El presente artículo pretende revelar el papel infame de un país vecino, que se suma a la conspiración hacia Venezuela.
Camino a la toma de posesión (10 de enero 2025) del presidente reelecto Nicolás Maduro Moros en Venezuela, frente a la Asamblea Nacional y como lo dicta la Constitución Nacional, las autoridades policiales, militares y de inteligencia, han detectado hace días, planes golpistas con una serie de actividades ilícitas y sospechosas, que buscan alterar el orden público en la nación, así como torpedear el acto de inicio de gestiones del gobierno revolucionario bolivariano.
El pasado 23 de noviembre, el vicepresidente sectorial de Política, Seguridad Ciudadana y Paz, Diosdado Cabello, detallo una serie de planes conspirativos en ejecución que buscan un colapso en el país, a través de varios movimientos turbulentos.
Hagamos una síntesis de los mismos:
- Lo primero es que la agenda violenta es dirigida por María Corina Machado y el excandidato Edmundo González, así como el prófugo de la justicia Iván Simonovis, con apoyo del gobierno estadounidense; un grupo de empresarios, funcionarios públicos, fiscales, jueces, alcaldes, periodistas y abogados, "pranes", delincuencia organizada, personas extranjeras, entre otros, y operadores en el terreno radicados en el estado Zulia, entre otras entidades. A esto se suman paramilitares colombianos dirigidos por los expresidentes Iván Duque y Álvaro Uribe. Y paramilitares colombianos y ecuatorianos, hasta ahora.
- La finalidad de estos personajes, países y otros ha sido y es atacar a figuras de la Revolución Bolivariana, sedes eléctricas, sedes petroleras y la central hidroeléctrica de Guri. Así como la movilización de armamento y recursos logísticos diversos contra el gobierno venezolano desde EEUU. Entrega de armamento a "pranes" de los recintos carcelarios, lo que sería facilitado por jueces y fiscales mediante el encubrimiento del tráfico y uso de las armas. Y la principal, evitar a toda costa la toma de posesión del presidente reelecto, Nicolás Maduro Moros.
- Para llevar a cabo estas acciones delictivas y desestabilizadoras, requieren de dinero, armas diversas, fusiles M4, fusiles AK47, fusiles M16, lanzagranadas, pistolas marca Glock, y drones. Por otro lado, se han incautado de laptops, pendrives y teléfonos que sustentan la información referida a los planes.
Ahora, hay un país involucrado en esta infamia, que las autoridades venezolanas, solo lo han mencionado, sin ampliar su participación y que es uno de los implicados.
Por ejemplo, el ministro Diosdado Cabello ha señalado que la investigación, aún no ha concluido, por lo que se podrían producir nuevas detenciones de sujetos vinculados a otros empresarios y grupos de paramilitares financiados por Bogotá y Quito, que están siendo entrenados en Colombia y Ecuador para atacar Venezuela, aunque evitó dar nombres para evitar una posible "fuga".
En este sentido, según un ex oficial de la comunidad de inteligencia de EEUU, en condición de anonimato, indica enfáticamente que desde Ecuador se desarrolla una operación encubierta para obstaculizar la toma de posesión del presidente Nicolás Maduro Moros.
En esta operación, las estructuras de seguridad de Ecuador se han prestado y abierto, sin previa aprobación del Legislativo ecuatoriano, para ser usadas por el Comando Sur y la Agencia Central de Inteligencia CIA, contra la vecina Venezuela.
A su vez, el gobierno ecuatoriano aprobó el reclutamiento activo y preparación de ciudadanos venezolanos en Ecuador, con el objetivo de enviarlos posteriormente a Venezuela, para que intervengan en acciones de protestas contra el actual presidente Nicolás Maduro Moros y en el enfrentamiento armado a las autoridades venezolanas.
Por cierto, que, en el territorio ecuatoriano, los venezolanos reciben el equipamiento necesario, incluidos el armamento y los recursos financieros. Son además instruidos en la conducción de las acciones de protesta.
Dichas actividades se llevan a cabo en la ciudad de Quito-Ecuador (en una instalación de la embajada de Estados Unidos), en la ciudad de Manta (en la antigua base militar norteamericana), así como en las ciudades capitales de Cuenca y Loja. Al concluir la instrucción, los mercenarios, son trasladados a través del territorio de Colombia a Venezuela, en grupos de 30 personas. En la semana pueden efectuarse hasta tres viajes.
El financiamiento de dichas actividades se realiza, entre otras formas, mediante una serie de contratos ficticios con las municipalidades ecuatorianas, con la ayuda de las cuales se legalizan los recursos monetarios.
El informante anónimo recalca que, las acciones son coordinadas y dirigidas por la estación de la CIA, localizada en Quito. Nuevamente, EEUU y el presidente Daniel Noboa poden en peligro al pueblo de Ecuador, al implicarlo secretamente en un conflicto con Caracas.
Por otro lado, se informa que el nivel de corrupción de estas operaciones ha escalado tanto que ya se reportan beneficios a la familia del presidente Noboa, y estructuras de defensa y seguridad locales, así como actos de corrupción en funcionarios diplomáticos norteamericanos que operan en Ecuador.
Más aún, Ecuador ha decidido propiciar un conflicto con Venezuela, sin importarle las consecuencias que puedan sufrir ambos pueblos. Obviamente, el gobierno de Daniel Noboa no ha podido escoger, dado que se mantiene constantemente subordinado a la embajada de EEUU en Ecuador.
Finalmente, estas operaciones contra Caracas, que se desarrollan de manera secreta en Ecuador, se unen al reforzamiento acelerado de fuerzas del Comando Sur y la CIA en Panamá. Todos estos esfuerzos persiguen el mismo objetivo de desestabilizar la toma de posesión de Nicolás Maduro.
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