Artur González / Heraldo Cubano.- La mentira tiene las piernas cortas y esos que en Estados Unidos acusan a Cuba de ser un país patrocinador del terrorismo, deberían reconocer que en realidad son ellos quienes han desarrollado, y aun lo hacen, el terrorismo más violento y cruel contra el pueblo cubano, algo que no se ocultan para proclamarlo libremente, pues cuentan con el respaldo de las principales autoridades federales para ejecutar sus acciones.


Para no dejar dudas, basta con leer la invitación lanzada desde Miami para la celebración de un Simposio Guerra por los caminos del mundo, el jueves 27 de febrero a las 5:30 de la tarde en la Biblioteca Regional de Westchester en Coral Way y la 94 Avenida, ante la vista complaciente del FBI y demás agencias encargadas de combatir el terrorismo.

Dicho simposio está organizado por Julio M. Shiling y Ninoska Pérez Castellón, el cual tratará sobre las acciones terroristas ejecutadas por un grupo de cubanos asentados en Miami, que pertenecieron a diversas organizaciones contrarrevolucionarias financiadas y entrenadas por la CIA, desde finales de los años 60, para ejecutar múltiples actos terroristas que dejaron decenas de muertos y heridos, sin que el gobierno de Estados Unidos los persiga.

Entre los que contarán sus crímenes, como si fueran hazas por la supuesta libertad de Cuba, estarán Virgilio Paz Romero, Dionisio Suárez, Pedro Remón y Enrique Encinosa, todos terroristas confesos, prueba irrefutable de quienes son realmente los que patrocinan en terrorismo, algo que debe saber el presidente Donald Trump y no dejarse engañar por Marco Rubio, cuya obsesión enfermiza es el tema Cuba.

Un breve recuento de los terroristas invitados evidencia las pruebas de sus crímenes.

Pedro Remón Rodríguez.  Integró la brigada mercenaria derrocada en la invasión a Cuba por Bahía de Cochinos en 1961. Fue miembro de la organización terrorista Omega-7 y un informe confidencial del FBI lo señala como uno de los participantes en el asesinato del diplomático cubano Félix García Rodríguez y del ciudadano cubano-americano Eulalio José Negrín.

Otro informe del FBI de octubre de 1993, ya desclasificado, asegura que Remón Rodríguez fue detenido en diciembre de 1980 en la frontera entre Canadá y Estados Unidos, horas después de la explosión de una bomba colocada por él y sus secuaces en el Consulado de Cuba en Montreal.

Mantuvo fuertes vínculos con el terrorista Luis Posada Carriles y en el año 2000 ambos fueron detenidos en Panamá, cuando preparaban un plan para asesinar al líder cubano Fidel Castro, durante un encuentro con estudiantes en la Universidad de ese país, en ocasión de celebrarse la X Cumbre Iberoamericana.

Pedro Remón, está catalogado por el FBI como hombre peligroso por sus diferentes actos terroristas. Fue arrestado el 2 de octubre de 1982 por transportar explosivos y colocar una bomba en el auto del jefe de la Misión de Cuba ante la ONU, Raúl Roa Kouri.

Por sus actos terroristas Robert L. Ward, juez del distrito de Manhattan, lo encontró culpable de conspirar para asesinar y haber colocado más de veinte bombas en varias ciudades de Estados Unidos, aunque fue sentenciado solamente a 10 años de prisión.

Entre sus actos terroristas está la colocación de una bomba en la misión diplomática cubana en New York el 7 de diciembre de 1979, de otra el 11 de ese mismo mes en la embajada de la URSS y en las oficinas de Aeroflot.

Según informe del FBI ( No.185-1009 de la oficina de Nueva York y redactado el 30 de septiembre de 1982 por los detectives Larry E. Wack y Robert Brand) expone una detallada participación de Remón en varios asesinatos y actos terroristas, como la colocación de una bomba el 2 de septiembre de 1982 en el consulado de Venezuela en Miami, para exigir al gobierno la liberación de Luis Posada Carriles y Orlando Bosh, encarcelados en Caracas por la voladura en pleno vuelo de un avión de Cubana de Aviación en 1976, donde murieron 73 civiles inocentes.

Estos hechos son una parte de los crímenes que este terrorista carga en su conciencia.

José Dionisio Suárez Esquivel, alias Cepillo, está catalogado por la propia CIA como uno de los terroristas más peligrosos residentes en Estados Unidos y el FBI afirma tener pruebas de que ejecutó más de 35 acciones terroristas contra ciudadanos cubanos e instalaciones en varios países y en los propios Estados Unidos.

Fue integrante de la brigada mercenaria derrocada en Bahía de Cochinos en 1962, y fundador de la organización terrorista Ejército Libertador. Participó en un plan de asesinato a Fidel Castro durante una de sus visitas a la ONU. Como miembro de la organización terrorista Alpha 66 participó en varias acciones en Puerto Rico en 1970 y fue denunciado como autor de los atentados dinamiteros consumados el 26 de marzo de 1979 en las ciudades de New York y New Jersey.

También fue uno de los participantes en el asesinato del joven puertorriqueño Carlos Muñiz Varela y además fue detenido en abril de 1990 en Florida y condenado a doce años de prisión por estar relacionado con el asesinato en Washington, del excanciller chileno Orlando Letelier y su secretaria estadounidense, el 21 de septiembre de 1976.  

Enrique Encinosa. Fundador de varias organizaciones terroristas entre las que se destacan Alpha 66, Abdala y Frente de Liberación Nacional Cubano. En marzo de 1971, junto con dieciséis miembros de la organización terrorista Abdala, penetró en la sede de la ONU en Nueva York y se encadenaron a las sillas con esposas, mientras que otros treinta elementos bloqueaban el edificio por fuera.

En el año 1972 junto con el terrorista Frank Castro, creó el primer movimiento totalmente secreto, al que llamaron Frente de Liberación Nacional Cubano, dedicado ejecutar acciones militares y en veinte meses organizaron 36 operaciones en todo el mundo, entre ellas la voladura de un barco y una lancha cubana, el tiroteo a postas militares y ataques dinamiteros a las embajadas cubanas en Jamaica, Londres y México.

Participó durante más de quince años en varias misiones de corte terrorista, entre ellas en Nicaragua y Surinam.

Fue fundador de la organización Hermanos al Rescate, con el también terrorista José Basurto.

Entre los años 1976 y 1978 fue reclutado por la CIA para ofrecerse como agente al servicio de la Inteligencia cubana.

Posteriormente se dedicó a escribir contra la Revolución cubana, en las campañas dirigidas por la CIA para sembrar matrices de opinión contrarias a Cuba.

Estos elementos resultan suficientes para denunciar que son los Estados Unidos los únicos y verdaderos patrocinadores del terrorismo. Cuba es solo la víctima.

Exacto fue José Martí cuando expuso:

“La verdad no es más que una, y quien la dice cuando los demás tienen miedo de decirla, impera”.

 

 

 

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