Noel Manzanares Blanco* – Cubainformación.- Me avergüenza que determinados gobernantes de la ¿Izquierda? se sumen al bochinche de Washington y secuaces contra Caracas
En la primera versión de este rótulo (1 —salvo que se indique otra fuente, lo que continúa es de allí), siete años atrás, resalté que Atilio A. Boron redactó a modo de queja:
“Estimados colegas: días pasados llegó a mis manos una solicitud elaborada por el Grupo de Trabajo de CLACSO sobre 'Ciudadanía, organizaciones populares y representación política' en donde se 'demandan a los actuales directivos de CLACSO una condena pública a la deriva dictatorial que ha tomado el régimen madurista en Venezuela, así como la exigencia del restablecimiento del Estado de Derecho, la libertad de los presos políticos, y el fin de la represión a las protestas populares'” —las negritas son mías.
Asimismo, en aquella ocasión recordé que —después de conocer que la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) obtuvo 109 escaños en la Asamblea Nacional y que pudiera sumar los tres alcanzados por la Representación Indígena (RI) ante los 55 del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)— había escrito “Venezuela: lamentaciones, NO; Luchar y Luchar, SÍ”, el 09/12/2015, donde formulé las preguntas que siguen:
¿Cuánto no se hizo bien y/o dejaron de hacer los conductores de la Revolución del Comandante Chávez a favor de su pueblo? ¿Será que bolivarianos/as y chavistas estuvieron siempre a la altura de la extraordinaria confrontación ideológica amamantada por la adversidad del poder mediático contrarrevolucionario? ¿Podremos sostener sin riesgo al equívoco que el ejemplo de todos/as los cuadros del PSUV y sus familiares devenía atracción para la conducta de quienes simpatizan con el Socialismo en el Siglo XXI? ¿Por qué razón los tres votos alcanzados por la RI se cuentan hoy del lado de la oposición, si a fin de cuentas se trata de representantes de personas dignificadas por todo el proceso revolucionario? ¿Qué hacer en este escenario? —y resalté la actitud digna del Compañero Maduro.
No obstante, en la misma ocasión, me resultó chocante la siguiente manifestación de una representante de la ¿Izquierda?:
“Maristella Svampa: El régimen que lidera Maduro —y ello en el marco de una crisis social y económica sin precedentes—, reforzó los peores elementos ya presentes en el chavismo (Estado rentista, concentración de poder, enorme corrupción, radicalización del extractivismo, entre otros) [...] En esa línea, sin descartar las tendencias golpistas de ciertos sectores de derecha, soy de las que cree que el principal responsable de la situación en Venezuela —en tanto garante de los derechos fundamentales, que controla el aparato represivo— es el Estado, en manos de las actuales autoridades gubernamentales” —las negritas son mías.
En correspondencia, declaré que me costaba trabajo identificar un buen designio en esta percepción de la académica Maristella Svampa; y acto seguido, cuestioné: ¿Será pura casualidad que eso de “régimen que lidera Maduro” coincide con el lenguaje de los rotativos EL PAÍS, de Madrid, y el Nuevo Herald, de Miami? ¿Cómo minimizar la actitud “de ciertos sectores de derecha”, si uno de sus integrantes “advierte que intervención militar podría ser necesaria para salir de Maduro”? —entre otras interrogantes.
Igualmente —a modo de síntesis—, acoté que en algún momento aprendí que el Principio en cualquier asunto, sobre todo en términos de Ética, constituye un aspecto insoslayable al extremo que se reitera: “El Principio de los Principios es no violar Principios” —y Fidel Castro enseña que Revolución “es no mentir jamás ni violar principios éticos”. Además, certifiqué como convicción: Ni por asomo, un verdadero/a revolucionario/a, un/a militante consecuente con la Izquierda, debe coincidir con sus enemigos de clase en lo que resulta de vida o muerte. Lo contrario, es revisionismo —a tono con el Magisterio de Vladimir I. Lenin.
Con estos presupuestos —y pensando en la calidad revolucionaria del actual mandatario de Brasil—, el 30 de enero de 2018 firmé “Brasil necesita 'clonar' a Lula da Silva” (2) en la perspectiva de la necesidad del Partido del Trabajo (PT) y los Movimientos Sociales de garantizar un líder capaz de remplazarlo exitosamente o sea —ante la posibilidad real de su eliminación política e, incluso, física—, garantizar cuanto antes un sustituto para continuar la lucha a favor de los desposeídos/as en esa nación sudamericana.
