Por Manuel E. Yepe*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- Perdida para la Humanidad toda esperanza de que el fin de la guerra fría abriera el camino a un mundo sin guerras, una galopante carrera por los caminos de la globalización neoliberal ha llegado a configurar al imperialismo en esa tenebrosa realidad que es hoy: la superpotencia hegemónica más poderosa, brutal y despiadada de la historia de la humanidad, portadora de los más grandes peligros para la supervivencia de nuestra especie.

Por Manuel E. Yepe*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- Desde que el multimillonario Donald Trump  anunció su candidatura por el partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos, ha formado parte inseparable de su plataforma política y sus posibilidades electorales su discurso dedicado al rechazo a los inmigrantes ilegales y a la amenaza que éstos supuestamente representan para la economía y la estabilidad de su país.

Por Manuel E. Yepe*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- Así como en las décadas de 1970 y 1980  tuvo lugar un Plan  Cóndor -que era una operación de coordinación criminal y apoyo mutuo entre las dictaduras del Cono Sur del continente americano bajo supervisión de la CIA para asesinar, espiar, vigilar, secuestrar, torturar e intercambiar personas ilegalmente entre países sin tener en cuenta fronteras, soberanías ni derechos nacionales- hoy America Latina sufre un nuevo “Plan Cóndor” para reimplantar el neoliberalismo.

Por Manuel E. Yepe*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- En lugar de llamar a sus seguidores a abandonar la lucha electoral o convocarlos a asumir masivamente la campaña de Hillary Clinton, Bernie Sanders les ha emplazado a que le sigan en nuevas batallas consecuentes con las ideas que él ha defendido y que le han valido convertirse en la gran sorpresa de las actuales elecciones presidenciales estadounidenses, especialmente por su influencia en el segmento más joven de los adultos en la sociedad.

Por Manuel E. Yepe*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- “Ahora los pobres, los excluidos, los sintierra y los sintecho, que tenían la esperanza de llegar a ser felices, tendrán que buscar otras asociaciones partidarias o forjar nuevas herramientas de hacer política, fundadas en la ética, la supresión de las causas de las desigualdades sociales y en la búsqueda de otro Brasil posible”. Tal es el pronóstico que formula, ante la grave crisis por la que atraviesa tras el golpe de estado parlamentario y mediático contra el orden constitucional en su país, el periodista, escritor, religioso de la orden de los dominicos y militante de la Teología de la Revolución, Frei Betto, quien fuera asesor del Presidente de la República de Brasil cuando Luis Ignacio Lula da Silva ocupaba este cargo. Los tres primeros gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT) – dos de Dilma Rousseff y uno de Lula- representan lo mejor que ha habido en la historia republicana del gigante suramericano. “Salieron de la miseria 45 millones de brasileños; los programas sociales -desde el Bolsa Familia al Más Médicos- le extendieron una red de protección social a la parcela más pobre de la nación; el acceso a la universidad se popularizó; el Fondo Monetario Internacional dejó de meterse en nuestras cuentas y América Latina ganó más unidad. Y Cuba fue sacada del limbo”, escribe el prestigioso religioso revolucionario Frei Betto.

Por Manuel E. Yepe*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- El orden socioeconómico capitalista es sinónimo de libertad… siempre que usted acepte que la primera de las libertades la disfrute el capital, y que el dinero pueda ser libre para comprarlo todo. Cuando se restringe la capacidad del dinero para adquirir los bienes que sustentan la vida en sociedad o se impide que éstos se comporten a la manera de una mercancía más, susceptible de ser comprados y vendidos, se restringe al capitalismo.

Por Manuel E. Yepe*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- Un portavoz del Departamento de Estado estadounidense se negó reiteradamente a comentar la actual crisis política en Brasil y estableció un inconsecuente contraste entre su larga y mordaz crítica contra el gobierno de Venezuela y la cómplice tolerancia de cara a los “golpistas parlamentarios” en Brasilia.