad oportunos, y tras un pequeño incidente con el micrófono que lleva Vanessa, caminamos cámara en mano entre la multitud y llegamos al patio junto al Balcón del Pueblo, donde nos saluda un escenario con artistas entusiastas y música de frenético ritmo. El Caribe venezolano y su alta dosis de energía y ambiente festivo. Corren rumores de victoria. La alegría se palpa en el ambiente. Al fondo de la tarima, unas pantallas gigantes conectarán con el CNE en el momento de dar a conocer al mundo los resultados de los comicios. Pasada la media noche, la música en directo se interrumpe y el CNE toma la palabra:

“Luego de solventar una agresión en contra del sistema de transmisión de datos que retardó de manera adversa la transmisión de los resultados de las elecciones presidenciales, habiendo llegado al 80% de transmisión, cumplimos con emitir el primer boletín, que marca una tendencia contundente e irreversible. Con el 80% de las mesas escrutadas, y con un nivel de participación electoral del 59%, los resultados son los siguientes: primero: Nicolás Maduro Moros del Gran Polo Patriótico obtuvo 5.150.092 votos, con un 51,2%. El candidato Edmundo González, de la Mesa de la Unidad, obtuvo 4.445.978 votos, con un 44,2%”

El júbilo se apodera de los cuerpos. Con los brazos estirados en alto y la cámara en mis manos, trato de mantenerme quieto para seguir filmando este histórico momento de emoción colectiva. Mis brazos no pueden más. Bajo la cámara y me quedo unos segundos absorto, aliviado tras la tensión acumulada, como necesitando asimilar la victoria mirando hacia el escenario sin mediación de la cámara. Me giro y Vanessa y Zoilo me bajan a la realidad. ¿No vas a celebrar? Nos abrazamos felices. Nicolás Maduro seguirá siendo el Presidente de esta República bolivariana.

Tras la intervención de Nicolás, conocido durante la campaña como El Gallo Pinto, llega la hora de retirarse. Afuera del Palacio, el pueblo sigue celebrando. Poco a poco la gente irá abandonando las calles. La noche de Caracas quedará vacía y expectante. Las venezolanas y venezolanos tienen experiencia en estas bregas. Saben que ahora todo es posible. Toca cuidarse y estar alerta. Llega el tiempo de la derecha. El momento de conocer la reacción del imperio. La ruta es predecible. Desplegarán la hoja que preparan desde hace semanas. El grito de ¡fraude! Para conocer la forma concreta que adoptará esa agenda, queda esperar y estar más pilas que nunca. Se acerca la hora del golpe.

Continuará

La Columna es un espacio libre de opinión personal de autoras y autores amigos de Cuba, que no representa necesariamente la línea editorial de Cubainformación.