Poco ha de extrañar, pues, que un par de años atrás concibiera “Petro, desde Colombia, refuerza la Izquierda en Latinoamérica” (3) en cuyo primer párrafo acredité:
“Posteé en Facebook esta mañana: Fiesta en las fuerzas progresistas: en Colombia eligen Presidente a Gustavo Petro con su Vice Francia Márquez, mujer negra. El flamante mandatario manifestó que van ‘a desarrollar el capitalismo en Colombia, no porque lo adoremos sino porque debemos acabar el feudalismo en Colombia’. Inmediatamente, me di a la tarea de apreciar diversas repercusiones del acontecimiento”.
Sin embargo, en los días que corren, es noticia:
“Nuevas elecciones presidenciales en Venezuela. Esa es la principal propuesta del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y el mandatario de Colombia, Gustavo Petro, para salir de la agitación política por la que atraviesa Venezuela tras los cuestionados comicios del pasado 28 de julio, en los que Caracas otorgó la reelección a Nicolás Maduro” (4) —las negritas son de la fuente.
Lo anterior, dista con creces de la posición del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a saber: “Vamos a ver qué resuelve el tribunal, es que no creo que sea prudente el que nosotros de afuera, un gobierno extranjero, sea quien sea, opinemos sobre algo que corresponde resolver a los venezolanos”. “Vamos a esperar a que los órganos electorales de ese país decidan, vamos a actuar con prudencia” (5).
Entretanto, la Casa Blanca divulgó el 30 de julio de 2024:
“El presidente Joe Biden habló hoy con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, para analizar una serie de temas bilaterales y regionales, incluida la situación política emergente en Venezuela tras las elecciones presidenciales del 28 de julio. El presidente Biden agradeció al presidente Lula por su liderazgo con respecto a Venezuela. Ambos líderes coincidieron en la necesidad de que las autoridades electorales venezolanas divulguen de inmediato datos completos, transparentes y detallados sobre la votación en cada centro electoral […]” (6) —las negritas son mías.
Luego, trascendió que el propio Biden no estaba llamando a nuevas elecciones en Venezuela sino “hablando de lo absurdo de que Maduro y sus representantes no hayan dicho la verdad sobre las elecciones del 28 de julio” (7).
A propósito, comparto estas preguntas: ¿por qué a Venezuela se le están exigiendo actas y datos completos oficiales antes de que haya acabado el plazo que su ley establece para ser presentados?, ¿por qué nadie parece tener en cuenta que se ha producido un ataque cibernético masivo y que este elemento influye de forma lógica en la demora del acceso a datos en la red?/ ¿por qué esta situación ha adquirido un carácter internacional donde todos parecen creer tener derecho a opinar e incluso a exigir por encima de las leyes venezolanas? (8). De aquí, insisto en lo del ataque cibernético (9).
Con todo, el Presidente Nicolás Maduro continúa liderando la marcha vertical del grueso de venezolanas y venezolanos (10), con la mirada enfilada en el Plan de las 7T (11). Escapó a la casualidad que en abril último continuara la serie que hoy significo en su totalidad: “Venezuela: ¡Vas bien, Nicolás Maduro! / El mejor discípulo de Hugo Chávez, ha sido/es capaz de enrumbar la Revolución Bolivariana —contra viento y marea” (12).
Concluyo: al calor de los sucesos más recientes en torno a las presidenciales en Venezuela, al paso que subrayo que “el Principio de los Principios es no violar Principios”, confieso sentir vergüenza porque determinados gobernantes de la ¿Izquierda?, como Lula y Petro, se sumen al bochinche de Washington y secuaces contra Caracas. No obstante, espero que rectifiquen. ¡Amén!
*Dr. C. Profesor de Teoría Política. Presidente de la Cátedra Honorífica de Estudio del Pensamiento y Obra de Fidel Castro Ruz perteneciente al Instituto de Marxismo, Historia y Seguridad Nacional de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz, Cuba.
Referencias:
5.- https://efe.com/mundo/2024-08-15/venezuela-lopez-obrador-nuevas-elecciones-lula-mexico/.
7.- https://www.elnuevoherald.com/noticias/america-latina/venezuela-es/article291098925.html.
8.- https://actualidad-rt.com/opinion/carmen-parejo/519759-venezuela-preguntas-certeza.
9.- http://www.cubadebate.cu/opinion/2024/08/05/verdades-electorales/.
10.- https://www.telesurtv.net/avanza-gran-marcha-por-la-paz-en-caracas-venezuela/.
11.- https://www.mpppst.gob.ve/mpppstweb/index.php/2024/02/19/rumbo-al-desarrollo-del-pais/.
12.- https://www.cubainformacion.tv/la-columna/20240422/108778/108778-venezuela-vas-bien-nicolas-maduro-6.