Por Lazaro Fariñas*/Foto Virgilio Ponce -Martianos.- digital@juventudrebelde.cu.- COMENTARIOS DESDE MIAMI.- TITINGÓ EN LA CASA BLANCA.Tremendo titingó se formó el viernes en la Oficina Oval de La Casa Blanca cuando el pelele de Zelensky asistió, totalmente entusiasmado, a firmar un acuerdo con el gobierno de los EEUU con el cual le cedía a Washington gran parte de la soberanía de su país. Trump, por medio de presiones y amenazas, había doblegado al Presidente para que le diera el 50% de los terrenos en que existe una enorme cantidad de minerales extraños, cuyo cincuenta por ciento tiene un valor de alrededor de 500 billones de dólares. Trump aparentaba encontrarse muy contento por firmar tan ventajoso acuerdo y Zelensky también muy contento, porque con la firma del mismo lograba que los Estados Unidos lo siguieran apoyando con ayuda militar para poder proseguir con una guerra que todos sabemos que no puede ganar. Me duele decirlo, pero muchas de las cosas que Trump le dijo a Zelensky eran verdad.
Bueno, el Presidente ucraniano fue por lana y salió trasquilado. Lo menos que podía pensar el ex payaso es que le tenían preparada una emboscada en la reunión. Trump y su Vice no respetaron en lo más mínimo al Presidente de Ucrania, más bien lo avasallaron, lo empujaron, le apuntaron con el dedo, no lo dejaba hablar, lo acoquinaron, en realidad lo que le hicieron en aquella oficina es digno de lástima. Trump y su Vice se dieron gusto acorralándolo y humillándolo, todo preparado y frente a las cámaras de televisión. Así paga el Imperio a esos que se le arrastran.
Lo mejor de todo esto es que no solo humillaron a Zelensky, sino también a Marco Rubio, el flamante Secretario de Estado, el encargado de las relaciones exteriores, que no pudo decir ni pío ante aquella avalancha de abusadores. Es decir, que en el encuentro con un dignatario extranjero, el Secretario de Estado, el hombre encargado de las relaciones internacionales no puede decir ni una palabra. ¿Quieren mayor humillación que esa? Marquito era como un muñequito, un niño chiquito sentado de penitencia en un sofá.
Creo que el espectáculo de que el Presidente de un país humillara en público a otro Jefe de Estado no se había visto nunca antes en la historia de la diplomacia internacional. ¿En manos de quién estamos?
*Lazaro Fariñas, periodista cubano, residente en EEUU.
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