Por Bartolomé Sancho Morey* - Los que tuvimos el privilegio de participar activamente en La Revolución Cubana y de alguna forma personalmente conocer el Comandante Ernesto Che Guevara, podemos afirmar al “margen de ideologías” que era un verdadero idealista humano y sobre todo coherente en extremo con sus principios. ¡El Socialismo –marxista!
Le recordamos ahora en el 57 aniversario de su asesinato en Bolivia el 7 de octubre de 1967 por orden de la CIA. Lo más destacado es que tenía como valor fundamental predicar con el ejemplo. Para el Che, una de sus máximas metas, fue la formación y dedico a ello mucho tiempo. La concibió como un fenómeno inmediato. Era consciente de que su éxito no tiene lugar en un acto único, sino que es un proceso, en el cual el ascenso de lo inferior a lo superior discurre zigzagueante. Decía que el cambio no se produce automáticamente en la conciencia como se produce en la economía. Las variaciones son muchas y no son rítmicas. El Che fue, a la vez trabajador infatigable. Su firme convicción del trabajo, como única fuente de riqueza y de bienestar social lo llevo a ser promotor del trabajo voluntario en Cuba como expresión viva de la nueva formación. Lo vimos en fábricas, talleres, puertos, construcciones …. a pesar de que su salud era delicada. Otro de los pilares es el humanismo. No en abstracto sino aquel que aboga por la dignidad de las personas. Se fundamenta en la intransigencia ante la explotación y humillación; también contra los enemigos del socialismo, de la paz y la libertad. Como marxista, aspira a la primacía de la dignidad humana, lo que supone y exige la eliminación de la explotación humana. Para todos los revolucionarios y socialistas, el Che encarna las mejores cualidades de los constructores del socialismo. Sus principios son precisamente, los rasgos distintivos de la practica moral del guerrillero heroico. Para los cubanos y constructores del socialismo del Siglo XXI, Los países del ALBA [Alianza Bolivariana para América] hoy debe estar más vigente que nunca el lema de sus pioneros ¡Seremos como el Che!
Para terminar nada mejor haciendo, un poco de memoria histórica, Nunca olvidare, años sesenta, [1961] durante el proceso de construcción del partido, en el Ministerio de Industrias, se escuchaban los criterios sobre los aspirantes. Alguien critico a uno de ellos por ser obsesivo para los controles y demasiado exigente. El Che, [ministro] tomo la palabra y sentencio: “Yo no quiero que nadie diga aquí que fulano es buena gente. Que, para ser buena gente, hay que dejar hacer y deshacer. O sea, los que no exigen, los que no discuten ni les duelen los problemas, los que no depuran responsabilidades, los que no tienen hígado, que les da lo mismo cumplir que no cumplir, etc. etc. estos son “buena gente”.
Los revolucionarios señores, sentencio el Che, son los que, al revés de la “buena gente”, discuten, controlan, depuran, cumplen, tienen sensibilidad y les duelen los problemas hasta el hígado” Sin lugar a dudas son los que se buscan problemas.
Esta anécdota del Che; además de ser largamente aplaudida por los delegados e invitados presentes [entre los cuales me encontraba] a la histórica y numerosa asamblea del que dicho sea de paso ¡Prohibido olvidar! Hoy siguen más vigentes y necesarias que nunca.
Solamente en la medida que seamos capaces de llevar a cabo tan revolucionarias, valientes, sabias y justas ideas, insisto ¡Prohibido olvidar! la Revolución Cubana, será irreversible. De lo contrario…….
Reflexionen, Analicen y saquen sus propias conclusiones
*Bartolomé Sancho Morey es militante hispano-venezolano del PSUV. Es periodista balear residente en La Habana, con nacionalidad española y venezolana. Ex dirigente del PSOE y UGT. Fue expulsado del PSOE por orden de Felipe González.
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