“¡Aquí no se rinde nadie!”, gritó aquél capitán del Granma tras desembarcar en el Oriente de Cuba y ante el ataque del ejército de Batista. “¡Aquí no se rinde nadie!”, gritó el Presidente Daniel Ortega al comenzar el acto del 45 Aniversario del triunfo de la Revolución.


Una de las más admirables conductas del ser social es el interés por el aprendizaje de lo acontecido hasta el momento en que se vive, y en Nicaragua eso es una columna principal de la formación ciudadana, así es el progreso patriótico. Lo he visto en Cuba, lo he visto en Venezuela.

El empuje de la Historia de la liberación, la lucha contra el imperialismo y el triunfo, supone ser consciente del valor que no cotiza en el mercado de EEUU, y que cambia tanto la vida, que cimenta, que construye el amor que forma el futuro de la identidad. En Nicaragua se homenajea, se celebra, se educa, porque no hay nada mejor para que la Nación sea fuerte que el que la mazorca no pierda ningún grano, que en la casa se disponga del pan y del libro, que se tenga el conjunto que respalda y la acción diaria, es necesario principio y así se hacen las celebraciones en fecha de tanto y tanto vivido, pues las vidas ofrendadas para hacer que crezcan los demás se convierten en acompañantes ejemplares, de ejemplo, dignos.

En Nicaragua un asunto que está sobre la mesa es la pobreza, preocupación, empuje, compromisos políticos para enterrarla, jóvenes sandinistas conociendo, juntando esfuerzo que le cierra el paso, que sea imposible su vuelta y sus cánceres, la ignorancia, el esclavismo, la división, el hambre. Se invierte en el día para que el día crezca mañana, la familia es el lugar, la comunidad es el lugar, el país es el lugar donde hacer imposible el pasado somozante, que es enemigo de familia, comunidad y país. Un ejemplo claro de lo expuesto aquí es la celebración de la batalla de Pancasán, donde los héroes descansan y el pueblo los abraza. Este año no podré estar, pero seguiré en la canción tal y como otro nicaragüense hará ese día estando obligado en otras tareas.

El Presidente Daniel lo dijo el 45/19: “¡Aquí no se rinde nadie!”

 

Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Presidente de AMANE. Miembro de la Asociación Europea de Apoyo a los Detenidos Palestinos. Miembro de la Red de Artistas, Intelectuales y Comunicadores Solidarios con Nicaragua y el FSLN. Colaborador del canal Antiimperialistas.com, de la Red en Defensa de la Humanidad.

 

 

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