Sistemas de escucha, espías, Pegasus, que no es Pegaso el caballo que lleva a Zeus al Olimpo como dice la mitología, Pegasus el de la GPSionista precede a los cuatro caballos del Apocalipsis, donde se explica el significado de cada uno a quien lee invitando: “Ven y mira”. “Ven y mira”. “Ven y mira”. “Ven y mira”. Los cuatro caballos consignan la muerte a emprendedores del terror en todo el mundo para que aúpen a la GPSionista que se pone en la esquina del callejón oscuro, al mismo tiempo que se otorga legitimidad divina, ¿su dios expende cartas de legitimidad?, ¿igual que los reyes, los dictadores, los invasores?, legitimidad divina que se atribuye con narcisismo histriónico, grita que grita a quien pasa de largo, y a la vez susurra con voz cándida de sirena a quien ronda la esquina: “¿sabes que soy democrático por la gracia de dios?”, “ busco ladrones, ponte el chaleco antibalas, coge tu casco de acero y la bomba de fósforo amarillo”.
Los regímenes que se dicen elegidos por dios persiguen a los pueblos, se ponen en la esquina de la calleja oscura, calleja conocida por esconder la habitación en la que arrancan los órganos del cuerpo a los Palestinos, ¿sabe que la GPSionista ha hecho explotar uno de los cuerpos que vaciaron?, lo estalló dando ejemplo de su crueldad sin límites, cuando la multitud hermana lo llevaba en procesión mortuoria para darle el descanso en su tierra.
GPSionista predica que los 8000 millones tenemos que servirles, prometen vaciarnos y rellenarnos a cada uno con un explosivo final. Enemiga de los Pueblos, enemiga de la razón, enemiga de los Derechos iguales, enemiga como aquellos reyes inventados por la fuerza para atribuirse privilegios, para otorgarse exclusivas divinas.
Yahya Al-Sinwar organizó la fuerza humana para romper el muro de la prisión Gaza, hizo vibrar a las buenas gentes, hizo vivir la conciencia, hizo caer la careta a los traidores, todos esos que se ocultaban detrás de la GPSionista, que se desnuda en la esquina de su muro de hormigón, alambre, ametralladoras disparando, y escribiendo silencio en gobiernos y secuaces palmeros, financieros y periódicos, emisoras, redes, todas explosivos para hacer el vaciado a las gentes, que luego son empleadas como compost sobre los vecinos fariseos.
Yahya Al-Sinwar estratega que dirigió el derrumbe del muro de Gaza, acabó también el grito narcisista histriónico y el susurro de sirena. Satanyahu, personificación de la GPSionista, es la figura que está en la esquina del callejón oscuro, grita con pavor y ojos como brasas del infierno que los miles de Palestinos bajo sus pies son encargos de su dios, y en un instante se le juntan el equipo de asesinos que tiene de gobernantes y todos saltan al caballo del Apocalipsis y le hincan espuelas como un puñal para que corra a esconderles en el infierno atómico, y desde allí llaman a Europa y EEUU, que por el callejón oscuro van a ponerse desnudas en la esquina e imitan la voz seductora de sirena: “¡tenemos legitimidad suprema!
El Tribunal de Justicia dispone de las denuncias contra los que se esconden con el caballo del Apocalipsis, mientras oye, claramente, las voces populares que le apuntan desde la calle: “¡Esas son dos GPSionistas!”
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Presidente de AMANE. Miembro de la Asociación Europea de Apoyo a los Detenidos Palestinos. Miembro de la Red de Artistas, Intelectuales y Comunicadores Solidarios con Nicaragua y el FSLN. Colaborador del canal Antiimperialistas.com, de la Red en Defensa de la Humanidad.
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